22 junio 2008

La literatura como terapia de la política (XXXVIII)

De nuevo llegamos a otro domingo. Primero diremos que la semana pasada la obra era Tantas veces Pedro de Alfredo Bryce Echenique. Acertó de nuevo, Augusta.

Bryce es un escritor peruano que nació en una familia de banqueros y tuvo la suerte de poderse dedicar a lo que más le gustaba: la literatura. Reside en Europa desde hace cuarenta años, y en España desde hace más de veinte. Irónico como pocos, en sus novelas introduce personajes reales a los que caricaturiza. Rechazó la Orden del Sol, concedida en 1995 por el gobierno peruano de Fujimuri, por su desacuerdo con el gobierno de su país, de dudosas convicciones democráticas.

Tantas veces Pedro, es una de sus novelas más importantes. Con su sentido del humor refleja muy bien al protagonista, Pedro, un joven peruano, bebedor empedernido, que desea ser escritor, y que, por un lado, mantiene largas conversaciones con su perro de bronce, Malatesta; y por otro, su amor idealizado por Sophie, lo que le hace que sus relaciones con sus amigas sean tirantes y de duración limitada. Una gran novela donde el escritor denota su nivel intelectual, su buen oficio de escritor y un humor que compensa los dramas que en ella se viven.

Y sin más dilación, pasamos a la obra de hoy:

Entonces recordé los callados misterios que había notado en aquel hombre. Me vinieron a la memoria los siguientes detalles: que jamás hablaba si no era para contestar; que, aunque a intervalos, se tomaba bastante tiempo para sí mismo; que jamás le había visto leer, ni siquiera un periódico; que durante prolongados lapsos, se quedaba de pie, mirando hacia fuera por la pálida ventana tras el biombo, en dirección al muro de ladrillo; que estaba totalmente seguro de que jamás visitaba un figón ni una posada; que su pálida faz indicaba claramente que nunca bebía cerveza, como Pavo, ni incluso té o café como los demás; que jamás iba a ninguna parte, que yo supiera; que no había salido a dar ningún paseo, a no ser en el caso presente; que no había dicho quién era, ni de dónde venía, ni si tenía parientes en este mundo; que aunque flaco, y pálido, en ningún momento se quejó de mala salud. Y sobre todo, recordé cierto aire inconsciente de…

Bueno, pues nada, ya lo saben, quien lo desee puede empezar a decir de quién se trata y el título de la novela. Adelante. Aquí me quedo esperando sus aciertos.

Salud y República

11 comentarios:

Augusta II dijo...

Esta vez me lo pone en verde, pero sin vínculo.

Mire que yo creo que me están cogiendo manía en esta bitácora.

Ni el texto he leído todavía, fíjese.

A ver quién es el afortunado.

Salu2!

Angel Adanero dijo...

Mira que no enlazar a Augusta... No tiene usted perdón de Dios. Prepare la fanfarria y la alfombra roja para el próximo domingo que seguro que esta también la acierta ella.

Un saludo.

RGAlmazán dijo...

Oigan no se me quejen. Querida Augusta, ya está corregido. Y el Barón de Adanero se alía con quien sea para entrar en mis dominios. ¡Que barbaridad! Lo que hay que soportar a esta mediana juventud.
Y a lo suyo, que es acertar. ¡Hombre! que ya está bien.

Salud y REpública

Augusta II dijo...

Oh, Melville!!!

Pero no es Melville, no. Aunque está inspirado en uno de sus relatos.

Yo creo que es un escritor al que tengo pensado dedicar un texto de su libro "Extraña Forma de Vida" acompañando a uno de mis cuadros.

Hablo de Vila- Matas.

¿Es?

Libro, Bartleby y Compañía.

¿Es?

¿No es?

Adoro a este señor. Si no es, no me importa, ahí queda su mención y de paso mi recomendación.

Salu2!

Augusta II dijo...

¿O Será el mismísimo relato de Melville?

JUAJUAJUA.

Gracias por la predicción, Adanerito, a ver si hay suerte...

:)

fritus dijo...

Mire Don Rafael, he entrado aquí araa saludarle pero ni pajolera idea,... eso sí, le agradezco que haya colgado el post en este día de feromonas España -Italia, usted si que es un hombre.

Yo , también he pensado en Capitan Achab ante la descripción de un tio tan agrio, pero va a ser que no.

Un beso

RGAlmazán dijo...

Pues sí, Dª Augusta es: Bartleby, el escribiente. Está usted invencible, le anuncio que acaba de pasar a D. Vilos 11 a 10.

D. Fritus ha pensado bien, no era Moby Dick pero sí se trataba de Melville.

Salud y República

Angel Adanero dijo...

Hala. Ya estoy preparando la alfombre roja y ensayando la fanfarria.
Por cierto, ¿ese Melville en que equipo jugaba?

Un saludo.

Augusta II dijo...

11 a 10!!!

E-pa-ña, E-pa-ña!!!

Adanero, Melville no jugaba en este partido, juega con los rusos el jueves, y me han dicho que se lleva a su ballena porque le da suerte.

Buena noche.

Angel Adanero dijo...

No es nada extraño lo del Melville ese, yo aún duermo con mi osito de la suerte.

Por cierto, la alfombra y la fanfarria no son para España. Son para cuando el señor Almazán te nombre en su entrada el domingo que viene. Toda en verde, vinculada, coronada de laureles y con una cohorte de doncellas esparciendo pétalos de rosas a tu paso.
¡Qué momento!

Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos y bla bla bla...

Augusta II dijo...

Jajaja!

Ahí, ahí, que se note el poderío.

Y como le falle el verde, el vínculo o lo que sea, le acierta el libro Adanero, eso sí, que de un plazo de unas dos semanas mínimas, que si no, no habrá manera.Jurjurjur!

Buena noche II. El Retonno.