16 marzo 2008

La literatura como terapia de la política (XXV)

La novela que había que acertar era El guardián entre el centeno de J.D. Salinger. La acertó, la ya asidua, Augusta II. Esta novela mítica que se escribió en 1951 escandalizó a la sociedad norteamericana por su tratamiento, sin tapujos, de los sentimientos y deseos sensuales y sexuales de los adolescentes. En el libro se habla de forma abierta de la prostitución y las drogas.

Holden Caulfield es el protagonista y representa al muchacho rebelde y resentido desde una visión de adolescente discriminado. Desde su posición no llega a entender a esa sociedad hipócrita donde lo políticamente correcto sustituye a las verdades nítidas.

Este libro fue prohibido y a la vez era uno de los más estudiados en las universidades. Seguramente es de las novelas más vendidas del siglo XX en Estados Unidos y también de las más queridas y odiadas. Hoy todavía hay quien no soporta la crítica social que hace sobre la sociedad de los adultos, condenando su papanatismo.

Fue un gran descubrimiento para mí. Lo leí no hace mucho, hará unos quince años y desde entonces lo he releído otras dos veces. Me gusta el estilo directo y el vocabulario pobre pero rotundo del joven Caulfield. Su crítica, a pesar de estar escrita la novela hace casi sesenta años, sigue siendo actual.

Aquí va el fragmento de esta semana:

A la extrañeza de sentirse en un lugar ajeno, que remotamente coincidía con el fúnebre cobijo, por donde había vagado en la desazón de una persistente pesadilla, le sucedió la reconfortante certeza de que la mañana servía con sus calinas y su luz bienhechora las huellas secretas del monte, depositadas en alguna fantasmal persecución.
Nadie parecía rebullir entre los cofrades, arrebujados en las mantas como fardos en una sala de espera. Reptó con sumo cuidado hacia la puerta y, a gatas y sin quitarse la manta de los hombros, logró abrirla y salir. El sol era tenue, como arrecido por la brisa que en los picos levantaba algunas nubes frágiles.

Y aquí se acabó el resumen. Ahora les toca a ustedes, visitantes, si lo desean jugar a las adivinanzas.

Salud y República


Actualización a las 21:15. 1ª Pista: El autor es un hombre, español y está vivo.

Actualización a las 7:30 del 17. 2ª Pista: Ganó en dos ocasiones el Premio Nacional de Literatura y el de la Crítica, el mismo año; la primera vez con esta novela.

2 comentarios:

Angel Adanero dijo...

Luis Mateo Díez, La fuente de la edad.

RGAlmazán dijo...

Sí, Sr. Adanero, tal cual. Entra usted en la gloriosa saga de "los adivinadores de Kabila", que no es moco de pavo.

Salud y República