Hacía por lo menos tres días que no hablaba de la Iglesia Católica y sus adláteres. Y no porque no tuviera motivos. Es que procuro no entrar al trapo para no hacerles famosos, que luego se crecen y pasa lo que pasa. Lo que ocurre es que de vez en cuando, hay que decir cuán cabritos y mamarrachos son estos jerifaltes de la Iglesia, y tanto o más sus monagillos seglares, y cómo huelen a rancio y exportan caspa como para parar una procesión.
Yo creo que tanto la abstenencia sexual --aquellos que la practican-- como el poderío que les da el púlpito, les llena el cerebro de..., digamos ego, y claro como no dan para muchas neuronas se nos muestran chicos salerosos y chisposos. ¡Olé, mis niños!
Sólo voy a tocar el tema de la homofobia y pasaré por alto el del aborto o el de la eutanasia, el del condón y el VIH y todos los intrínsecos a la condición del sacerdocio, como el desprecio por la mujer o lo de comerse a su dios todos los días en forma de pan ácimo y por si fuera poco beberse su sangre con sabor a vino, que ya tiene güitos la cosa. Tampoco voy a tocar la cuestión de la preñez a una mujer virgen por obra y gracia de una paloma, que la cosa parece de película porno y uno es muy serio.
Entrando en el tema, voy a referirme a lo que publican esta semana en el semanario católico Alba, --editado por Intereconomía, aunque detrás está la SICAR (Santa Iglesia Católica Apostólica Romana)--, en relación con la homosexualidad. Y es que estos rancios hombrecillos (las mujeres para ellos no piensan, ni escriben) critican un programa de televisión llamada Supervivientes.
Desde luego no seré yo quien defienda un programa como ese, primero porque no lo he visto nunca y segundo porque sabedor de la temática, se trata de un programa de seudorealismo exhibicionista, si esta gente hubiera decidido criticar su contenido me parecería bien. Pero claro, eso no toca, ellos están contentos con los programas basuras, lo que no les gusta ni pizca, es que esté presentado por un homosexual y que además, fijénse hasta donde llegan estos de la tele, admitan a un concursante gay que habla por teléfono con su novio. Y es que no puede ser, este mundo --como siga así-- está perdido y condenado.
O sea, los "sicarios" (seguidores de la SICAR) fanáticos se dedican, también esta semana --cuando deberían preocuparse sólo de que se les muere el jefe-- a denostar homosexuales. Y no es para menos, se han enojado porque dicen que se da mucha más cancha al "lobby gay", según ellos, que a su querida SICAR, y no será porque no han lanzado proclamas del peligro que se corre. Ya el papa, hace tres meses dijo aquello de que: Salvar a la humanidad de las conductas homosexuales y transexuales es tan importante como evitar la destrucción de las selvas tropicales. Y se quedó tan pancho. Y es que este papa ha encontrado uno de sus enemigos más peligrosos, los homosexuales, ese grupo que "estando enfermo" pretenden tener los mismos derechos de los que están sanos. Y, además, hasta concursan en televisión ¡A dónde vamos a ir a parar!
Salud y República
8 comentarios:
Un solo calificativo basta "Retrógrados".
Besos lluviosos.
Imagino que al que le viene bien es al programa,al que la santa madre iglesia les hace publicidad gratuita.Mundo surrealista este,y seguimos en paro.
www.klausss69.wordpress.com
Son tan impresentables que si la gente devota pensara en ello se quedarían solos y su iglesia fenecería con ellos mismos. Siempre han tenido una verdadera fobia contra la homosexualidad, excepto en los casos propios de sus conventos como dice María. Comprendo que no quieras entrar al trapo pero nos lo ponen dificil sinceramente. En fin para celebrar lo "santo" me voy a tomar una "santa torrija". Un beso
No es viernes ni toca risoterapia, pero la primera parte de tu Entrada está pero que muy bien llevada para inducirnos a reír...
Pero el conjunto y lo que denuncias tan acertadamente provoca un cabreo monumental,la homosexualidad no es nigún problema,es una afortunada realidad gracias a Zeus, el problema son ellos y la pederastía que entre sus filas abunda, eso sí lo es...
un beso, Rafa.
¿Por qué no se juzga a los miembros de la iglesia que predican la homofobia y sí a otros que hacen apología de... cualquier otra cosa que vaya contra los Derechos Humanos?
La última entrada de mi blog va sobre una conferenciante católica que hace apología de la homofobia en la universidad de Alicante.
Salud y República.
Gènia, sí lo son, y mucho. Un beso.
Parado, llevas razón, al final ese asqueroso programa subirá de audiencia.
María, menuda perra tienen. Pues sí, ya sabes que en su caso no tendrá importancia, pero la homosexualidad de los demás es una enfermedad y una vergüenza. ¡Qué canallas! Un beso.
Carmen, ¿una torrija? qué ricas, no las he probado todavía este año. Un beso.
Pues sí, Selma, guapa, ellos son el problema, pero ya sabes lo de la viga en el ojo propio. Un besazo.
Hola Montse, bienvenida. Llevas razón faltan a los elementales derechos humanos (anda que predicando en contra del preservativo), pero tienen bula. Por cierto, te he visitado y me ha gustado tu blog.
Salud y República
Esa homofobia es solo el reflejo de de la situción que tienen en sus seminarios y convento, como dice María, y de los muchísimos delincuentes sexuales de todo tipo que tienen dentro de sus instituciones.
Mas les valdría echar una canita al aire de vez en cuando que no estar reprimidos sexualmente para luego abusar de cualquier inocente.
Salud, República y Socialismo
En el fondo los sicarios son un poco socialistas, cuando ellos tienen un problema lo socializan rápidamente y nos hacen a todos partícipes de sus limitaciones.
No sabría calcular el alcance que puedan tener sus palabras en la sociedad, pero espero que poco.
Últimamente se están dando mucha publicidad, tal vez hasta las próximas Europeas, mientras el PP se mantiene en un segundo plano hasta que capee el temporal.
En cuanto puedan le dan la vuelta a la tortilla y amnistían a algún cura pederasta con dos padres nuestros y un ave maría de penitencia.
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