Vivió casi cien años. Paso toda la vida buscando la verdad. Escribió tres novelas, tres obras de arte que le hicieron llegar a lo más alto de la literatura hispana. Y fue capaz de poner a Argentina en pie, con su Nunca Más, informe sobre la dictadura argentina, que dio a conocer las atrocidades de ese vergonzoso periodo.
El llamado Informe Sabato, permitió dar comienzo a una regeneración y a la búsqueda de justicia contra los milicos que conculcaron los derechos humanos y sembraron el terror con asesinatos, torturas y desaparecidos en Argentina, durante la dictadura.
Siempre vivió igual. En su misma casa, con su misma gente, con sus libros de siempre. Siempre comprometido con la ética. Fue leal a su propia vida. Tan leal como a su propio apellido, al que a pesar de pronunciarse Sábato (Sabato significa Sábado en Italiano), el lo mantenía sin la tilde, como en su idioma original.
Tímido, frágil y afectuoso, pudoroso. Toda su vida lucho por la justicia. Su honestidad fue una de sus grandes virtudes. Un buen hombre, un intelectual reconocido, un escritor de primera magnitud.
Tres veces fue propuesto para el Nobel, tiene innumerables premios, entre ellos el Cervantes. Fue contemporáneo de Borges, con el que mantuvo discrepancias y polémicas, pero siempre hubo un gran respeto intelectual entre ellos, y como él, fue un lector apasionado:
“Leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el mundo, y los ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocable”
Ayer, Sábado, se fue, a punto de cumplir cien años. Y lo hizo sin ruido, como vivió. Lejos del bullicio y cerca, muy cerca, de sí mismo. Pasó sus últimos años sin escribir, con depresión, y sin pintar, afición que siempre había mantenido, de la que le privó su ceguera. Lejos del mundo, pero siempre en él:
“Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas”
Queda su obra literaria y nos deja también su compromiso con la vida, con una vida larga, fructífera, con una vida llena de sentido ético y estético. Hoy tenemos motivos sobrados para recordarle y añorarle.
Y empezó como Sabato y acabó en sábado. No podía ser de otra manero. Llevó su lealtad hasta el final.
Gracias maestro por su obra, por su vida comprometida, por su búsqueda eterna de la verdad. Su existencia es nuestro ejemplo, y con él quedamos.
Salud y República
7 comentarios:
Maravilloso escritor y además espléndido ser humano: comprometido con la libertad, con los derechos humanos, con la ética, tal y como señalas.
Un gran maestro.
Un beso
Me uno a las gracias. Y suscribo todo lo que dices.
Me uno a tu homenaje a este gran escritor y un gran hombre.
Lo descubrí a leer "El Tunel" y después supo de todas sus actividades en favor de los Derechos Humanos.
Se ha ido un gran ser humano
Abrazos
Si, una vida bien vivida.
Que en paz descanse.
Salud
Me uno a tu homenaje, completamente de acuedo con todos los elogios que utilizas.
Bicos
Carmen, tal cual lo has descrito. Besos
María Jesús. Un tipo extraordinario.
María, así es. Yo ya tengo preparadas las tres novelas para releerlas. Besos.
Felipe, El Túnel, me parece un ejercicio perfecto de literatura. Difícil superar esa maestría. Y el inform Nunca más, ha tenido una transcendencia total.
Genín, sí, una vida plena.
Dilaida, un tipo único. Bicos.
Salud y República
Es verdad que los que son verdaderamente grandes pasan por la vida con toda humildad y discreción. Aún recuerdo cuando leí el maravilloso "Sobre héroes y tumbas".
Salud y República
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