Un Informe pericial, parte del sumario Gürtel, confirma que en más de 50 ocasiones el gobierno de la Comunidad Valenciana ha vulnerado la ley. Todas las consejerías están pringadas. Sin excepción.
Había que ver a Camps cuando el portavoz socialista le estaba soltando las verdades del barquero. Cabizbajo, afectado y tocado. Pero ahí sigue. Calladito, que es tímido para hablar, pero no tanto para hacer la vista gorda cuando se fraccionaban los contratos de Orange Market. O sea de su amigo “El Bigotes”.
Y no sólo se dividían los contratos para poder adjudicarlos a dedo, – por cierto hablamos de 7,5 millones de euros--además se han pagado trabajos que no se han realizado. ¿Qué más hace falta? ¿Qué hay que hacer para que este gobierno se vaya a su casa? ¿No es esto corrupción? ¿Qué más pruebas se necesitan? ¿Será posible que los valencianos sigan apoyando a este gobierno?
Por cierto, el nuevo boceras de Génova, Pons, era parte del gobierno durante la época dorada del Gürtel. Y ahí le tienen ustedes, como si no hubiera estado allí, y la cosa no fuera con él. Eso sí, claro, ayudando a la causa, criticando todo lo criticable en aras de tapar la mierda del Gürtel.
Pues sí, Sr. Camps, ahora entendemos lo de los trajes, y algo más.
Salud y República
5 comentarios:
Pues más que a su casa, yo les mandaría a otro sitio. Ya me entiende.
un saludo
Lo verdaderamente grave son los contratos que se pagaron y no se ejecutaron, porque lo de fraccionar los contratos para adjudicarlos a dedo es práctica habitual en todas las administraciones, las presida quien las presida.
Lo lógico sería que se prohibiera la posibilidad de fracionar obras de manera habitual y se obligara a sacar a concurso público todas las obras y servicios adjudicadas por las administraciones.
Salud, República y Socialismo
Estos golfos seguirán viviendo,haciendo y deshaciendo como si con ellos no fuera ésto.
Y lo peor es que la mayor parte de la ciudadanía seguirá apostando por ellos aunque estén en este inmenso lodazal.
¡Salud y República!
Pues yo no lo vi calladito ni arrepentido, lo vi hablar de lo mucho que trabajaba y oí los aplausos de los suyos. Vergüenza es lo que no hay.
Nada nuevo bajo el sol, me parece a mi que están tan acostumbrados a esto que un trajecito más o uno menos que más les da. Esta gente lleva en la corrupción toda su vida es su modus vivendi, no creo que lo dejen ni siquiera las generaciones siguientes.
Un saludo.
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