¿Nadie para a Berlusconi?

Este personaje nefasto que ha dado muestras de ser un individuo desvergonzado, machista, homófobo y mentiroso, que confunde lo público y lo privado (probablemente porque es la persona más rica de Italia, y eso le hace pensar que todo es suyo, incluido ciudadanos) se ha pasado de la raya, muchos pueblos.

Es verdad que ya le han votado los italianos tres veces por mayoría absoluta, pero eso, a pesar de que él lo esgrime como un perdón --como si unas elecciones fueran una confesión católica y si vence se hubiera ganado la absolución--, no lo es. Italia es uno de los veintisiete países que forman la Unión Europea, y no es posible que los otros veintiséis se sienten a su lado sin que haya una repulsa generalizada. Y sobre todo no se puede permitir que nadie cambie la ley en su propio beneficio y que luego además se instale por encima de ella. Nadie debería estar por encima de la ley, y parece que el nuevo Mesías sí que lo está.

Pues sí, ha movilizado a la fiscalía para que "defienda su intimidad" y no permita publicar las fotos que le ponen en evidencia, donde parece ser que aparece con bellas mujeres con vestimenta atrevida o sin ella, algunas de menos de dieciocho años, y donde también parece que salen algunos personajes famosos en situación atípica (hablan del presidente checo en pelota picada).

Además la fiscalía de Roma le ha abierto una investigación por un posible uso indebido de aviones del Estado italiano para llevar a sus invitados a sus juergas de fin de semana en Cerdeña. Y aquí se ha levantado la polémica, porque el consabido Cavaliere ha actuado en este tema como en otros, esto es, nada más ser nombrado presidente en esta legislatura cambió la directiva que estipula el uso de los aviones oficiales, pensando seguramente en casos como éste. De tal forma que introdujo este párrafo:  "En vía excepcional, y previa rigurosa valoración, los vuelos están abiertos a personal extraño a las delegaciones, pero acreditados por indicación de la autoridad, también en relación con la naturaleza del viaje, el rango revestido por las personas transportadas, las exigencias de protocolo y las costumbres".

Y claro D. Berlusco aduce que se cumple la ley. Una forma muy particular de verlo, porque la naturaleza del viaje, el rango de las personas y demás, bajo mi modesta opinión, no parece que se cumpla cuando se ha transportado, entre otras personas, a jóvenes actrices o modelos y a su cantante preferido --ya saben ustedes que Il Cavaliere es también "compositor de música" y tiene un cantante que le interpreta sus composiciones, Mariano Apicella--, y todo ello para asistir a fiestas privadas, naturalmente a costa del erario público italiano.

Bueno, pues el "pobre Berlusconi" dice que es la izquierda italiana la responsable de que la opinión pública internacional se haya puesto en su contra (en Italia la gran mayoría de los medios de comunicación están en sus manos, pero fuera tiene mucho menos poder). O sea que hay un contubernio internacional según el presidente italiano. ¿No recuerda esto a lo del "contubernio anarco-judeo-masónico-comunista" o a "las inadmisibles injerencias internacionales" en época franquista? Mismos perros con distintos collares.

La cuestión no es sorprendente, lo alarmante es pensar con qué nuevo episodio nos va a sorprender la próxima vez.

Esperemos que la ley actúe en consecuencia en el caso de los aviones, que la fiscalía se vea obligada a publicar las fotos "intimas" y que en las elecciones del domingo, el partido del nuevo Caudillo no llegue al 40% que el considera una cota muy asequible. Además, que Europa ayude a poner coto a estos desmanes del nuevo Condottiere. ¡Ah! y que la oposición espabile, que algo tendrá que ver cuando la mayoría de los italianos sigue votando a este miserable que está convirtiendo Italia en su finca privada.

Salud y República