En busca del personaje (23). La cultura como terapia

Hace dos semanas que empezamos con este juego, de nuevo, después del descanso estival. Los personajes que se incluyeron en el texto fueron: Bertolucci, Aida García, Peter Gabriel, Lula y Engels. Y los acertantes fueron: Paco Piniella, Augusta y Jose. Así es que enhorabuena a los tres.

Hoy contamos con otros cinco personajes, y ya saben el texto es un simple pretexto cuyo único sentido y fin es colocar pistas deslavazadas que puedan ir acercándonos a los personajes. Y pistas son también las dos fotografías.

Aquí está el texto:

Había fallecido recientemente. Le habían encontrado muerto en su casa, un cd de Atahualpa Yupanqui sonaba y en la mesita, una carta dirigida al juez dentro de un libro de un premio Nóbel americano. Se había vestido de gala para el suicidio, de blanco y con antifaz como Polichinela y con una pajarita, antes de que le llegara el final: padecía meningitis tuberculosa. Amadeo había vivido a su manera.  Drogas, mujeres, el alcohol y el juego le habían rodeado durante los últimos años que pasó en Italia. Su madre cubana y su padre ruso se conocieron en California, en los años de la gran depresión. Después con la fama se había vuelto un pájaro de cuidado, nadie hubiera puesto la mano en el fuego por él, hacía tiempo que vivía solo, atrás quedaron los tiempos en los que su música de ballets era bien acogida por el público.

Su hermana Mercedes se encargó de llamar a sus amigos. Un escultor argentino que también pintaba, Andrés Fontini, su amigo Rafa Giaco jugador de baloncesto, John Ford, de raza negra, homónimo del director de cine, cantante de jazz.

El juez, leyó la carta delante de su hermana, el forense y la policía:

“Sr Juez, queridos todos:

A pesar de todo, doy gracias a la vida, tuve mi época, fui feliz. Luego jugué demasiado y ser jugón tiene un precio, me tocó a mí, pero no os preocupéis, sigo pensando que, a pesar de todo, la vida puede ser maravillosa”.

Y esto ha sido todo, ya saben, sólo queda que participen y acierte. Así es que: suerte.

Salud y República