Ayer, en el coche, oía una noticia que no me podía creer, en la Cadena SER. Resulta que una niña procedente de Brasil llegó a Barajas, donde la esperaban sus padres. Sin embargo, la policía la detuvo y le aplicó la ley como si fuera una inmigrante adulto que pretende colarse en España para trabajar ilegalmente.
Larissa cuenta con diez años, y venía de Brasil para empezar junto a sus padres una nueva vida. Estos llevaban cuatro años sin verla, desde que inmigraron para encontrar nuevas expectativas. Su abuela la dejó en el aeropuerto de Sao Paolo y sus padres la esperaban a la llegada del vuelo en el terminal 1 de Barajas.
A la llegada del vuelo, la policía la detuvo. “Me decían que no tenía papeles, que sólo llevaba 90 centavos y que me iban a devolver a Brasil”, cuenta Larissa. Así estuvo durante doce horas, y sus padres esperando a unos metros, al otro lado de la aduana. La policía le retiró el pasaporte y el permiso del viaje sellado por el Consulado Brasileño (el mismo que la policía dijo que no tenía y luego se ha demostrado que sí). Le asignaron un intérprete y un abogado de oficio y le hicieron firmar su expulsión de vuelta a Brasil.
Afortunadamente, una amiga de la madre llamó a una abogada Patricia Fernández que intervino y pudo evitar que la deportaran. Pero esto lo consiguió después de una espera angustiosa de catorce horas y sin que nadie les hiciera caso. Unas horas en las que la niña fue tratada como una adulta e interrogada como un delincuente. La policía, a la media hora de la llegada, sabía que sus padres la esperaban a unos metros y no consintió en que los viera.
La intervención de la abogada hizo que se interesara la Fiscalía de Menores, quien –también tiene narices—, en vez de entregarla a sus padres, hizo que la enviaran a un centro de Primera Acogida, lo que retrasó un par de horas más el encuentro de Larissa con sus padres.
Hay que tener mala fe, ser torpes y gente inhumana para retirarle el permiso, decir que no lo tenía y no dejar que Larissa viera a sus padres teniéndoles al lado, separados por un tabique.
Esto ocurrió el 23 de fenero, hasta ayer no le devolvieron el pasaporte, razón por la que no ha podido todavía ser escolarizada y recibir asistencia médica ambulatoria.
Ésta es una historia más en el puesto fronterizo del aeropuerto de Barajas, una pesadilla que ha permitido tener 12 horas detenida a una niña de 10 años siendo interrogada en una habitación fría, y decidir su expulsión aduciendo que no había nadie al otro lado de la sala que respondiera por ella, sabiendo que era mentira. Es la historia de una abogada desinteresada que logra que la Fiscalía de Menores paralice la devolución. Es la historia de una fiscal que envía a Larissa a un centro de menores cuando sus padres la esperaban. Es la historia de unos padres que fueron por la mañana a recibir a su hija a Barajas tras cuatro años sin verla y que, después de una odisea interminable, pudieron verla cuatro años y catorce horas después.
Hoy, la abogada ha enviado el caso al defensor del pueblo, quien debería pronunciarse y evitar que estas tropelías con los inmigrantes, y más en el caso de una menor, volvieran a producirse. Pero nadie pagará estas catorce horas de angustias pasadas por Larissa y por sus padres. Ni tan siquiera la dimisión del comisario de policía de Barajas que debería producirse y no se producirá. Está claro que tampoco aquí se castiga conculcar los derechos del menor y que nadie pagará por este tremendo atropello.
Esto ocurrió el 23 de enero, hasta ayer no le devolvieron el pasaporte, razón por la que no ha podido todavía ser escolarizada ni recibir asistencia médica ambulatoria.
Mientras tanto Rubalcaba cabalga hacia una candidatura que no le deja ver el bosque de los desgraciados.
Salud y República
14 comentarios:
Seguramente los policías no recibirán ningún tipo de castigo o de penalización.
No sé si los padres han denunciado, pero deberían hacerlo, por tratar a su hija como si fuese una especie de traficante de droga y por el retiro del pasaporte para luego alegar que no lo llevaba encima.
La policía goza de demasiada impunidad. Primero te pegan con la porra y después preguntan.
Ya son innumerables los casos de abusos evidentes que suceden en Barajas. Muchos argentinos (señoras mayores que esperan reencontrarse con su familia para las fiestas,personas que asisten a congresos, etc)han sido igualmente maltratados al intentar ingresar a España sin la intención de permanencia prolongada. En el caso de una menor, el tema toma aún un cariz más abusivo e incomprensible!
Es una vergüenza que el gobierno y la sociedad española permitan que esto suceda sin que se reaccione en forma adecuada.
Muchas gracias por tocar el tema.
Un abrazo.
Otra cosa, no creo que se deba reaccionar contra la policía, que en todo caso, sólo cumple órdenes. Este filtrado en el ingreso corresponde a las directivas que España viene implementando para desalentar la inmigración indeseada.
Leyendo este tipo de historias me reconcilio con mis compañeros de profesión. Por una actuación así se justifica todo el estudio y el trabajo de una carrera universitaria.
¡Qué vergüenza para un país que ha sido emigrante!
No conocía el caso.Ello nos lleva a demostrar como se es fuerte con los débiles y débiles con los fuertes.
Me imagino a los pobres padres esperando la llegada de la niña y ésta sometida a la polícia.
Alguien debería dimitir o ser cesado rápidamente aunque creo que no pasará nada.
Hay que agradecer a la abogada su humanidad y su sensibilidad,al contario de otros para su vergüenza y la nuestra.
Saludos
¡Al defensor del pueblo! pues entonces si que hubiera sido mucho peor, si es que ello es posible.
saludos
Pero cuanto hijo de puta anda suelto y muchos con uniforme.
Luego me critican cuando digo que yo huyo de la gente con uniforme y armas, por cierto, cada vez se leen mas cosas de actuaciones policiales en plan prepotente, chulesco y abuso de autoridad. Te dejo este enlace que no tiene desperdicio:
http://lahuelvacateta.wordpress.com/2011/02/13/chulos-de-uniforme/
¿Que pasa con los superiores de estos cretinos abusadores de medio pelo? ¿O es que son todos iguales?
Salud
Me ha dejado conmocionada esta historia que demuestra, además de una normativa asocial e insoldiaria, una estulticia de tamaño descomunal. Precisamente acababa de terminar mi entrada de mañana que traigo el testimonio de un inmigrante que descubro que Europa efectivamente es "la gran mentira" para ellos.
Malos tiempos para la lírica
Besos
Pues lo que dice Maria Jesús Pardela.
Un saludo.
No conocía esto, es una vergüenza que esto suceda.
Bicos
Pues creo que no es la primera vez que se da un caso como este. Hace tiempo oí un caso parecido de otro menor en el Aeropuerto de Barajas.
Se ve que no son siquiera capaces de aprender de sus propios errores.
Salud, República y Socialismo
Welcome a la democrática España. Señores pasajeros, desabróchense los cinturones. Están a punto de recibir el cálido abrazo hispánico.
Absténganse de disfrutar cuando desciendan del avión mayores y niños del abominable Tercer Mundo, con la excepción de ricoshombres y ricasmujeres de esa área socieconómica del planeta.
No olviden comprar postales con la hermosa faz de RuGALcaba,el ilustre representante de los pueblos españoles que quizás, gentilmente, acceda a guiarles por el maravilloso submundo de los crímenes de Estado y de los estados de alarma que favorecen, especialmente, a los entrañables pijos de la nación.
Y, sobre todo, no lo olviden: Spain is different!
Esfera, desgraciadamente creo que será así. Y los policías rasos son menos responsables. El que debería irse a su casa es el comisario que estaba al mando en ese momento. Y por supuesto quién permite esto desde el gobierno. Besos.
Mónica, es una vergüenza, y desde luego no es el único caso, para oprobio de este gobierno. Besos
Basseta, pues sí, ser una abogada como ésta, había que oírla hablar, es un honor.
María Jesús, se ha olvidado, desgraciadametne. Bicos
Ha sido un episodio kafkiano, Felipe.
Txema, el defensor del pueblo por lo menos que se retrate, a ver qué dice. Y cuidado que nos quieren colocar a Vázquez, ¡qué horror!
Genín, cuando uno es un h.p. y tiene uniforme que le da poder, puede ser un peligro público, pero yo le echo la culpa al comisario, que es su jefe y lo ha consentido.
Carmen, cuando yo la escuché me quedé de piedra. Es increible la insensibilidad de todos. Besos.
Dean, estoy de acuerdo.
Así es, Dilaida. Bicos.
Antonio, ha habido muchos casos y algunos con niños, no es el primero y me temo que como no se haga nada, no será el último.
RAFAEL, sí, nuestra democracia tiene muchas carencias.
Salud y República
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