18 febrero 2008

Este fin de semana en Kabila

Este fin de semana nos han acompañado en Kabila, Blanca y Julio. Unos tipos estupendos. Hemos pasado un fin de semana de charla y gastronomía. De vino (con moderación) y humo (a que sí, Blanca). De muy agradable compañía. Sólo hablar, nada más, y se ha pasado el tiempo volando.

¿Por qué los momentos agradables rulan tan rápido? ¿Cuándo se inventará la máquina de parar el tiempo? En fin, ya lo repetiremos.

Ya sé que lo conocen, mejor que yo, pero se lo recuerdo, ¡che viejos! Comentamos su resistencia al tiempo. Es un tango que nunca pasa. Repasen un momento la letra y verán qué actual es. Un tango-protesta de uno de los grandes compositores: Enrique Santos Discépolo, escrito hace más de setenta años, y tan actual…

Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis y en el dos mil, también.
Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos, barones y dublés.
Pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente, ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo
todos manoseados.

Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador...
¡Todo es igual! ¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón, los ignorantes nos han igualao.

Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura, colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.

¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón...
Mezclao con Stravisky va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón.

Siglo veinte, cambalache problemático y febril...
El que no llora no mama y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás...! ¡Dale, que va...!
¡Que allá en el Horno nos vamo’a encontrar...!
No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste honrao...

Es lo mismo el que labura noche y día como un buey,
que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley...


(Disculpen la calidad pero he preferido esta versión de Julio Sosa, el Varón del Tango)

Salud y República

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué majetes se os ve! Retén ese instante en la memoria porque esos son los buenos momentos de la vida.

Un abrazo.

mitxel dijo...

si el psoe promete los cuatrocientos eruros de marras, ¿no podríamos nosotros sortear una estancia de fin de semana en Kabila, en su buena compañía, entre los votantes de IU?
Joe, disculpa, es que no desconecto...

RGAlmazán dijo...

D. Manuel que Ud. no está tan lejos. Se lanza Ud. al Mediterráneo y le espero en el Delta.

Mitxel, eso está hecho pero tienen que votar bajo notario. Que luego pasa lo que pasa.

Salud y República

Blanca dijo...

Y eso que mi varón del tango estaba haciendo la foto y no se le ve, al pobre...

Han sido un par de días estupendos que repetiremos, sin duda, porque no se puede ser tan buenos anfitriones impunemente.

Un abrazo

Martine dijo...

Desde el nombre de la casa pasando por estas 4 ( 3+ el que captó el instante) entrañables Personas y acabando con la bandera y el puño, bonito recuerdo...gracias por dejarnos la oportunidad de compartirlo...

Un beso Rafa.