Pujalte, un macarra en el Congreso

Martínez Pujalte, portavoz de economía del PP en el Congreso de Diputados, continúa haciendo de las suyas. Ayer protagonizó otro de sus episodios favoritos: gritar y faltar el respeto a una diputada. En este caso, la parlamentaria de Esquerra Republicana, Laia Cañigueral.

Recordemos que D. Vicente, que así se llama el interfecto, es el único parlamentario español que ha sido expulsado de la cámara por el presidente de las Cortes por gritón y faltón. Esta vez se salvó por tablas, después de haberle llamado al orden, dos veces, el Sr. Marín.

Este diputado valenciano es un tipo zafio y tosco, que se ríe de los demás a carcajadas, que grita en los plenos y que ha hecho de la mentira y el insulto el eje de su forma de hacer política. Este comportamiento repetitivo no sólo no es condenado por el resto de los diputados del PP, sino que es alentado desde la bancada pepera. En esta ocasión se dirigió a la diputada republicana de forma despectiva y gritando desde la escalera con una actitud desafiante y con gestos ostentosos. Sin parar y sin callarse, llamó pequeña a la parlamentaria y se mantuvo en esa actitud chulesca hasta que el Presidente Marín le amenazó con la expulsión.

Conociendo a su jefe de filas Zaplana, es fácil de entender cómo actúa el segundón Pujalte. Y es que este PP es lo que es y no saldrá de su papel crispante hasta que no vuelva a perder las elecciones. Por cierto, magnífica respuesta de la diputada catalana que cuando volvió a hablar, apagada la furia de Pujalte por la amenza de expulsión, se dirigió a los peperos y les dijo textualmente: "Quizás les convendría más de lo que piensan cursar la asignatura de Educación para la Ciudadanía".

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