La comisión tramposa

Yo más bien hablaría de seudo-comisión. Los seguimientos verificados en la Comunidad de Madrid saltaron la alarma contra la máxima responsable, la ínclita Espe-rancia. Ésta, que se vio sorprendida y no lo reconoció, hasta que no tuvo más remedio --y entonces echó la culpa a Rajoy--, se encontró con que su partido “su propio partido” abría una investigación.

No es que yo tuviera ninguna fe en una investigación abierta por los populares para juzgar a populares. O sea una investigación donde son juez y parte. Pero tampoco, han pensado que se alguien pudiera creer que hay algo oscuro, y la han suspendido.

Por otro lado, está la denuncia judicial que sigue su curso y de la que seguramente dentro de quien sabe cuánto tiempo, tendremos resultados, naturalmente con el beneplácito de los jueces y siempre que no se encuentren en huelga.

Y por último, la Presidenta pactó con su dirección que suspendieran la comisión interna, pues podía provocar algún equívoco, a cambio de abrir una investigación en la Asamblea de Madrid. Y así lo ha hecho, eso sí, marcando primero las cartas.

En primer lugar, el PP se ha reservado la presidencia de la comisión, algo absolutamente indigno, lo lógico es que la presidencia no sea del partido al que se pretende investigar. En segundo lugar, va a  censurar a los comparecientes, admitiendo sólo los que la presidencia crea que tienen que ver con el caso –Aguirre ya ha dicho que no comparecerá--, y por último no podrá haber réplica de los miembros de la comisión, por lo que la ventaja será para los comparecientes que dirán la última palabra.

La primera sesión ha sido una vergüenza, los diputados se han encontrado en inferioridad y cortados constantemente por la presidenta de la mesa, que defendía siempre las tesis de los entrevistados.

En fin, a la pregunta ¿qué se puede esperar del llamado Aguirre-Gate? De la comisión interna nada, pues está suspendida y no se volverá a reabrir. De la justicia, ni se sabe qué ni cuándo. Y de la comisión parlamentaria vista las trampas con las que se está llevando el juego, poca cosa. Todo está atado y bien atado.

Me temo que esto terminará sin pena ni gloria. Salvo que haya alguna carta escondida en el Grupo Prisa y que se líe más el asunto. Ésta es la única posibilidad que veo de que salga algo gordo. Nada más. Lo demás, un pequeño desprestigio del Partido Popular que seguramente pasará y que poco le afectará a Madrid –quedan más de dos años para las elecciones--; los que parece que no están tan contentos son los populares de Galicia y Euskadi. ¿Por qué será?

Salud y República