Con la Iglesia has topado, Berlusconi

Un personaje de su talla, que es tan zafio como listo, tan poderoso como astuto, aunque su talla intelectual y moral esté por los suelos, debería haber medido mejor sus pasos. Y desde luego, los últimos dados han ido más allá de lo que la prudencia y el sentido común pueden indicar.

El impero político de Berlusconi está apoyado en cuatro patas. Lo sostienen los empresarios y el capital por un lado; la derecha fascistoide, en muchos casos fascista; los medios de comunicación que domina casi de forma monopolística y la Iglesia Católica.

Pues, Il Cavaliere ha medido mal sus fuerzas y ha conseguido quedarse cojo, con tres patas, perdiendo el apoyo de una de las más importantes, la Iglesia.

A la sombra del poder conservador, como suele hacer, la Iglesia ha vivido bien, ha obtenido favores que ha pagado con creces y ese matrimonio entre Berlusca y el Vaticano ha dado a ambas partes contraprestaciones apetecibles. Sin embargo, el episodio de las orgías con "le veline" junto a su separación conyugal, y otros de dudosa moral para la Iglesia Católica, consiguió enfriar las relaciones entre ambos.

No obstante, para poner remedio a esa incipiente ruptura se había concertado una cita entre ambas partes. Y cuando parecía que la cuestión iba a arreglarse, a un día de la cita se ha destapado lo que puede ser el divorcio de la Iglesia y D. Silvio.

El periódico Il Giornale (uno de tantos de los que posee el primer ministro Italiano) acusó al director del periódico Avennire (propiedad de la Conferencia Episcopal Italiana) de haber tenido que pagar una indemnización por un asunto de homosexualidad de hace siete años, presentando la sentencia del juicio. A lo que el director de Avvenire, Dino Boffo, ha contestado defendiéndose y diciendo que es una calumnia pero que dimitía por no ensuciar el nombre del periódico de la Iglesia.

Independientemente de que se haya producido el hecho o no, lo que está claro es que Berlusconi, por medio de uno de sus periódicos se ha querido vengar de Dino Boffo, que le había criticado contundentemente, por los útlimos escándalos sexuales que habían saltado a la palestra. O sea, valiéndose de su poder mediático ha sacado una información del archivo de los tiempos en un momento determinado, con el fin de castigar a quien le estaba criticando.

La Iglesia, después de ponerse al lado de Boffo, le ha agradecido sus servicios y ha decidido tomar la iniciativa contra Il Cavaliere, habiéndole declarado su enemistad y rompiendo los lazos que les unían.

Las cuatro patas que sostienen el banco de poder de Berlusconi son importantes. Los empresarios y el capital le aportan los medios. Los medios de comunicación le difunden constantemente su mensaje propagandístico. Los fascistoides y fascistas el proporcionan la ideología dura que tanto se lleva hoy. Pero, la Iglesia es probablemente la que le puede aportar más electores. Es por ello que Berlusconi no se puede permitir, si quiere seguir, dominando el terreno político, esta ruptura con el Vaticano, pues puede llegar lo que no ha sido posible por otros medios, el fin de su reinado.

De mantenerse esta guerra, si Il Cavaliere no da marcha atrás y vuelve a su Iglesia, parece muy probable que lo tenga difícil en las próximas citas electorales, pues prescindir de un apoyo natural tan importante le puede costar su futuro político. De momento se ha roto esa comunión de confianza que existía. Así es que una vez más se cumple una paradoja, si la izquierda italiana no ha sido capaz de desalojar del poder al líder fascistoide, puede que lo haga la Iglesia, que hasta hace bien poco era uno de sus máximos aliados.

Salud y República