15 septiembre 2007

Frida Kahlo en las fiestas de Rivas

Estamos en plenas fiestas de Rivas-Vaciamadrid. Dentro de ellas, además de lo típico y tópico de las fiestas municipales se pueden encontrar actos culturales, algo menos común en otros municipios.

Hoy, por ejemplo, se entregan los X Premios Frida Kahlo de pintura y relato corto. Premios que organiza la Asociación cultural “Grupo Frida” conjuntamente con la Concejalía de Cultura. Para el Grupo Frida, del que soy miembro fundador, es un día importante. Es una jornada donde se puede hacer feliz a un creador con una recompensa.

Aprovechando el acto no quisiera olvidarme de que este año se cumple el centenario del nacimiento de Frida. Esa mujer cuyo arte y personalidad ha conseguido algo que no es fácil, dejar huella. Mujer única que se paseó por esta vida durante cuarenta y siete años sufriendo y gozando, en definitiva: viviendo. Una vida especial, con decenas de operaciones, desde que la polio la visitó a los seis años hasta el final de sus días, marcados por el grave accidente sufrido a los diecisiete años que le produjo una apreciable cojera y unas lesiones de columna que nunca la abandonarían, además de varios abortos, y que le dejarían postrada en la cama, sobre todo, los últimos años de su vida.

Frida utilizó la pintura como terapia. Es así como en ella refleja una vida llena de sufrimientos y de tristeza, pero también de color y de amor. Es una pintora con un carácter único. Vitalista al máximo a pesar de tener motivos para no serlo. Vivió en libertad y su único lazo fue su marido Diego Rivera, con el que tuvo unas relaciones convulsas pero amorosas.

Si hubiera que resaltar algo de su carácter, creo que debería ser la libertad, esa libertad que aplicaba a todas las facetas de la vida y que la convirtieron en una continua rebelde, y las ganas de vivir. A su enfermedad contestaba con su famosa frase: "Pies para que os quiero, si tengo alas para volar". Valiente, con un coraje inigualable aguantó todo el sufrimiento sin rendirse. Sólo al final, el sufrimiento se hizo irresistible y entonces, sólo entonces, bajó el telón…



Salud y República

4 comentarios:

Augusta II dijo...

Frida... Todavía a estas alturas no tengo claro lo que siento por ella, por sus obras. Quizá una especie de relación amor-odio. Me inquietan sus cuadros, su vida, ese sentimiento enfermizo por Diego, el dolor camuflado bajo los colores llamativos de sus pinturas...

En fin, lo único que puedo decir con toda seguridad, es que sus cuadros no me dejan impasible.

Esta tarde estaré en la entrega de premios.

¡Nos vemos!

Salu2!!!

Anónimo dijo...

Me sumo al recuerdo de Frida. Disfrutad de las fiestas en ese maravilloso oasis.
Salud.

Anónimo dijo...

Frida Kahlo a quien aprendí a admirar gracias a nuestra querida Lola, siempre me ha parecido, además de ser una maravillosa pintora, el arquetipo de persona capaz de sobreponerse a las desgracias personales y luchar para poder seguir viviendo con dignidad.
Además compartiendo parte de su vida con un Diego Rivera, que no le hizo convivencia nada facil, sino todo lo contrario.
Salud, República y Socialismo.

Blanca dijo...

Hay dos mujeres pintoras que siempre me han apasionado, una por supuesto Frida, la otra Tamara de Lempicka, ambas impactantes, libres, diferentes. Una es muy conocida, no no solo por sus cuadros, la otra, lamentablemente... poco conocida, pero otro referente...