13 noviembre 2011

Cayó Berlusconi. Quo vadis Italia?

Berlusconi, finalmente, ha dimitido. Italia ha estallado en un júbilo unánime. Incluso seguidores del partido de Il Cavaliere han respirado. La mayoría seguirá votando a la derecha, pero Berlusconi es agua pasada.

Cayó devorado por sus propios amos, Los Mercados. Silvio, intentó no obedecer a los Mercados, y estos le han cesado. Sin contemplaciones.

No pudo con él, ni el pueblo italiano que no consiguió desbancarle en las urnas, ni los escándalos con las “veline”, ni sus insultos o imprudencias constantes, ni su chulería callejera, ni sus compañeros políticos que le fueron abandonando, ni las imputaciones que tiene sobre él. Sólo los Mercados, quién lo iba a decir, han podido echar a Berlusca del poder.

Hoy Silvio Berlusconi empieza a vivir sus horas bajas. Con seis procesos abiertos, separado del poder, acorralado por sus enemigos ganados a pulso, sin inmunidad parlamentaria, ha empezado a vivir su infierno. El desprestigio al que Il Cavaliere ha sometido a Italia ha sido enorme. Con él, este país, ejemplo en otras épocas, parecía un circo.

Sin embargo, la Italia de hoy, esa Italia que ha llegado a ser la risión de Europa y del mundo, no sólo ha sido obra de Berlusconi. Italia debe lo que es, en gran medida a D. Silvio, pero sin olvidar que los demás también han puesto su grano de arena.

Una democracia cristiana que se descompuso por su afán de poder y por su corrupción. Un partido socialista, con Craxi a la cabeza, que fue el corrupto mayor del reino. Un partido comunista que se diluyó en varios partidos y que dejó de ser la oposición y la referencia de la izquierda, no sólo en Italia, sino en Europa. Unos sindicatos que acomodados y conservadores, pasaron de ser la vanguardia sindical europea a ser organizaciones que han querido seguir mamando de mamá Estado, sin mayores preocupaciones que mantenerse. Y, por último, un pueblo pasota, al que sólo le importaba la “dolce vita” y que ha vivido al margen, voluntariamente desinteresado, de la política los últimos treinta años.

Constantes crisis políticas y sociales que convirtieron a Italia en un país desgobernado a finales del siglo XX. Hasta cinco cambios de gobierno se llegaron a dar en un año.

Harta la gente de todo eso, no lo olvidemos, provocó la llegada de un “salvador”, de un populista con mucho dinero y con dominio de los medios de comunicación: Silvio Berlusconi. De aquellos polvos, vinieron esos lodos.

Un populista que se dedicó a esconderse de la Justicia detrás de su inmunidad como presidente, a utilizar los medios que le confería su cargo para sus propios negocios. A comprar votos de diputados cuando lo necesitaba. A dejar un parlamento corrompido, sobre el que hay que echar lejía y empezar de nuevo.

Lamentablemente el cambio no ha sido provocado por las urnas, y al igual que en Grecia ha sido impuesto. Parece que Los Mercados no están dispuestos a que decida la ciudadanía. Hoy, ya son dos, y veremos si la cosa queda ahí. Queda diáfano que lo que se lleva son los gobiernos técnicos. Gobiernos al mandato de los poderosos y al margen de los ciudadanos.

Por eso, el sentimiento que tengo es agridulce. Encantado de que Berlusconi haya dimitido. Italia no merecía un tipo como ese, pero, por otro lado, pesimista, viendo como la dictadura de Los Mercados se va imponiendo a la democracia. 

Hoy, se ha cumplido el sueño de millones de italianos. Nunca una dimisión, y eso que en Italia están a la orden del día, ha provocado una alegría tan grande. Gente cantando canciones a favor de la dimisión. Como si de la victoria de una guerra se tratara, la gente se ha echado a la calle y con alegría ha celebrado la dimisión de Il Cavaliere. Orquestas interpretando el aleluya, coros con el Bella Ciao. Una alegría desbordante, todos alrededor de los edificios que representan el poder en Roma.

Romanos celebrando la dimisión de Berlusconi, una hora después, en el Quirinale

Ciao, Berlusca, se oía decir. Un adiós deseado. Porque este personajillo –el hombre más rico de Italia, el viejo verde más famoso del mundo, el dominador de la mayoría de los medios de comunicación italianos— ha desprestigiado a su país hasta niveles increíbles. Zafio, provocador, populista, chulo, ha dejado a Italia por los suelos.

Mañana habrá un gobierno técnico que defenderá la tesis de los ajustes, la que desean e imponen los Mercados. Pero la solución no puede pasar por un gobierno no elegido. En Italia se han de convocar elecciones anticipadas. No valen gobiernos transitorios. Esto es una anomalía democrática que debe resolverse lo antes posible.

Vacunados de berlusconitis, los italianos deben pasar página y comenzar un camino nuevo, con un gobierno nuevo elegido en las urnas. Si no, habrán pasado del gobierno de un payaso al de unos Mercados dictadores. Que la transición a una elecciones democráticas sea rápida, si no es así, empezaremos a sospechar que estaremos todos, dentro de poco, bajo gobiernos técnicos, elegidos convenientemente por Los Mercados. Y les juro que da susto, mucho susto.

Salud y República

11 comentarios:

Dean dijo...

Ahora tienen al pueblo contento y les controlarán más fácilmente. Ahora asumirán los recortes -que impondrá Sarkomerckel- con la carita feliz.
Un saludo.

tecla dijo...

Vamos todos en la misma dirección, Kabila.
Los mercados de hoy son los señores feudales del ayer.
Ellos nos protegen del enemigo que es la pobreza, a cambio nosotros dejamos nuestro dinero en sus manos, nuestras viviendas y nuestros enseres y ellos nos dan de comer, no pagan impuestos, ni van a la guerra, tan solo producen las armas. Un largo etc.
Todo es igual que siempre. El que tiene el dinero tiene el poder. Lo demás son falacias.
Eso sí, a pesar de todo, tengo la impresión de que somos más felices que ellos. Igual que siempre cuando ellos tenían gota y nosotros no.
Y en cuanto a Berlusconi, ni para eso servía.

Ciberculturalia dijo...

Rafa, a mí de todo esto lo que más me inquieta, lo que me rebela verdaderamente, es que Berlusconi no haya caido por sus constantes tropelías, por su corrupción.

Lo ha decidido la oligarquía económica pasandose por el forro cualquier vía democrática. Todo en el parlamento italiano ha sido un puro paripé.

Mandan los mercados y han enviado a "su hombre": Monti a la sazón director europeo de la Comisión Trilateral, pertenece a la directiva del Club Bilderberg... y un largo etcétera.

En fin, qué decir de Grecia...

La lección aprendida es que si no cumples los mandatos de la oligarquía económica, te sustituyen sin más y pasandose por el ferro cualquier vía democrática.

A mi juicio, terrible situación
Besos

Felipe Medina dijo...

Lo peor de todo ello es que no lo hayan echado los ciudadanos a través de las urnas y que hayan sido los mercados quienes se hayan apropiado de la soberanía ciudadana

Saludos

Anónimo dijo...

Yo creo que lo se viene llamando "anomalía democrática" es técnicamente un golpe de estado y, al fin y al cabo, una forma como otra cualquiera de conculcar la democracia. El hecho de que todo se haga con el beneplácito del parlamento, no cambia en absoluto las cosas, y sin embargo no parece que nadie o casi nadie, en el mundo libre, se haya escandalizado demasiado.
Sin duda; un adelanto de lo que son las verdaderas intenciones de algunos y una muestra de nuestra actual capacidad de reacción.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Me parece EXCELENTE todo tu análisis Lo comparto.
Veremos ahora cómo sigue el devenir de los italianos.

Un abrazo

Genín dijo...

Yo mas bien preguntaría:
¿Quo Vadis Berluscuni?
Salud

Antonio Rodriguez dijo...

Este suceso tiene su lado bueno, que es que Berlusconi tendrá ahora que enfrentarse a la justicia sin la cobertura de la inmunidad política y el malo, que se ha evidenciado que quienes mandan en la política no son los políticos sino los llamados mercados.
Salud, República y Socialismo

Dilaida dijo...

Supongo que los italianos estarán contentos de perderlo de vista. Ahora espero y deseo que les vaya todo mejor.
Bicos

Txema dijo...

Mira Rafa, a mi Berlusconi me parece un cáncer para Italia, por las razones que has señalado y otras.

Es una especie de bufón con tintes de Duce. En fin un desastre total.

Pero, mientras no se demuestre lo contrario, ganó las elecciones. Nos parecerá extraño e inconcebible pero así fue.

Mal asunto este de que sean los mercados los que puedan con presiones de todo tipo forzar la caída de gobiernos, muy malo.

Un abrazo

RGAlmazán dijo...

Pues si, coincidimos todos. Está bien que Berlusconi esté fuera de la política italiana, pero no que sean los mercados quienes lo decidan. La decisión debe ser del pueblo y no impuesta.

Besos y abrazos a repartir

Salud y República