El despotismo Ilustrado del s. XXI

Andaba yo hoy por las carreteras de las Españas Imperiales, cuando he escuchado en la Cadena SER, los resultados del último pulsómetro (encuesta que realizan cada cierto tiempo sobre temas de actualidad). En esta ocasión se preguntaba al personal sobre el acuerdo de las pensiones.

Sin duda, lo que he oído me ha dejado perplejo, y me reafirma en mi tesis. Y es que según el sondeo (aquí pueden ver los resultados completos), resulta que, de los encuestados:

• Al 63% le parece mal el acuerdo (bien: el 25%)
• Al 49% le parece que no ha mejorado la imagen de la economía española (contra un 34% que cree que sí)
• A 50% le parece que el acuerdo debilita al gobierno (un 26% cree que lo fortalece)
• El 51% cree que debilita a los sindicatos ( un 19% dice que lo fortalece)
• Un 36% cree que fortalece a la patronal (contra el 28% que cree que la perjudica)
• El 55% piensa que no garantiza el futuro de las pensiones (mientras que un 29% piensa que sí)
• El 69% cree que cobrará menos en el futuro (contra un 18% que no lo cree)
• (Los restos hasta el 100%, en cada una de las preguntas corresponden al “No sabe” o al “No contesta”).

O sea que ayer se firmó el pacto del siglo, un maravilloso pacto que ha hecho que las partes implicadas hayan encontrado el camino tan deseado del acuerdo, el diálogo que todos echaban a faltar. Todos tan contentos, Gobierno, Sindicatos, Patronal y la mayoría de los partidos con representación parlamentaria como el PP, PNC, CiU, CC. Los medios de comunicación, y esos locutores y tertulianos sabihondos, saltaban de alegría. “Hemos pactado” gritaban entusiasmados, con lágrimas en los ojos. “Lo hemos logrado”, como si en ello les hubiera ido la vida. Todos alborozados: “Merkel, Sarkozy y Los Mercados nos aplauden”

El gran pacto Nacional se había forjado, con sangre, sudor y lágrimas. Y todos contentos. Vamos todo el mundo sensato, todos menos IU, algún partido más y los antisistema que ya saben ustedes que están en este mundo para tocar las narices.

Bueno pues resulta que la mayoría del personal piensa que este magnífico y único pacto es malo, que no ha mejorado la imagen de la economía española, que debilita a Sindicatos y Gobierno mientras que beneficia a la Patronal, que no asegura el futuro de las pensiones y que en el futuro se cobrará menos.

Y, claro, yo me pregunto, seguramente de forma ingenua: Pero, esta gente tan sesuda, tan maravillosa, tan sensata, tan seria y formal, que ha sido capaz de llegar a un segundo “Pacto de la Moncloa”, ¿a quién representa?

Si a la mayoría no le ha gustado el pacto, si favorece a la patronal y si no asegura las pensiones (y perdones que sea tan reiterativo) ¿En nombre de quién se ha firmado este pacto?

Después de una larga reflexión he encontrado el porqué. Y es que lo han hecho por nuestro bien, a nuestro pesar. Recuerdan ustedes aquello del siglo XVIII: Todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Pues, ¡he ahí la cuestión!, hemos vuelto al Despotismo Ilustrado, eso sí, modernos, avanzados, mirando al “progreso”, con la frente alta y el alma partida en cien batallas. Lo han hecho por nosotros, aunque no lo comprendamos, pero eso es culpa nuestra, que somos unos ignorantes desagradecidos y unos pelanas incapaces de entender el Despotismo Ilustrado del S. XXI.

Si al menos nos acordáramos a la hora de votar

Salud y República