17 agosto 2008

La literatura como terapia de la política (XLVI)

El libro de la semana pasada era Lolita de Nabokov. Lo acertó la Condesa Freia.

Qué decir de esta novela. Una obra cumbre de la literatura del siglo XX. Nabokov consigue hacer de Humbert, el protagonista de la novela --un enamorado idealista de una niña de doce años--, un héroe. La novela fue considerada pornográfica en un principio, para luego ganarse el lugar que merece en la literatura. Se trata de una novela erótica donde Humbert, idealiza a Lolita, una adolescente caprichosa de mal gusto que le irrita, pero que sin embargo le sirve de arquetipo para plasmar su amor ideal. La Lolita de Humbert sólo existe en su mente. Nabokov consigue varios niveles de lectura y al lado del relato amoroso se encuentra la crítica a una sociedad norteamericana incipientemente consumista y autocomplaciente.

Esta novela ha sido llevada al cine dos veces, la primera por Stanley Kubrick, quien hizo una película interesante pero lejos de la calidad que posee la novela de Nabokov. Después en 1997, esta vez de menor calidad, aunque con una interpretación notable.

Y pasamos al fragmento de la obra de hoy:

Si la fiesta se componía, y la rogaban un poquito, no le costaba nada ponerse las plumas aunque pareciera un espantapájaros y nada tuvieran que ver con su número de baile español. Para que la gente se riera, nada más, y la risa me envuelve y me acaricia y los aplausos y las felicitaciones y las luces, venga a tomar con nosotros mijita, lo que quiera, lo que quiera para que nos baile otra vez. ¡Que tanto miedo al tal Pancho Vega! Estos hombrones de cejas gruesas y voces ásperas eran todos iguales; apenas oscurece comienza a manosear. Y dejan todo impregnado con olor de aceite de maquinarias y a galpón y a cigarrillos baratos y a sudor... y los conchos de vino avinagrándose en el fondo de los vasos en las siete mesas sucias en la madrugada, ahora en la mañana y todas las mañanas. Y al lado de la silla donde estuvo sentado el gordo de la Clotilde, quedó un barrial porque el muy bruto no dejó de escupir en toda la noche –muela picada, dijo.

Y ahora, sólo queda que lo acierten ustedes. Adelante, que no es gerundio.

Salud y República

7 comentarios:

Angel Adanero dijo...

¡Caramba Almazán! Sin lugar a dudas usted no tiene límites en esto de la literatura.

Saludos

RGAlmazán dijo...

Sr. Adanero siempre se le encuentra a usted en cualquier lugar.

Hay que ver cómo le gusta jugar. Es usted incorregible.

Salud y República

Freia dijo...

Señor conde hoy no ha dado Vd. opción a nada. Y el comentario le ha quedado gracioso

RGAlmazán dijo...

Bueno pues nada, hoy ha hecho los deberes el Sr. Adanero, se trata de la novela Un lugar sin límites del chileno José Donoso.

Sra. Condesita no me adule usted al Adanero por muy aristócrata que sea (por cierto, que no sé si es Barón, como yo le llamo, o Conde, como hace usted), que luego se nos crece y es capaz de hacer la competencia a mi querida Augusta. Un beso (en la mano, naturalmente).

Salud y República

Freia dijo...

Don Rafael

Es señor conde, que una cosa es que nos metamos con él y otra que le reduzcamos el condado a baronía... Ya sabe solidaridad aristocrática (¡jesús, qué raro suena eso!)

Ya sabe Vd. que Augusta no tiene parangón o comparanza. Pero si quiere que le diga la verdad, me da en la nariz que el que más la echa de menos es el señor conde...
Un abrazo.

Angel Adanero dijo...

¿Se puede dar como "ganador" a alguien que no ha dicho ni el título y ni el autor? Me tiene usted que hacer llegar las normas del concurso, que me da a mí que alguna irregularidad se ha cometido. Hasta creo que debería usted hacernos pasar el control antidopaje.
No quiero ni imaginar si estuviera la Almazanita presente la que se hubiera organizado por este amañamiento.

¿No sabe si Adanero es barón o es conde? Le aclaro. Es varón y es-conde cosillas como cualquier otro. Lo de señor ya me parece excesivo, así que dejo a su elección el tratamiento. Si hace falta hasta le beso también a usted la mano.

Un saludo.

fritus dijo...

Ciudadín...

Suerte que no estaba, que estaba de viaje, porque hubiese quedado fatal, mijitos ( no sé si existe eso, ni en chileno)

Eíngel, vale que has ganao de calle...pero queda un poco feo eso de autoproclamarse varón ( eso es como el valor en la mili, se nos supone).

Un abrazo a todos, lo dicho, cualquier 30 de febrero de estos ...acierto,