14 mayo 2010

¡Vivan los pecados capitales!

Señoras y señores desde ayer me encuentro alejado de mis dos residencias habituales, ya saben Rivas y la Kabila Tarraconense, y es que, ante tanta holganza habitual, es menester flagelarse un poco e infligirse un castigo merecido.

A la sazón hemos decidido, la jefa y yo, encontrar nuevos caminos que nos hagan más difícil todavía nuestra tortuosa vida. Así es que esa es la razón de que nos encontremos en la comarca del Alto Mijares, en Castellón –ya saben, dominios de Fabra, el imputadísimo—, donde dicen, y estoy empezando a experimentarlo, se sufre un montón.

A pesar de estar en la Comunidad Valenciana, nadie todavía me ha ofrecido ni trajes ni dividir las facturas, ni servicios pagados y no realizados, así es que he de considerar que la proximidad de Teruel debe hacer de esta comarca algo excepcional.

Y aquí nos encontramos, llegamos ayer, y lo dicho, dispuestos a infringir todas las normas, hacernos acreedores del Averno y desde que me han dicho que el próximo número de Delirio va a dedicarse a los pecados capitales, ¡a practicar!, que no hay mayor morbo que pecar a sabiendas.

Miren ustedes, lo de la soberbia es porque en medio de este paraíso, que ustedes pueden observar más abajo, uno puede llegar a creerse el rey del mambo, aunque sea simplemente un vulgar ciudadano, de oficio: sus vicios y la blogueria.

En cuanto a la avaricia, que quieren que les diga, ahí fallo, aunque haré un esfuerzo por no quedar mal y probaré a llevarme los jaboncillos, las toallas y demás artefactos peligrosos del hotel para poder llegar a fin de mes, que ya saben que me han congelado la pensión.

De la gula sí, aquí sí que me voy a explayar. Ayer ya probé un buen arroz al horno y un trozo de cordero que no estaban mal, pero pienso mejorar y llevarlo hasta las últimas consecuencias.

La envidia, también la estoy practicando. Cuando he salido a dar una vuelta por estos alrededores que parecen de película y he visto a los aborígenes con esa cara colorada, sanos, fuertes, que suben y bajan estas malditas cuestas que tiene este pueblo, les siento envidia e incluso me acuerdo de San Pedro, por eso de que está arriba.

También tengo que hablarles de la ira. Y sí, con ese vicio de leer periódicos y de informarse a ver quién es el guapo que no tiene esos ataque de ira cuando ve al Camps, diciendo que cuarenta y cinco millones de españoles saben que es inocente, o cuando escucho que sin remedio van a entrullar al juez que ha tratado de investigar el franquismo, o más todavía cuando veo la desfachatez de ZP con esa cara de “nohaymásremedio”. Pero en algo hay que gastar la adrenalina.

Uno que es como es, y ha tenido una represión durante tantos años, va a ser difícil que les hable de la lujuria, pero haberla hayla, y si hay que practicarla, pues eso, ahí estamos.

Y por último, me queda la pereza. La santa pereza, la siempre vilipendiada y acosada pereza. Que si el trabajo es salud. Que si hay que trabajar para ganar el pan. Que si trabajar es una contribución a la sociedad. ¡Falso! ¡Mentiras! Cuando trabajamos es porque no tenemos más remedio, pero hay de aquel que no es capaz de valorar la pereza. Si hay algo en este mundo que es una gozada es dejar pasar el tiempo sin hacer nada, con la mente en blanco, tumbado, sentado, de cualquier manera. La pereza junto con la gula y la lujuria son los pecados capitales que más hay que prácticar. Y no se preocupen que no pasa nada. Si no es por esto, será por lo otro, al final nos vamos a condenar igual.

En fin, que todo este rollo es para decirles que me encuentro recluido en un balneario donde lo estoy pasando fatal. Piscina, sauna, yacuzzi, aire sano. Vamos una vida insoportable como pueden imaginar. Así es que si estos días, ven ustedes que escribo tonterías o que bajo la frecuencia, perdónenme que practicar los capitales lleva tiempo, disuelve la sesera y entontece lo suyo.

Mientras tanto pueden echar una ojeada a las primeras fotos que he sacado, para que puedan comprender mi desazón y mi desatino:

El día estaba medio lluvioso y uno es un mal aficionadillo, así que sirva para enseñar un poco el entorno

Salud y República

17 comentarios:

Felipe Medina dijo...

Pásatelo bien y no dejes de practicar ningún "pecado caiptal".Como bien dices, la lujuria y la pereza son sanísimos y además los guardianes de vigilarlos están llevando a cabo una huelga de tremendas dimensiones


¡Salud y, también, República!

belijerez dijo...

Ya estoy pecando yo también con la envidia que ha dado ver las fotos.

A ver si puedo seguir con la lujuria, lo intentaré.

Saludos y a disfrutar.

Eastriver dijo...

Bravo por la ironía y el sanísimo sentido del humor. Y sigue pasándolo fatal, hijo, que con sufrimiento se aprende y se liman las asperezas. Dedícate al descanso y a la buena mesa aunque no te apetezca, a los baños, a los masajes, a todo eso, que ya sé que es torturante, ... pero si hay que hacerlo se hace. Y piensa que lo que se cuece fuera de esta cárcel en la que estás recluido es demasiado triste. Así que yo me quedaría ahí al menos por una temporadita.

mariajesusparadela dijo...

No sé cómo puedes soportar tanta paz, hermosura y austeridad.

RGAlmazán dijo...

Oigan pues esto tiene continuación, pero no la puedo escribir ahora. Mis múltiples ocupaciones me tienen estresado. Así que esperaré a mañana. Y se van a enterar ustedes, vosotros, de lo que vale un peine y como funciona un balneario inquisitorial.

Salud y República.

Ciberculturalia dijo...

Vivan, vivan y vivan...todos los pecados capitales

Yo ahora mismo estoy practicando el pecado capital de la envidia. Pero nada de la sana que me parece cosa de la gente de la calle de serrano, por poner una geolocalización.

NO, de la envidia malsana total. Y es que daría parte de mi república por abandonar los madriles tensos y urbanitas por algo de espacios como el que nos has enseñado, que por cierto son los auténticos "brotes verdes".

A pesar de la envidia que me produces, deseo (a ambos) el mejor de los disfrutes y que al menos nos sigas contando y enseñando aquellas maravillas.

Un beso, tristemente madrileño

Basseta dijo...

Que lo disfrutes que te lo has ganado a pulso. Peca todo lo que puedas.

Antonio dijo...

Dios!!! Qué mala suerte. En un balneario sufriendo de todo esa parafernalia que lleva a la pereza y el sosiego, a la paz interior y al relax... Seguro que además tendrás que tomarte unas copas de vino acompañadas de jamón y algún que otro manjar propio que te lleve a la gula.
Solo me queda decirte, sinceramente, que te acompaño en el sentimiento.
Un saludo

Diego Fernández dijo...

Qué le vamos a hacer. Sopórtalo como puedas...
Abrazos,

Diego

Dean dijo...

También le hubiera podido llamar risoterapia porque me he reido con la forma de expresarlo, muy simpático si señor,una entrada muy agradable, aunque me deja un poco preocupado, veo reflejado al típico cristiano, que se dedica precisamente a eso, pero el domingo va a misa y se arrepiente, espero que a usted no se le ocurra arrepentirse.
Un saludo.

Genín dijo...

¡A pecar, que se acaba el mundo!
Salud

Nor dijo...

Me alegra que estés disfrutando en Montanejos. No están mal los balnearios.

Supongo que las valencianas y valencianos nos merecemos muchas de las burlas e ironías y te aseguro que muchas y muchos ya no autoflagelamos l preciso y entonamos a diario el mea culpa por tolerar tanto impresentable junto. Sin embargo , lo cierto, es que estamos un poc hartos de tanta socarronería generalizadora suelta.Limítrofes o no no es rasgo definitorio de nuestras comarcas el ser unos sinvergüenzas, payasos y aprovechados. Gente indigna hayla, como en todas partes. Si de algo se puede acusar a la gente del País Valencià en los tiempos actuales (que no otrora) es de la falta de concienciación colectiva, de pasotismo social y de nula capacidad de movilización y reivindicación (rasgos, por otra parte, no exclusivos de esta autonomía).

severino el sordo dijo...

Sigue practicando y tendras una merecidisima plaza en el infierno ,cuentan que es un lugar muy "cool" y que Pedro Botero hara la vista gorda a tu entrada,saludos.

Alma Mateos Taborda dijo...

Sigue disfrutando mucho, que vale la pena olvidar todos los problemas diarios. Al mal tiempo buena cara. Escribes fantástico! Felicitaciones! Un abrazo.

Jorge Sánchez dijo...

Hace bien en intentar relajarse, D. Rafael, que tal como está la cosa... Disfrute.

RGAlmazán dijo...

Gracias a todos por vuestros ánimos. Que ya habéis visto cómo lo necesito.

Quiero dar la bienvenida a Kablila a Nor y a Alma.

Nor tengo un grandísimo respeto por los valencianos, esta entrada está escrita con socarronería pero la crítica --si la hay-- va dirigida a esos dirigentes imputados que tenéis y no a los valencianos, entre los que cuento amigos. Te advierto que es parecido a Madrid, donde también tenemos lo nuestro. Un beso.

Salud y República

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Llego tarde para decirte que lo pases bien!...pero lo hago, jejeje


saludos!