A las siete y media de la mañana empieza a oler a sol. Un sol todavía oculto entre montañas que por más que miro siempre cambian. Montañas grises, rojizas, marrones, blancas, pinchando nubes, ocultas por la niebla. Formas geométricas que rompen el horizonte azul con puntas irregulares.
Dalí decía que lo importante era la geometría. Tenía razón. La geometría y el color son esenciales. Al romper el paisaje con sus formas y colores, estas montañas de Els Ports configuran un nuevo universo cada día.
Ante esto no hay nada más importante. La naturaleza puede ser interpretada, puede ser leída de diversas formas, pero cuidado al intentar cambiarla. Todo menos consumirla.
Me acabo de enterar de que en el reloj del mundo quedan cinco minutos de vida. Hemos llegado a acortar la vida del planeta hasta esos “cinco minutos”. Y seguimos:
· Quemando bosques
· Exterminando especies animales y vegetales
· Utilizando energías contaminantes y peligrosas
· Destrozando los litorales
· Construyendo en los parques naturales
· Cargándonos el mar
Sirvan los puntos anteriores de ejemplo de las barbaridades que el ser más depredador, el humano, es capaz de realizar. El resumen es sencillo: estamos acabando con la Tierra y, con ello, haciendo difícil, si no imposible, la vida de las futuras generaciones. Pero no pasa nada. Nosotros vivimos mejor.
Nos quedan cinco minutos. Voy a darme prisa, quiero ver por última vez estas montañas.
Salud y República
1 comentario:
Cuanta razón!!!!!
...la cosa anda mal, asi que nos queda disfrutarlo... lo que dure!
( catastrófico yo, afirmo)
saludos.
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