Acabo de poner los tres relojes en hora. Una hora más. Es lo que tiene querer dominarlo todo. También el tiempo. Pero no, es inexorable. Por mucho que ahora lo adelantemos y luego lo atrasemos, sigue su marcha. Aunque vayamos a otro continente y tengamos que cambiar la hora, el tiempo estará ahí. Se puede cambiar la hora pero no el tiempo.
Y es que hagas lo que hagas hay algo que no puedes dominar: El Tiempo. Desde siempre ha sido estudio y preocupación de filósofos y sociólogos, poetas y pintores. Nadie ha podido con él. Cada instante que pasa no vuelve. No hay nada que hacer, hagas lo que hagas, el tiempo pasará.
Y es que del tiempo sólo nos queda el poso: la nostalgia, la saudade, la morriña,
Salud y República
9 comentarios:
A mi me va a hablar usted de poder parar el tiempo precisamente hoy que he tenido que madrugar para trabajar. Me echo yo a la cara ahora al "artista" que se le ocurrió esto del cambio horario y a lo mejor le digo cuatro cosas.
Como digo yo del tiempo, es "un maldito traidor". Imposible controlarlo y dominarlo, y cuando menos te lo esperas te ataca por donde no sospechabas.
¿Presente, pasado y futuro? El presente es tan breve, es este segundo que vivimos ahora, que pronto se convierte en pasado. Me quedo simplemente con pasado y futuro.
Para ser domingo le ha quedado una entrada muy maja. Con su homenaje al cine y su toque nostálgico incluido.
Toca la canción, Almazán.
No matter what the future brings
As time goes by
Un saludo.
Don Rafael: ¿sólo 3 relojes? Yo he puesto ya 6 en hora (y me queda aún poner los de la tele y demás aparatos eléctricos)...
(Obsesiva que es una, jeje)
(Lo divertido, según se mire, claro, es que cuando he acabado con el sexto reloj, me he dado cuenta de que el primero llevaba retraso con respecto al tercero. En fin, un sinvivir.)
Buenos días Rafa,
Pues a mí el paso del tiempo me pone tan y tan nostálgica... No es que tiempos pasados fueran mejores, no. Pero no poder controlarlo, detenerlo cuando estás feliz, y accelerarlo cuando van mal dadas...
Además es domingo, y los domingos por la tarde, pues eso... Antesala del lunes...
Y visionar esta escena de "Casablanca", pues me ha hecho llorar... Ahora ya tengo dos Blogs donde hacerlo...
Un beso nostálgico Rafa.
Me pasó como a Freia y los que me quedan todavía porque yo colecciono relojes y tengo unos 50 y, debido a la "cefalocuadriculez" que heredé de mi padre, necesito que estén todos en hora (más o menos).
Ay Rafa, moltes gracies per la canço del Noi del Poble Sec.
No sé quién dijo que el tiempo era lo que más angustiaba y mediatizaba al hombre. No andaba muy descaminado.
Como decía Pablo Milanés. "El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos..." pero, añado, que nos quiten lo bailao (lo bueno y lo malo); señal de que seguimos aquí dando guerra.
Besos enormes
Perdón, quería decir que me pasó como a Mega (tengo que controlar estos ataques de narcisismo...)
Adanero, pero oiga cómo me trabaja usted los domingos, no sabe que eso es pecado mortal. Los días de fiesta hay que santificarlas y dejarse de sudores. Y ahora a su salud: tariro-riro-ra, tariro-riro-riro-riro, tari, tariro-riro-ra, as time goes by uhhh, pero no se emocione que esta no es la versión original.
Mega, criatura no se puede tener tantos relojes, seguro que habrá alguno de oro, no si muchos sueños en la memoria pero
más pelucos de no te menees.
Selma no me llores, acuérdate de que esto no es nada, todavía termina peor. Y además para eso está Adanero que a poco que se pone nos hace llorar a todos con sus entradas nostálgicas.
Mi querida Condesa Freia ¡qué lujazo! tener 50 relojes sólo puede ser un vicio aristocrático. Se pasará todo el día de hoy poniéndoles en hora. ¡Que faena más desagradable! Déjeles que gozen y marquen el tiempo que quieran. Si al final nos da igual (por cierto, por mi manía con la puntualidad y el tiempo en casa me llaman Mr. Seiko, o sea que yo también tengo lo mío).
Besos (a todos, incluido Adanero si los acepta en la frente), Salud y República
Jajaja. No se crea, que no es oro todo lo que reluce: buenos, buenos, creo que tengo dos heredados (de mi madre y de mi abuela y todavía funciona) y el que me regaló mi marido por haber sido capaz de llegar sana y salva a la prejubilación. Todos los demás son baratos y divertidos. Ya sabe... los complementos imprescindibles de una condesa... jajaja. Los relojes me gustan casi tanto como las cajas de música y las bolas de cristal en las que nieva.
Ándese usted con tonterías dándome besos en la frente. Me va a poner tierno, y al ritmo de eso de "Reloj no marques las horas porque voy a enloquecer...", nos echamos un bailecito (con permiso de las damas aquí presentes) que va a temblar la Kabila.
Por eso trabajo los domingos, porque es pecado. No hay otra razón, lo mio es vicio.
Un saludo.
El tiempo es agua que nuestros dedos no logran retener.
y a dia de hoy es de los bienes mas preciados!!
Solo tres relojes???
Vaya!
;-)
Besazo!
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