Luis Mateo Díez es uno de los escritores españoles vivos que más me ha impactado. Desde que le descubrí allá a principio de los ochenta con su obra Las estaciones provinciales, he leído casi todo lo que ha publicado. Se trata de un escritor de la llamada escuela leonesa, donde lo local transciende hacia lo universal. El humor y la erudición son dos de sus armas constructivas que poco a poco, novela a novela, van formando ese territorio mítico a la manera de los grandes escritores, su Celama; como Márquez creó Macondo, Onetti: Santa María, o Rulfo: su Comala. Es miembro de
En La fuente de la edad, los componentes de una peculiar cofradía, con mayor dedicación a los placeres de la vida que a la penitencia, deciden ir en busca de una fuente que al beber de su agua, según un canónigo, proporciona la eterna juventud. Sus cuitas confrontando su mundo imaginario con el real configuran una de las mejores novelas, a mi entender, de finales del s. XX.
Y ahora pasamos al fragmento de esta semana:
Antes de llegar a Fez, jamás había puesto los pies en una ciudad, jamás había observado ese hormigueo ajetreado de las callejuelas, jamás había sentido en el rostro ese poderoso soplo, como el viento en alta mar, pero cargado de gritos y de olores. Es cierto que nací en Granada, majestuosa capital del reino de Andalucía, pero ya estaba muy avanzado el siglo y sólo la he conocido agonizante, vacía de sus hombres y de su alma, humillada, extinguida y, cuando salí de nuestro arrabal del Albaicín, éste ya no era para los míos más que un vasto campamento de barracas, hostil y desmantelado.
Fez era otra cosa y tuve toda mi juventud para enterarme. De nuestro primer encuentro, aquel año, no me quedan más que recuerdos borrosos. Me había acercado a la ciudad montado en una mula, lastimoso conquistador medio dormido…
Y no va más, estoy convencido que es suficiente, alguno ya la habrá reconocido. Ánimo, espero impaciente.
Salud y República
5 comentarios:
Me suena a "León, el Africano", de Aamin Malouf. De cuando la novela histórica no era una producto de consumo rápido.
Pero hace mucho que lo leí...
D. Gracchus hace tiempo que no comentaba usted por aquí. Y además vuelve con buen pie. Efectivamente es Amin Maaluf y su novela Leon el Africano. Enhorabuena por su memoria.
Salud y República
Jooo, si apenas ha habido tiempooooo... es usté un abusón, D. Gracchus!
Que conste que en otras ocasiones también me sonaba, y me he cortado, por cortesía. Que de abusón tengo poco, que la naturaeza no me dotó para tal destino.
Buenas noches Rafa,
Amin Malouf, libanés.. Fez... Granada...
Aquí sí tenía que haberlo recordado, pero llevo una temporada que no doy ni una...
Y Gracchus todo hay que decirlo con todos los honores acertó.
Un beso Rafa.
PD: Lunes es fiesta en esta Comunidad, pero el martes sín falta compro " Cor de llop"
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