Sí, ya sé, habrá quien le eche la culpa al mismo Sadam. Pero aquí no hay más culpable que:
- La pena de muerte. El día que se erradique no habrá más posibilidades de imitarla.
- La visualización del asunto, que se ha propagado por el mundo entero y al que han tenido acceso todos, incluidos los menores.
De la pena de muerte qué decir. Creo que ya se ha dicho bastante. Concluyamos: es una salvajada y no evita el delito (en este caso ha provocado fatales consecuencias).
En relación con la profusión de las imágenes que se han dado, habría algo que comentar. Por no ir más lejos, hablemos del caso en España. La televisión es el lugar de encuentro de la gran mayoría de los menores, a cualquier hora y con el permiso más o menos consentido de muchos padres.
Miremos la programación actual entre las cinco y las nueve de la tarde. Predominan los reality-shows o series de adultas o culebrones o programas espectáculos. Mal está y algo se podría hacer desde el gobierno con las televisiones privadas, pero que las públicas sean las primeras que dan el ejemplo negativo, parece de coña. En fin, no nos extrañemos de lo que les ocurra a nuestros menores. Lo de Sadam, desgraciadamente, no es sino un ejemplo. La punta del iceberg.
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