Este invierno pasará a la historia por duro. Frío, viento, lluvia y nieve, y muertes. De todo. Hasta en Kabila ha llegado a nevar. Lo del viento aquí es una constante así es que no ha sido diferente este año. Pero el frío no. Difícilmente baja de ocho grados en invierno y sin embargo hemos tenido a menudo, entre cero y cinco grados. Totalmente anormal por estos lares.
Heredero de un enero negro que marcó para siempre a Haití, este febrero también ha dejado muertes a su paso, en Madeira, y sin ir más lejos, hoy mismo, en Galicia y en Burgos, y, sobre todo, en Chile. Donde la situación es caótica y está vestida de negro.
Con sus contrastes, la naturaleza ofrece aquí el blanco, la vida. El año pasado, los almendros florecieron a mediados de mes, unos quince días antes. El frío y el mal tiempo han retrasado un poco su flor. Pero aquí está, anunciando que queda menos para la primavera.
Este año le quiere hacer la competencia este joven albaricoque, a cuyas ramas, todavía débiles, le han salido flores tan blancas.
Por cierto, este almendro ha nacido sólo, de alguna semilla que cuajó, y es pequeño todavía, pero también está blanco, blanco de flor anunciando el próximo cambio de estación. Y es que los pequeños también se independizan y quieren gritar: ¡Que viene!
Salud y República
11 comentarios:
Esta sí que es una señal que la primavera está cerca!!
Espero que no nos traiga tantas desgracias como este invierno.
Un besazo!
¡Joder! Pues ya era hora. Nunca me había importado el invierno, pero me debo estar haciendo viejo. (Esto es una obviedad: todos nos estamos haciendo viejos constante y afortunadamente)
Este invierno se me ha hecho muy largo y muy duro. Pero aquí seguimos. Tengo un montón de pinos y de encinas brotando, en vasitos de yogurt, para la finquita de un amigo.
A ver si se marcha pronto este invierno y nos deja tranquilos, pués ya le vale.
Bicos
Con su permiso.
Esperemos que todo el agua que está cayendo, sirva de algo este próximo verano y no tengamos que escuchar que hay restricciones de agua en ningún sitio.
A mi me están saliendo branquias, lo sé, lo noto.
Y la primavera llega, me lo dice mi nariz. Lleva dos días que ni para adelante ni para atrás.
Nyra
Pues yo que estoy al sur del sur, no hay manera que nos dejen en paz los temporales, la agricultura está echa una ruina total, ya estoy empezando a estar de los nervios por la falta de sol desde prácticamente Diciembre, en fins...
Los almendros están preciosos!
Salud
La Naturaleza puede mostrarnos su lado más duro y cruel...pero afortunadamente también ns regala todos sus lados buenos sin pedir casi nada a cambio. sólo quizás, un poco de respeto.
Un abrazo!
Aunque esta visita es como si fuera aún de domingo dado que ayer estuve bastante pérdida para la blogosfera, me encanta que sea hoy porque viendo tu entrada me salta inemdiatamente una gran sonrisa ya que si la primavera ya está anunciándose por allí, acá llegará dentro de unos días.
Invierno demasiado largo.
Las fotos geniales.
Un beso
No sé D. Rafael si fiarme de usted que es posible que quiera infundirnos ánimos y haya puesto fotos de otro tiempo, porque las perspectivas son malas todo la próxima semana.
Se agradecen las fotos, y mucho
un abrazo
Los almendros por aquí tambien estan todos en flor...preciosas fotos de la Kabila, Don Rafa, y esperanzadora entrada...solo es cuestión de aguantar un poquito
un abrazo
Bellísimo anuncio, D. Rafael. Y mire que yo que soy de las que en primavera se alergia, redeprime y enamora, este año estoy deseando que entre la estación alteradora.
Un saludo,
Izaskun
MªMercè, esperemos que sea así. Besos.
Gracchus, es un aviso, esperemos que se confirme.
Sí, Dilaida, ya le vale. Bicos
Bienvenida, Nyra, todos estamos con branquias. Ha sido más que húmedo, un invierno aguado. Un beso.
Genin, es verdad, además vosotros estáis menos acostumbrados. Debe haber sido tremendo.
Respeto, Mónica, tú lo has dicho, respeto. Besos.
Carmen, guapa, esperemos que cuando vuelva a Madrid se note la primavera. Aquí hoy ha hecho un día estupendo, aunque se anuncian lluvias de nuevo. Besos
Txema, no te fíes de mí, yo no me fío de los hombres y mujeres del tiempo, como para fiarse de mí. Es un deseo, más que una realidad. Y lo que es seguro es que la primavera hoy está más cerca que ayer.
Esperanza, D.Fritus, es lo último que se pierde. Aunque deberíamos perde de vista a la Espe-rancia.
Izaskun, si no me equivoco creo que por allí habéis sufrido este invierno de lo lindo. Esperemos que cambie ya el tiempo. Un beso.
Salud y República
Publicar un comentario