09 abril 2011

Los juicios militares en Guantánamo

De las promesas a los hechos, en el caso de Obama, hay demasiado trecho. Este hombre que consiguió el Nobel de la Paz, sobre todo por haber manifestado terminar con la impunidad de Guantánamo, inició su marcha atrás, apenas subió al trono y hoy su estatua pacífica está en estado ruinoso y no admite rehabilitación alguna.

Guantánamo era el lugar donde, en aras de una presunta culpabilidad, se daba por prescrita la presunción de inocencia. No importaban las pruebas, entrar en Guantánamo era ya, ser culpables, sin juicio, el trato que se recibía está demostrado que era aberrante, violento y se conculcaban los mínimos derechos de los presos.obama_mesías

Luego, vino Obama y prometió, juró y perjuró que en un año acabaría con la prisión vergonzosa de Guantánamo. Después, hace meses ya dijo que la cosa iba para largo, pero que se realizarían juicios civiles para los presos allí encerrados. Y ante la imposibilidad del cierre de la prisión, empezó a quitarse el muerto, repartiendo presos inocentes a varios de sus países lacayos, a España le han tocado cinco.

Ahora, la cosa está clara, se ha vuelto a la era Bush y los presos serán juzgados por tribunales militares. Esto es, juicios donde la defensa no es tal, donde los jueces parten de presupuestos de culpabilidad del reo, donde no se respeta la presunción de inocencia, donde las posibilidades de defensa son mínimas.

Pero ahí sigue, orgulloso de ser el hombre más poderoso del mundo, de ser Nobel de la paz, de dirigir el mundo. Y es que ya está en su sitio, el sitio del poder, el trono heredado por Bush.

No sólo no cierra Guantánamo, sino que después de hacer esperar durante años a los presos, en situación de depravación y vergüenza, hace que les juzguen tribunales militares. Todo un ejemplo de justicia. Bien por Obama el pacifista.

Todo esto me hace pensar en uno de esos eslóganes que se pintaban en las paredes, en los años setenta: La justicia militar es a la justicia, lo que la música militar a la música. Y Obama de director de orquesta.

Salud y República

6 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

No lo podemos culpar a él de haber recibido el premio. Ese premio había sido siempre para los que llevaban a cuestas una larga carrera pacifista. Con él hicieron la excepción, para ver si lo motivaban a cumplir lo prometido. Y ya se ve que no.

Ciberculturalia dijo...

La verdad es que yo pienso que ese premio ya estaba desprestigiado desde el momento en que disfruta de ese premio Kissinger.
Obama se deshizo poco a poco, fijate la situación en que está ahora en relación con la aprobación del presupuesto.
Lo de Guantánamo es una más de las indecencias que vemos, quizás sea la que encabece el ranking de indecencias consentidas
Besos también sabatinos

Cristina dijo...

Da igual que sea más blanco o más moreno, es un yankee imperialista, no hay más. Lo que pasa es que al ser negro, pues de fábrica se ve que ya se es buena gente xD.
Es igual que Bush, sólo que este, al no tener el cerebro podrido por el alcohol, pues actúa de manera más inteligente.

Felipe Medina dijo...

El no acabar con Guantánamo es una decisión de promesa incumplida que le acompañará siempre.

Además de ser juzgados por la justicia militar se han conculcado todos los principios jurídicos:presunción de inocencia,detención sin pruebas...

Además,la vida de incomunicación y tortura violan los Derechos Humanos.

El mal llamado cierre de Guantánamo sólo ha sido una excusa para presentarse como adalid de la injusticia frente a la mayoría del pueblo americano que estaba en contra de las tropelías cometidas por Bush

Saludos

RGAlmazán dijo...

María Jesús, al menos, si hubiera tenido decencia no lo hubiera aceptado. Bicos.

Carmen, lo que no puede ser es prometer sin saber que lo puedes hacer. Besos.

Esfera, no es como Bush, es más inteligente y no es tan malo, pero no deja de creerse el amo del mundo. Besos.

Así es, Felipe, un incumplimiento muy grave.

Salud y República

Genín dijo...

Es una pena, pero me recuerdo cuando los curas me hicieron ateo, ahora estoy en la misma disquisición con la política...
Salud