De oportunidades y de crisis

Cualquier crisis trae consigo oportunidades. Mientras que cuando las cosas van bien, desgraciadamente, nadie piensa en cambiar para mejorar, el hecho de tener que atajar una crisis te hace decidir, a la fuerza, entre distintas alternativas para salir de la misma.

La crisis en la que estamos sumidos es de fundamento neoconservador, eso no lo ha negado nadie. En lo que parece que se discrepa es en las medidas a tomar para salir de la misma. Pero digo parece, porque los grandes partidos el PP y el PSOE se mueven, sin salirse un ápice, dentro de los márgenes del capitalismo clásico. Uno pone más acento en el modelo clásico y otro trata de suavizar sus consecuencias, pero ninguno de los dos lo cuestiona.

Es normal que el Partido Popular no cuestione el modelo capitalista, es su base y sobre él asienta toda su estructura de poder. Es menos normal que el Partido Socialista no quiera aprovechar las oportunidades que da la posibilidad de elección para salir de una crisis más de acuerdo con unos planteamientos progresistas y transformadores.

Así, por poner tres ejemplos claros:

• En la ayuda a las entidades financieras,  el PSOE ha perdido la oportunidad para crear un verdadero motor de crédito, y en vez de instituir un banco público para que desde allí se pudiera hacer una política crediticia que favoreciera sobre todo a las empresas pequeñas y medianas, que son las más desfavorecidas y las que menos han tenido que ver con la creación de la crisis, ha preferido avalar con gran cantidad de dinero a los bancos, que no ha revertido en los solicitantes de crédito, sin servir para reanimar la economía.
• Otro ejemplo claro es el de la vivienda. Aquí parece que la propuesta estrella del Partido Socialista es quitar la desgravación por vivienda dentro de dos años. Así, se dice, se evitará que las viviendas suban y podrán tener acceso a ellas más cantidad de gente. Mientras el Partido Popular dice que no sólo no hay que quitar la desgravación, sino aumentarla. Pero ninguno se plantea lo que podría ser una gran oportunidad. Crear un parque de viviendas públicas de alquiler y de propiedad que ayude a cumplir ese artículo de la Constitución sobre el derecho a la vivienda. Una empresa nacional de la vivienda --menos ministerio cuyo fracaso continuado no ha justificado su creación-- capaz de ofrecer un parque de viviendas públicas al que puedan aspirar las personas con dificultades para hacerlo en el mercado inmobiliario privado(recomiendo al gobierno que hable con el  Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid, a ver si es capaz de aprender a que un segmento muy importante de la población pueda tener acceso a la vivienda), en base a baremos que tengan en cuenta la renta, la situación social y familiar, la edad, etc. Hoy Cayo Lara habla de ello.
• En cuanto a los coches es un caso meridiano de haber perdido la oportunidad para cambiar la tendencia y caminar hacia una economía más sostenible. Era el momento de haber discriminado la subvención a los coches de acuerdo a su grado de contaminación, dando mayores subvenciones a los coches que contaminan menos y utilizan energías alternativas y menos o nada a los que no lo hacen. No se trata sólo de favorecer a los fabricantes de coches, sino darles las pautas para que cambien el modelo de producción hacia energías menos contaminantes. Acabo de leer que Obama en USA va por este camino.

En definitiva, por mucho que digan tirios y troyanos lo que se está haciendo no es cambiar el modelo productivo, sino simplemente darle, de una forma u otra, un balón de oxígeno, para que siga funcionando y alargarle la vida. Eso sí, sin cambios sustanciales que permitan pensar en un modelo más sostenible, más justo y más igualitario. Se están desaprovechando las oportunidades que ofrece una crisis.

Salud y República