A Trillo, tralla y al trullo

Ayer el fiscal hizo el alegato final en el juicio del Yak-42. Y pidió cinco años de cárcel para los tres militares acusados. Pero, las familias de los afectados no están de acuerdo e independientemente de que al final sean condenados los acusados, quiere seguir para que la responsabilidad sube en el escalafón y llegue a donde tiene que llegar. Porque:

No es decente que haya ciertos personajes por la calle. Hay gente, gentuza y Trillos. ¿Cómo se puede aguantar tanta chulería y tanta mentira bajo la oscura e impune cáscara de un partido político? ¿Cómo se puede estar en pié, atacando al contrincante político y tener en su conciencia un asunto como el del Yak-42? ¿Cómo es posible haber tomado decisiones tan equivocadas, con tanta irresponsabilidad y seguir siendo diputado, como si nada? ¿No le darán espasmos de mala conciencia cuando actúa de costalero en su Semana Santa? ¿Cómo se puede criticar al ex-ministro Bermejo por ir de caza con Garzón, y no aceptar ninguna responsabilidad en su gestión?

Un tipo que hizo gracias tan recordadas como darle un euro a una periodista porque le preguntaban por las armas de destrucción masiva o la de soltar la frase “manda huevos”.

Un elemento que dice que a él le hubiera gustado haber conquistado la isla Perejil y tan ricamente.

Un mastuerzo que defendía hace catorce años al juez Garzón y que es su primer instigador.

Un individuo responsable político de un acto tan grave como contratar un avión en mal estado que produjo esa masacre.

Un meapilas, que para llegar a tiempo a un funeral de Estado, fue capaz de dejar que no se identificaran treinta cuerpos del accidente del Yak-42.

El ínclito político modelo de patriota cartón-piedra, amigo del otro Fedeguico, que le defiende a ultranza, y confeso miembro del Opus-dei donde debe de ser el ejemplo de la Obra.

No sé por qué, pero la letra de este tango Cambalache me recuerda a Trillo.

Por todo lo anterior, porque se lo ha ganado a pulso, porque hay gente que mancha el aire con su movimiento fétido. Habremos de convenir que no se puede ir de rositas, por lo tanto, al igual que las familias afectadas hay que pedir, por sus propios merecimientos, que: A Trillo, tralla y al trullo.

Salud y República