Han sido ya varias las bitácoras que normalmente visito,
Rome o
D. Richard y que ya han apostado por Gaspar Llamazares. Hay otros compañeros que creen que no se deberían debatir estos temas fuera de la organización. Los respeto pero no estoy de acuerdo.

A los votantes actuales, los potenciales y los que visitan este blog puede que no les interese mi decisión ni mis motivos, si es así, basta con no leer la entrada y si a alguien le interesa, ¿por qué razón no voy a descubrir quién es mi candidato y cuáles son mis razones?
Esto de las primarias es una iniciativa participativa que no debería dejarse de lado nunca que se tratara de elegir los cabezas de lista en las distintas elecciones. No hay nada más claro que una elección directa. Las elecciones indirectas, que son las que utilizan otros partidos –menos el PP que utiliza la asignación dactilar— son demócraticas pero menos participativas.
Pues bien,
mi voto va a ir para Gaspar Llamazares. La verdad es que apenas conozco a Marga Sanz, pero me parece que Gaspar lo está haciendo bien, en líneas generales, y merece un voto de confianza.
Mis argumentos, más o menos, coinciden con los de las otras bitácoras aludidas al principio. Llamazares se encontró una organización en plena crisis y sin ser sus resultados una maravilla, ha hecho que IU sea más decisiva que nunca en la gobernabilidad de este país.
IU-ICV ha sido decisivo, a pesar de su escaso número de diputados, y ha acordado con el grupo socialista políticas que han hecho que socialmente se pueda considerar a esta legislatura como un ejemplo de cambios importantes. Muestras claras son:
--Ley de matrimonio entre homosexuales
--Ley de Dependencia
--Ley contra la violencia de género
--Ley de Igualdad
--Ley de la Memoria Histórica

En ellas IU ha de sentirse orgullosa por su voto decisorio y su aportación. En otras épocas, hemos tenido muchos más diputados, es verdad, pero el grado de influencia (derivado de “la única izquierda que exite somos nosotros” que permitió una teoría tan errónea como la de las dos orillas: “Nosotros somos la orilla izquierda, la buena, la chachi, la verdadera; en la otra se encuentran el PP y el PSOE, que son iguales”) fue prácticamente nulo. Se trata de poder influir para poder cambiar algo. Por cierto que desde que está Llamazares, IU tiene también más influencia, no sólo en el parlamento del Estado, sino también en CC.AA. y muchos municipios.
Por supuesto que ha habido cosas criticables, pero tengamos en cuenta con qué medios contamos. Hay quien dice que la ley de la Memoria no sirve para nada, porque está descafeinada. Naturalmente que la ley que se va a aprobar no es la nos gustaría, pero la política es así, nadie en su sano juicio pretenderá que salga nuestra ley con cinco diputados sobre trescientos cincuenta. La otra alternativa es decir no a la ley y dar lugar a que se apruebe con la intervención más decisiva de CiU, --y ya sabemos que puede aportar CiU a esta ley— o, simplemente que no pueda salir por no contar con suficientes votos y quede enterrada para siempre. El arte de la política consiste en cambiar el mundo dentro de lo posible. Para ello hay que llegar a acuerdos y eso ya se sabe lo que conlleva, cesiones de las distintas partes. Sólo conozco una forma de que tus propias ideas salgan adelante en su totalidad, imponerlas.
Por cierto, sólo diré tres cosas sobre Marga Sanz. Una, que fueron muy desafortunadas sus declaraciones, hechas hace dos semanas
en Público, hablando en contra de IU, sin encontrar nada positivo. Dos, que es una de las personas responsables en hacer que IU en su comunidad tenga una de las crisis más importantes que hará que se pierda, probablemente la diputada que tenemos. La otra, que está apoyada por el núcleo duro del PCE.

Mi mayor respeto al PCE de la dictadura y la transición. Pero amigos, es de poco fiar alguien que viene avalado por personas como Frutos, Alcaráz o Romero, gente que se llena la boca de hablar en contra de la profesionalización de la política, y por tanto de la permanencia en los puestos claves, y sin embargo, en la práctica hacen lo contrario. El que menos, debe estar en puestos directivos del PCE, y después en IU, desde hace más de veinte años, sin bajarse de las poltronas. Viva la renovación.
Son mis razones, sólo eso. No pretendo que todos los demás las compartan, pero son las que me llevan a votar a Gaspar Llamazares en las primarias. No quiero que nos quedemos en la oposición diciendo siempre que no y, aunque por razones distintas, votando lo mismo que el PP.
Salud y República