09 diciembre 2007

La literatura como terapia de la política (XI)

Sí, la semana pasada el texto pertenecía a El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad, como bien ha adivinado Jose Manuel. De este escritor se ha cumplido hace unos días el 150 aniversario de su nacimiento. Nacido polaco y nacionalizado británico, fue marino de la Armada y de sus constantes viajes sacó las aventuras para escribir sus relatos.

En el corazón de las tinieblas el autor analiza los efectos crueles de la colonización blanca. Este relato está ambientado en el Congo belga, donde Conrad pasó seis meses. El protagonista Kurtz, jefe de una explotación de marfil, es el prototipo colonialista cuyo único fin es hacerse lo más rico posible y volver a la cuna de su imperio, Europa, aunque para ello deba explotar y domesticar a los nativos, que le sirven de mero instrumento para sus fines.

Esta obra de culto ha servido de base para otras novelas y obras de arte. Sin duda, una de las huellas más importante que deja es la película Apocalypse Now, que como admite el propio Coppola está basada en el relato de Conrad.

Y ahora volvemos al presente. Esta semana el fragmento propuesto es:

A poco de quedar solo frente al fuego oí algo como pequeñas voces en un rincón de la sala. Alguien había dejado prendido un aparato de radio de viejísima estampa, entre las mazorcas y cohombros de una mesa de cocina. Iba a apagarlo cuando sonó, dentro de aquella caja maltrecha, una quinta de trompas que me era harto conocida. Era la misma que me hiciera huir de una sala de conciertos no hacía tantos días. Pero esta noche, cerca de los leños que se rompían en pavesas, con los grillos sonando entre las vigas pardas del techo, esa remota ejecución cobraba un misterioso prestigio. Los ejecutantes sin rostros, desconocidos, invisibles, eran como expositores abstractos de lo escrito. El texto caído al pie de estas montañas, luego de volar por sobre las cumbres, me venía de no se sabía dónde con sonoridades, que no eran de notas, sino de ecos hallados en mí mismo.

Pues nada, a ver cómo se os da. Que será fácil como siempre. A acertar.

Salud y República

Actualización a las 21.30:
Alberto ha dado en el clavo al acertar el autor: Alejo Carpentier. Falta sólo el título de la novela, como pista diré que se publicó en 1953 y el protagonista es un músico.

11 comentarios:

Alberto Ginel Saúl dijo...

Antes de que se me adelanten: sé que es de Alejo Carpentier, casi con total seguridad. Dudo acerca de la obra concreta, quizás se trata de "el reino de este mundo".

Un saludo.

RGAlmazán dijo...

Alberto mereces una mención, eres un hacha, con un párrafo sacas el autor. Pero hay que ir más lejos. No es "el reino de este mundo". Ánimo.

Salud y República

Alberto Ginel Saúl dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alberto Ginel Saúl dijo...

mmm cáspita... pues por mi parte me rindo. No ubico el fragmento en ninguna otra obra de este autor.
Al menos he puesto a otros participantes sobre la pista jeje. Un saludo amigo.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Pues la verdad es que no caigo.

Antonio Rodriguez dijo...

Podria ser "La consagración de la primavera"

¡Oh insige literato!
Salud, República y Socialismo.

RGAlmazán dijo...

Lo lamento D. Antonio, no es "La consagración de la primavera". Ud. debería saber cuál es mi novela preferida de Carpentier. SEguro que me lo ha oido.

Salud y REpública

Vilos Cohaagen dijo...

Oiga, esto no se queda así. Veamos, me han soplado que sus obras favoritas de A.C. son:

El siglo de las Luces

Los Pasos perdidos

En 1800 no existían las radios, así que descartamos "El siglo". Si no son "Los Pasos perdidos" lo siguiente que haré será meter el texto en google, no quería recurrir a eso, pero no me quedará otro remedio.

Antonio Rodriguez dijo...

Pues creo que es Los pasos perdidos
o NO
Salud Republica y Socialismo

RGAlmazán dijo...

¡Qué barbaridad! Pensé que no se acertaba. Cómo son Uds. D. Antonio y D. Vilos. Efectivamente, la novela es Los pasos perdidos, de la que Uds.; tenían pistas suficientes que les han conducido al título, aunque seamos sinceros el máximo mérito es de Alberto que ha sido capaz de, sin conocer la novela, acertar un autor por la forma de escribir en ocho renglones.

En fin, me doy por satisfecho, al final han ganado Uds. como siempre y como debe ser.

Salud y República

Freia dijo...

¡Mecachis! otra vez tarde. Con lo que a mí me gusta don Alejo.
Es que me ha dado por hacer caso de los consejos de don Manuel y no paro en casa ni para comer.
Corro a ponerme al día con el resto de tus entradas. Eres tan fecundo que voy a tener que quedarme otra noche sin dormir...je,je...es broma
Un abrazo,