A Rajoy le quedan tres telediarios

Desde Kabila, mi atalaya catalana, adonde he llegado hace tres días, he podido oír los últimos improperios de estos cavernícolas fascistoides –me refiero a Rajoy y a Zaplana--, uno pidiendo condiciones para ser presidente, y llamando estalinista a todos los demás, y otro diciendo “sin querer decir”, de forma infame, qué casualidad que el gobierno coincide con ETA. Hay que ser ruines –ambos, por si queda duda—uno por clasista y xenófobo –se ve que sólo los de su clase y raza pueden ser presidentes del gobierno--, y el otro por mentiroso y difamador. Hay afirmaciones que queman y desde luego estos chicos junto con su queridísimo Acebes huelen a “chamuscao” desde hace tiempo.

Desde que Aznar cedió el poder a Rajoy, éste no ha podido hacerse con él. Todavía está por venir que el PP suba en alguna elección celebrada desde marzo de 2004.
Ahí están los datos de las generales –que perdió Rajoy, no Aznar--, de las autonómicas gallegas, andaluzas, vascas y catalanas y de las europeas. En todas ha bajado el PP. Y desde luego, Rajoy tendrá algo que ver, ¿o no? Algunos en su propio partido empiezan a discutir su liderazgo, porque aunque esté puesto por el dios Aznar, según se rumorea, los peperos, que nunca supieron perder, se están hartando de un perdedor nato.

La cuestión no es que no gana elecciones, que está demostrado, es que además pierde todas sus apuestas. Va derrochando sus considerados puntos fuertes y se le consumen entre los dedos como cerillas encendidas. En todas las iniciativas ha ido echando el resto para después dejarlas olvidadas cuando los envites estaban perdidos. Así podríamos hablar de:

La ley de educación. La que montaron junto con sus aliados eclesiásticos para luego olvidarse del tema.
La ley de los matrimonios homosexuales. Y que decir de la que organizaron hasta que han visto que la familia continúa y no ocurre nada.
La legalización masiva de los emigrantes. Si revisamos las hemerotecas veríamos que auguraban el fin de la raza hispánica. Ahora resulta que hasta económicamente han venido bien y callan.
El traslado de los documentos del archivo de Salamanca a Cataluña. Madre mía, parecía que les estaban robando la vida. Luego, nada, el Supremo lo dejó claro. Se acabó.
El estatuto catalán. España se rompía, se quebraba, se resquebrajaba, se desmoronaba, se deshacía, se… Pues ya se ha acabado, visto que no ocurre nada, ya no hablan de ello.
El atentado del 11-M. Muchos meses insinuando, cuando no, diciendo que había sido ETA, a pesar de las concluyentes pruebas contrarias. Pues bien, “no comment” –sólo siguen los más forofos y adictos, léase: Del Burgo o Pujalte, vaya parejita ultra.
El terrorismo de ETA. Esta iniciativa, todavía no abandonada, está a punto de serlo. Después del órdago echado en el congreso esta semana y las frases lapidarias dichas al respecto, se les ha gastado la pólvora. Poco pueden hacer ya, como no sea pasear bajo palio a Alcaraz como virgen y mártir.

Y ahora qué. Una vez gastadas todas las balas de la recámara, qué les queda. Tendrán que encontrar otra actividad desgastadora de gobiernos, pero cada vez hay menos. Si no lo han conseguido ya poco pueden hacer. Es posible que D. Mariano (cómo le respeto, hasta le pongo el don, cosa que no merece y hago por simple exceso), si su partido no consigue resultados buenos en las próximas elecciones municipales y autonómicas, sea destituido y reconvertido en presidente de deshonor del PP. Tal es el descrédito que le ha proporcionado su discurso –que sonaba a agonía y estertores de moribundo-- que los propios peperos empiezan a estar a disgusto y a ser críticos. En fin, si salva las próximas elecciones, que se vaya despidiendo, su final ha de ser las generales de 2008. Seguro. La gente y su gente le han calado. Sólo le quedan: Jiménez Losantos y Alcaraz, porque Aznar, Zaplana y Acebes le han sacrificado y le abandonarán como ratas de un barco que se hunde. Y se hundirá sólo, más sólo que la una. R.I.P.

Salud y República