Ayer, volvieron otra vez los de siempre: los obispos --aprovechando que se celebraba el Corpus, ya saben el día de
Y se valen de todo. Son muchos los aliados con los que cuentan. Y muchos son representantes del pueblo y/o cargos institucionales. Por ejemplo no parece muy prudente, ni socialista, ni diplomático, ni decente, que un embajador de España, aunque sea ante
Otro caso muy concreto es el del ínclito alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch. Ya saben aquel ministro superpoderoso bicéfalo (de Justicia e Interior) de tiempos de Felipe González. Pues este señor, juez por otra parte, tampoco se debe haber enterado de que éste debería ser un Estado aconfesional.
Me entero por mi amigo Antonio y por MHUEL (Movimiento hacia un Estado Laico) que el alcalde de Zaragoza, quien debería estar preocupado por llegar a tiempo (hay dudas serias según la prensa local, que el mismo ha reconocido) a la inauguración de la Expo, esta semana ha tenido preocupaciones menos mundanas y mucho más espirituales.
Ya dije en una entrada de hace unos días que este hombre lleva su crucifijo desde su despacho hasta el salón de actos, cada vez que se celebra un pleno municipal, para que presida el acto institucional, aclarando, por si existían dudas, que mientras él sea
¡Qué bonito, qué edificante, que confesional! Señor Belloch, el ayuntamiento no es de su propiedad, aunque usted no lo vea así. El ayuntamiento es un ente público, o sea de todos los zaragozanos y tiene que someterse a las leyes, y por supuesto a la ley de leyes: La Constitución; esa, justo esa que tanto invoca usted en otras ocasiones.
Vuelvo a repetir que nadie persigue, yo por lo menos no, que los católicos se vuelvan ateos. Allá cada uno con sus creencias, siempre que se remitan al ámbito personal y no institucional. O sea siempre que la religión no se entrometa en la vida pública. Ya está bien de protocolos inconstitucionales que intentan, con algunos mandatarios incluso de ideología progresista, perpetuar un régimen donde la iglesia católica juegue un papel importante en las instituciones públicas. Aún me llega, cuando veo algunas fotos o leo algunos artículos, un olor que era predominante hace cuarenta años: Un tufo nacional-católico.
Salud y República
La viñeta es de mi amigo Dani. La fotografía, ha sido cedida por MHUEL, es de la procesión del Corpus de ayer, donde se puede ver a Belloch con su bastón de mando y a manifestantes exigiendo, de forma pacífica, un Estado Laico.
12 comentarios:
Está usted a todas. Ayer por pura casualidad, pues no recordaba que era día de Corpus, mos encontrábamos paseando por el Pilar, cuando distinguimos gente a caballo, nos acercamos y fuimos testigos directos de semejante "que me dices". Si, el Sr. Belloch marchaba orgulloso con DOS (creo no equivocarme) Concejales a su lado tras la procesión del Corpus. Si había más concejales, desde luego no iban a su lado.
Se me encogió tanto el cuerpo que hasta se me olvidó fotografiarle para la posteridad.
Salud y República.
Amigo Guanrteme, pues sí iban concejales del PSOE, del PAR y del PP. Los que no fueron y se negaron, seguro que les llamarían infieles, fueron los de la Chunta y los de IU.
Salud y República
¿Un euro?, ja, ja, ja,,, típico, quien más se acerca a la Iglesia menos está dispuesto a colaborar generosamente.
Me alegra este post, porque no tenía ni idea de que este señor gustara también de acercarse a las pompas eclesiásticas. En fín, suele pasar, muchas veces detrás de una ideología aparentemente laica se esconde nada más que cierta envidia a lo eclesiástico, y en ocasiones como esta, no hay ya tanto envidia como plena colaboración en lo meramente ornamental.
Tiene razón el sr. Barón... la verdad es que Belloch se podía haber estirado un poco más, jajaja.
Jolgorio aparte (con elevadas dosis de pintoresquismo), lo cierto es que entiendo su santa indignación. Me parece fantástico que participe a título personal, si le place e incluso que vaya con él su señora con mantilla y el piano incorporado... pero como alcade, es decir como cabeza más alta y representativa de una institución política... nein, nein... a mí tampoco me gusta nada.
Por lo que veo, tanto crucifijo y procesiones debe ser una persona muy religiosa.. allá él con sus creencias pero siempre individualmente, la banda que lleva puesta sobra muy mucho.
Buenas tardes Rafa,
No suelo comentar el físico de nadie, pero en este caso el parecido del sr Belloch con el "Pantocrator" es asombroso, se sentirá imbuido de una misión evangelizadora, empezando por el ayuntamiento...
Un beso muy cariñoso Rafa!
Me ha encantado el post...pues sí, estos proceres del PSOE haciendo todo lo posible para convertir en real el imperativo constitucional de un estado laico...¡cuerpo a tierra que vienen los nuestros!...
Estamos un poco telepáticos, yo me he colgado un post evángelico y aquí estoy haciendome autobombo con toda mi jeta...yo se que monseñor Rafa, en su inmensa misericordia, me lo perdona.
un abrazo
Leyendo su post veo una contradicción y es el considerar por un lado la libertad de creencia de cada cual para después limitarla al ámbito individual y privado. Si soy libre nadie tiene la potestad de restringirme la libertad. Es como si yo pudiera afiliarme a un partido político pero no pudiera manifestar mi pertenencia o pedir el voto. Si el Sr. Belloch es católico tiene todo el derecho del mundo a serlo y a manifestarlo, sea alcalde o no. Parece que a algunos su odio por la Iglesia Católica y lo religioso les ciega tanto que se acaban convirtiendo en lo que aparentemente tanto repudian: en unos integristas que sustituyen a Dios por el Santo Estado Laico.
Querido Anónimo: el estado laico no es un invento de los rojazos que puedan pulular por este u otros blogs afines, sino un principio legal recogido el artículo 27 de nuestro texto constitucional ,( ese mismo que gusta tanto a algunos cuando "España se rompe...", por ejemplo) obviamente a mí como si el Sr. Belloch a título personal se agrade a sí mismo con un cilicio...pero el Alcalde de Zaragoza- cargo representativo elegido por los ciudadanos- hubiera hecho mejor quedandose en casa...vamos, en mi opinión, que también soy ciudadano.
Salud, Paz y Amor, estimado anónimo.
perdón, fe de erratas..."se agrede "
salud
Pues yo también fui a la procesión ¡y llevé el pálio! jaja. Y el alcalde y toda la corporación detrás del cura.
Pues puede ser D. Rafael, a lo mejor les confundí con esos abueletes que marchan en las procesiones llenos de bandas, insignias y demás.
Pero creame que lo que fue en si la procesión, fue muy penosilla. Nada que ver con Toledo, Cañizares y Bono.
Ah, si, no se preocupe, al concejal de IU, José Manuel Alonso, no le llamarán infiel, es un gallo y pica. Je, Je,Je.
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