10 febrero 2010

Nuestros hijos nos acusarán

Y llevarán razón. Si no somos capaces de hacer lo posible para cambiar este mundo.

La generación que está creciendo ahora, será la primera que vivirá menos que sus padres. El hecho de que su alimentación desde que nacen esté expuesta a tóxicos, está provocando enfermedades graves, muchas de ellas mortales.

Las consecuencias que los productos químicos tienen sobre la agricultura convencional y transgénica son conocidos. Los daños que producen sobre todo en la población infantil son irreversibles.

Sin embargo, a pesar de las denuncias que se hacen por parte de expertos no parece poderse combatir los intereses del gran lobby químico-farmacéutico, uno de los más poderosos.

Hay solución, pero no parece interesar. La alimentación natural y más pura, así como el uso de artículos de limpieza y de perfumería más neutros pueden evitar muchas de las enfermedades graves que existen, sin embargo casi nada se hace para difundir estas alternativas. No interesa. El lobby químico no permite “competencias desleales”.

Mi amigo Fritus me ha enviado el trailer de este documental francés que lo explica perfectamente. Se titula: Nuestros hijos nos acusarán. Denuncia los peligros que estamos soportando y a lo que nos conducirá, sin remedio, el hecho de mantener esta forma de vida tan artificial. Ya ha sido estrenado en Francia y parece que la productora en España decidirá si se estrena o no, de acuerdo con el número de personas que lo haya visto en un par de días. 

Este es el trailer del documental:

Así es que si quieres colaborar para que esta película crítica pueda verse en España y sirva para amplificar este grave problema, pincha para verlo y procura difundirlo para que otras personas lo hagan. Hace doce horas eran 6500 las reproducciones en You-tube, ahora mismo son ya 10400.

Hagamos lo posible para que mañana nuestros hijos no nos acusen.

Salud y República

13 comentarios:

Ciberculturalia dijo...

Procuraré difundirlo porque me parece muy importante. Lo pondré en la cabecera de mi blog.
Buen día de miércoles. Mucho estudio...
Un beso

mariajesusparadela dijo...

En el mes de octubre del año pasado fuí a hacer un cursillo de fitosanitarios para confirmar por qué no debía de usarlos. Acabé mucho más convencida de lo que empecé (que era mucho).
Porque solamente se habla de cáncer, pero ¿y los cambios hormonales por la alimentación animal, y el uso de transgénicos sin experimentación previa? funcionan en nombre de la productividad (dinero y poder), no en nombre de la salud y la sostenibilidad.
Y, ya no importa que yo me mantenga al margen de la química, mis vecinos la usan...

Txema dijo...

Todo esto es verdaderamente importante que se vaya sabiendo así que procuraré difundirlo, si es que soy capaz de hacer bien los pasos necesarios.

saludos

fritus dijo...

Hace años vi en TV3 un documental sobre pageses que practicaban agricultura ecologica. ( Que más o menos viene a ser pageses que siguen haciendo lo que les enseñaron sus abuelos, con la inmensa ventaja de que tienes tractor y motocultor y ya no has de deslomarte con la azada)...uno de ellos, con el sentido común que caracteriza a la gente del campo, respondía así a la pregunta de por qué no usaba insecticidas....
“Si hasta en el mismo saco sale dibujada una calavera.... ( en referencia al aviso de “tóxico”)
¿ como vas a echar eso a lo que la gente se come?” .
Pues eso, han pasado dos décadas y en los sacos de insecticida para uso agrícola siguen pintadas las calaveras con aviso de producto tóxico...pero desgraciadamente solo lo ven unos cuantos.

Gracias por citarme en el post, ...yo sólo hice de correa de transmisión. Un abrazo

Nynaeve dijo...

A ver. Yo no dudo que no sea importante y lo difundiré pero hay algo en lo que no estoy de acuerdo. No hablan de la población mundial. Aquí se habla principalmente del primer mundo, porque de hecho en el tercero que los hijos no vivan más que los padres es algo habitual. Entre otras cosas porque no siempre les llega ni la comida ni los medicamentos.

Un saludo

Antonio Rodriguez dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dice Maria, ¡vaya mundo que le estamos dejando a nuestros descendientes (aquí taco gordo)! Es cierto estamos haciendo todo lo posible para destruir el planeta.
Pero yo creo que nuestros hijos gozan de mejor salud que nosotros, salvo en dos cosas: la obesidad y las alergias. Y de las dos somos responsables los padres, de la primera porque en lugar de alimentarlos sanamente, que se puede, por no dedicar el tiempo necesario les llenamos el desayuno de bolleria y sustituimoms nuestra dieta mediterranea por hamburgesas y comida basura, y en nuestro afan de mantenerlos impolutos no les permitimos que se manchen, no les dejamos que juegen en la calle, los sacamos brillo como si de un adorno fueran y al final llegan las alergias.
Los avances en la medicina permiten prevenir o curar enfermedades que antes eran mortales o reducían drásticamente la esperanza de vida, aunque hay que luchar contra el uso y abuso de pesticidas y fitosanitarios, por lo que yo creo que nuestros hijos estan en mejor posoción que nuestra generación, aunque de ellos también depende que la salud no se deteriore.
Salud, República y Socialismo

m.eugènia creus-piqué dijo...

Pues vaya escenario les dejamos Rafa,vamos a peor por momentos, es necesario que todo el mundo sepa los venenos que nos rodean.Petonets.

Felipe Medina dijo...

El escenario que nos presentas es terrible.
De perjuicios de los transgénicos se viene hablando ya hace mucho tiempo.Sin embargo,parece,que no hay manera de frenarlo.
En su libro "El mundo según Monsanto"
la periodista Marie-Monique Robin describe la situación de esta multinacional de forma cruda y real.


Saludos

Dean dijo...

Me parece una joya este vídeo, claro que se debe difundir, trabajo con gente hasta 20 años menor que yo y padece miles de dolencias que yo nunca he conocido, para poner un pequeño ejemplo el consumo de Red-bull en los jóvenes es asombroso y no miden las consecuencias.
Un saludo.

Daalla dijo...

Voy a ponérselo a mis alumnos para que se vayan concienciando de lo que les espera si no ponemos remedio entre todos.
Saludos

RGAlmazán dijo...

Carmen, gracias. Besos.

Pues sí, es un peligro, María Jesús y haces bien en no usarlos. Bicos.

Txema sí, es importante.

Pues ese pagés, Fritus, tenía sentido común.

Nynaeve, claro que es el primer mundo. Desgraciadamente en el tercer mundo mueren de hambre, no de comer porquerías. Pero eso no quiere decir que nostros no tengamos problemas.

María, gracias, vale la pena difundirlo. Besos.

Antonio, es verdad que se han hecho avances en muchos campos de la medicina, pero en cambio en la alimentación creo que hemos dado marcha atrás y es verdad que mucha culpa la tienen los padres.

Conviene, Geni, que lo sepa todo el mundo. Petons.

Pues sí Felipe el poder de estas transnacionales es tremendo.

Dean, pues sí, vale la pena difundirlo.

Daalla, es bueno que lo vayan sabiendo y tomen nota.

Por cierto, en poco más de 24 horas ya lo han visto 21000 personas. No está mal. La difusión parece que funciona.

Salud y República

GUANARTEME dijo...

Es impresionante. Dígame como puedo ver el documental completo.

Por otro lado estoy de acuerdo con D. Antonio, como padre yo también observo lo mismo que él en nuestros hijos. Aunque ya intento que coma cuantas menos porquerías mejor, aunque eso implica que me llamen burgués y que hago a mi hijo pijo... pijo por comer sano, ya ves.

También estoy de acuerdo con Dean. El Red Bull es muy popular, pero es autentico veneno. El tiempo lo demostrará. Les reconmiendo, por si alguien no la conoce, visitar "Consume Hasta Morir", http://www.consumehastamorir.com/

Finalmente le felicito por el post, D. Rafael, que me reafirma en el cocido del otro día, sano y natural, aunque para mí no tanto...

Por cierto, ¿se han dado cuenta, los que vivan cerca de zonas rurales, que cada vez que hace mucho viento aparecen esos virus de 24 horas que te dejan valdado? ¿Porque será? ¿Trasladará el aire a nuestro cuerpo las porquerías con las que rocían los huertos?

Observen si no....

Salud, mucha Salud, que la República llegará con el tiempo.

Genín dijo...

El documental es elocuente, y parece mentira, pero se queda corto...
Salud