Escribía el jueves pasado, a propósito de la concentración de la Guardia Civil el pasado día 20, sobre la posibilidad de que se castigara a los convocantes. Pues bien, ya han llegado las sanciones. De momento, dos dirigentes de la AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil) y, por lo que se palpa, vienen de camino otras treinta sanciones.
Lamentable una y otra vez. Vuelvo a repetirlo, por si no quedó claro en el anterior comentario, que se trata de un incumplimiento del Partido Socialista que ha renunciado a la ley de Derechos y Libertades de los militares en esta legislatura a pesar de que estaba en el programa electoral, habiendo prorrogado la prohibición de las asociaciones reivindicativas.
Yo, claramente, abogo por la desmilitarización de la Guardia Civil, y así nos quitaríamos de zarandajas y podrían, como cualquier trabajador más, sindicarse y defender sus derechos. No tiene hoy ningún sentido –tampoco lo tiene el nombre— la confusión creada con el mantenimiento de una institución que a veces es rural y otras no, que actúa en unas comunidades y en otras no, que tiene funciones exclusivas en unos sitios y en otros no --por ejemplo, el trafico es competencia de las policías autónomas allí donde las hay. ¿Es que no es más fácil unificar el cuerpo con la Policía Nacional? Si existen funciones, que los mortales de a pié no terminamos de saber cuáles, que tengan carácter militar, --visto que el ejército no va a desaparecer— que se lo pasen a Defensa. Pero claro es más fácil mantener un cuerpo domeñado, que esté siempre en fase de “sí bwana” y al que no se le reconozca los mínimos derechos constitucionales, como son el de reunión o de libertad de expresión o libertad sindical.
A lo mejor no es muy estético decir: Zapatero mentiroso. Pero cómo se ha de llamar al responsable de que no se cumpla una promesa –aunque ésta sea electoral, ya sabemos que muchos piensan que los programas están para no cumplirlos, sino para ganar votos. Hemos de denominarle: incumplidor, irresponsable, desleal o infractor. Y que conste que la cuestión no es sólo un problema de principios. ¿Alguien ha remarcado que los guardias civiles ganan un 20% menos que los otros cuerpos de seguridad?
A todo esto la Derecha frotándose las manos, no porque les dé la razón y quiera desmilitarizar a la Guardia Civil, --que si pudiera, al contrario, nos militarizaría a todos— sino por ver a Zapatero con problemas.
Pero todavía la cosa tiene mucho más inri. Ahora resulta que las sanciones han venido por presiones de la cúpula militar. ¡Toma castaña! Y yo que creía que los militares ya no mandaban. “Cosas veredes mio Cid, que faran fablar las piedras”.A ver si va a resultar que estamos en una democracia vigilada.
Salud y República
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