30 abril 2008

Y se fueron juntos

¿Qué quieren que les diga? En un mundo tan disparatado, donde las guerras, los odios y las demás miserias predominan, donde impera tanto el materialismo, me emocionan cosas tan simples e individuales como la vida de Andrè Gorz. Un filósofo marxista judio al que se le considera el precursor del ecologismo político y uno de los teóricos de la revolución de Mayo del 68, además de compañero de viaje de Jean Paul Sartre.

Acaba de publicarse en castellano Carta a D., donde Gorz cuenta el amor a su mujer durante cincuenta y ocho años. Gorz fue cofundador del semanario Le Nouvel Observateur y uno de los grandes teóricos del marxismo, además de un periodista afamado.

Al enterarse de que su mujer con sesenta años tenía un mal degenerativo, decidió retirarse de su trabajo para dedicarse plenamente a cuidarla. Más tarde, cuando hace unos meses, ella cumplió ochenta y dos, se dio cuenta de que el sufrimiento de su mujer había llegado al límite, decidió suicidarse junto a ella. Carta a D., escrita un poco antes de su muerte, contiene pasajes tan bellos como su principio:

"Acabas de cumplir 82 años. Has encogido seis centímetros, no pesas más de 45 kilos y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 años que vivimos juntos y te amo más que nunca".

Y su final:

"Recién acabas de cumplir 82 años. Y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace 58 que vivimos juntos y te amo más que nunca. Hace poco volví a enamorarme de ti una vez más y llevo de nuevo en mí un vacío devorador que sólo sacia tu cuerpo apretado contra el mío. Por la noche veo la silueta de un hombre que, en una carretera vacía y en un paisaje desierto, camina detrás de un coche fúnebre. Es a ti a quien lleva esa carroza. No quiero asistir a tu incineración; no quiero recibir un frasco con tus cenizas. Oigo la voz de Kathleen Ferrier que canta Die Welt ist leer, Ich will nicht leben mehr [El mundo está vacío, no quiero vivir más] y me despierto. Espío tu respiración, mi mano te acaricia. A ninguno de los dos nos gustaría tener que sobrevivir a la muerte del otro. A menudo nos hemos dicho que, en el caso de tener una segunda vida, nos gustaría pasarla juntos".

Vivieron juntos, sufrieron y gozaron juntos, y juntos se fueron, sintiéndose uno sólo.

No se puede describir mejor el amor y no se puede practicar un final tan concluyente, pero tan emotivo, si no es por amor.

Estas son las cosas que me congracian con la vida. ¡Joder, que bonito!

Salud y República

8 comentarios:

m.eugènia creus-piqué dijo...

Vaya Rafa, con el día que llevo solo me faltaba leer tu magnífico post para acabarlo de redondear.
Die Welt ist leer.Ich will nicht leben mehr.
En estos momentos y tantos otros pienso lo mismo.

un petonet.

Anónimo dijo...

Muy bello, Rafa

Antonio Rodriguez dijo...

A veces en medio de las miserias mundanas que nos rodean, ocurren estas historias de amor y entrega que nos hace agradecer la existencia.
Salud, República y Socialismo

Angel Adanero dijo...

"Hace 58 que vivimos juntos y te amo más que nunca. Hace poco volví a enamorarme de ti una vez más..." Esta frase es maravillosa. Coñe Almazán, que sabe usted que soy de lágrima fácil. Me ha emocionado mucho leer esta entrada. Ver a dos personas con esa entrega de amor absoluto es maravilloso, el amor en su máxima expresión. A pesar del duro final de esa historia de amor, cosas como estas me hacen creer de nuevo un poco en el ser humano y su capacidad para hacer el bien.

Un saludo.

Martine dijo...

Rafa, ayer noche ya leí tu Entrada y quise comentar pero no podía, ahora lo estoy intentando pero no veo bien las teclas, estoy muy emocionada al volver a leerte... El amor incondicional es así , debería ser así siempre...

Gracias Rafa,un beso muy cariñoso y emocionado.

Toni Rajo dijo...

Qué historia más bonita.
Gracias por contarla.

SaiZa dijo...

Preciosa historia, la cual me ha emocionado y la cual me guardo en el corazón.
Si una de mis películas es el Diario de Noah...vaya una realidad para superar cualquier obstáculo y expresar el verdadero amor.

Que le voy hacer Rafa, soy una sentimental y una romántica.
Besos

desahogandome dijo...

A ti lo que te pone es que el filósofo es marxista!!! ;-)

Es amor y eternamente... Hay excepciones que confirman la regla. Esa era una.

un abrazo