Kailash Satyarthi es un activista de derechos humanos indio, presidente de la Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil. Lleva casi treinta años dedicado a defender los derechos de los niños y ha llegado a la conclusión de que el trabajo infantil es responsable de la perpetuación de la pobreza, el desempleo, el analfabetismo y otros males sociales.
Entre otras causas, Satyarthi critica a los políticos porque dice que no tienen la preocupación suficiente ni la voluntad política para enfrentarse al problema, y la razón es que los niños no votan, por lo que no son “público objetivo” de su producto más importante: las elecciones.
Además afirma que el problema del trabajo laboral no es que no haya mano de obra, sino que los niños son más baratos y no son reivindicativos, el ejemplo es claro, en India hay 60 millones de niños trabajando y sin embargo son 65 millones los trabajadores parados.
Estos niños no sólo sufren por el hecho de trabajar sino que su explotación es mayor, ya que no tienen derechos laborales y además de cobrar menos, trabajan más horas y de una forma penosa, pues, por su debilidad, suelen ser castigados e incluso lastimados si, al parecer de “su dueño”, no rinden lo suficiente.
Los niños suelen ser recogidos por traficantes en sus pueblos. Allí normalmente engañan a los padres, que son analfabetos, prometiendo darles una educación digna y les entregan a cuenta una pequeña cantidad de dinero.
Sus condiciones laborales son lamentables. Trabajan más de doce horas por un sueldo mísero, están malnutridos pues les dan de comer poco --sólo patatas y arroz-- y conviven apiñados en habitaciones sin luz natural y con escaso aire.
Los niños explotados son fundamentalmente de África, Asía e Iberoamérica, o sea del Tercer Mundo. Pero eso, no exime al Primer Mundo de su responsabilidad, pues, pudiendo, mira a otro lado y no pone condiciones a las importaciones de artículos elaborados por niños. Y no tiene interés por solucionar el problema pues eso conllevaría a que las mercancías importadas tuvieran un precio más alto.
La solución ha de ser global, hay que presionar a los gobiernos locales para que legislen contra la explotación infantil, castigando a la mafia traficante y extendiendo políticas de educación; y concienciar a toda la Comunidad Internacional para que no acepte importaciones de lugares donde existe esa explotación y colabore en el desarrollo educativo de esos países.
Mientras tanto, a millones de niños se les roba la infancia para que en el llamado Primer Mundo se puedan comprar artículos –en la mayoría de los casos prescindibles—, a mejor precio. Eso sí, mirando hacia otro lado no vaya a ser que se nos conmueva la conciencia.
Salud y República
9 comentarios:
Rafa, la explotación infantil a todos los niveles debería terminar ¡ya!
Alguien debería elaborar una lista de marcas conocidas para que nadie las comprara.
El primer mundo es muy hipócrita, formula los objetivos del milenio, da las sobras en proyectos de cooperación y sigue colaborando con los gobiernos que toleran esta práctica execrable.
Haces bien en recordarlo.
Un abrazo.
¿No me digas que después de exponer lo que pones no da asco ver la inauguración del año judicial con todas esas cucarachas vestidas de negro diciendo gilipolleces?
Es una pena la explotación de los niños, pobrecitos se les pasa la niñez, la juventud trabajando en unas condiciones infrahumanas, debería prohibirse ya.Besos.
Leí el artículo y había pensado en difundirlo y comentar ,cuando he visto tu entrada me he sentido identificada con el análisis y con los comentarios .
Este es un debate con muchos interrogantes , la posición de los consumidores de determinadas marcas más que conocidas , de los gobiernos y las instituciones que que consienten , en teoría desde la OIT se han firmado compromisos para la reducción al máximo el tiempo , la edad y la penosidad de trabajo infantil con la exigencia de compensación con programas educativos como forma de acabar gradualmente con el abuso y la explotación . Ya sabes el dilema que el boicot a determinadas prácticas y marcas perjudica " en teoría a los más pobres y que la erradicación total se tiene que hacer con el "consenso " de la mayoría de los países .....
Creo que las estrategias graduales o moratorias (exigidas por los gobiernos de los países más afectados )no están dando resultados y habría que ir a sencillamente globalizar y exigir los derechos de la infancia en un mundo globalizado .
Kailash Satyarthi salvó de la esclavitud a más de 67.000 niños..
Ví una madrugada, este verano, un documental sobre la labor de este activista... impresionante, realmente. Y lo cierto es que si los padres por su ignorancia se dejaban engañar por los traficantes, no es menos cierto es que cuando se les devolvían a sus hijos en casa su cara de rechazo era más que evidente y tenían que comprometerse a no maltratar este mismo niño..Miseria en estado puro.. Tremendo.. Rafa!
Excelente Post-denuncia el tuyo como siempre, mi admirado Rafa!
Un beso cariñoso.
Y Espe recomendando tarimas...¿aprenderemos a respetar los derechos de los niños?
Muy crudo informa que muestra la cruel realidad de tantos niños a los que se explota sin piedad y sin que haya ningún tipo de sanción. Además, debido el alto grado de pobreza e ignorancia los propios padres suelen "vender" a sus propios hijos como mano de obra o mercancía sexual. Resulta difícil de creer pero es así.
Si los organismos internacionales no se deciden a intervenir y los países no dejan de ser cómplices silenciosos de estos abusos, esta lacra nunca va acabar.
Hemos coincidido en el tema, por supuesto tratado de distinta forma.
Parece que nos sensibilizan las mismas injusticias.
Un abrazo.
Sí, Antonia y desde la ONU y la OIT poner sanciones a los países que los explotan. Pero, se ve que no están por la labor. Un beso.
Canuit, sí, dan asco muchas cosas.
Pues sí, Geni, deberían prohibirlo. Un beso.
Pues sí, Inés, habría que exigir los derechos de los niños y penalizar a los países que venden y a los que compran mercancías que están manufacturadas por niños.
Un beso.
Selma, así es, la ignorancia y necesidad de los padres, además de su falta de cariño hacia los niños, les hacen una presa más fácil. Un beso.
María Jesús, según esta tipa parece que la tarima es la solución, ¡es la leche! ¡Qué tía más impresentable!
Hola Mónica, sí hemos coincidido. Si hay algo que une a todo el mundo es las injusticias cometidas a los niños. Un beso.
Salud y República
Leyendo informes sobre esclavitud infantil o artículos como el tuyo me pregunto: ¿No será que a occidente ya le va bien que esto ocurra? Porque me parece impensable que no se haga nada al respecto.
¿Dónde está el poder de UNICEF?
Un beso!
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