02 enero 2017

En Rivas muere la primera mujer por violencia machista en 2017

Sí, hoy en Rivas estamos de luto. Ayer, primer día del año, un criminal apuñaló a su pareja. A pesar de tener una orden de alejamiento, convivían juntos en su domicilio habitual


Es increíble la dificultad para acabar con esta lacra. Todo lo que se ha hecho hasta ahora resulta insuficiente para poner fin a una violencia machista que está grabada profundamente en nuestra sociedad. La violencia machista es fruto de la desigualdad entre hombres y mujeres, propia de una sociedad donde el patriarcado ha impregnado sus fundamentos y donde los hechos demuestran, por desgracia, unas consecuencias nefastas que van desde la falta elemental de derechos humanos de las mujeres al crimen más execrable.

Desde luego, mal estamos actuando para que sigan sucediendo estos asesinatos. En el caso que no ocupa, el presunto asesino tenía una orden de alejamiento que no cumplía y que se ha pasado por el arco del triunfo. Lo primero es denunciar, pero además hay que proteger suficientemente a las mujeres. Se repiten los casos en que, a pesar de haber una denuncia y una orden de alejamiento, los crímenes se siguen cometiendo.

Hay que actuar en dos vertientes. Una, la del medio y largo plazo, en la educación y formación de las generaciones venideras --los niños y los jóvenes deben aprender que la igualdad es el valor superador de un mundo patriarcal donde las mujeres siguen sometidas al poder machista-- y, otra, es la aplicación de medidas inmediatas para impedir hoy los abusos de poder machista de cualquier tipo.

Desde luego, no parece que en la educación de los jóvenes se está acertando. La gran mayoría de casos de acoso y abuso escolar nos indican que el machismo sigue imperando entre los más jóvenes, por lo que se demuestra que algo estamos haciendo mal en la educación, si no somos capaces de evitar que ocurra. Y no es una cuestión sólo de la educación reglada, aquí tienen también mucho que decir los padres y la sociedad en general que, junto con los educadores, no damos con la tecla necesaria para erradicar esta lacra.

En cuanto a las medidas inmediatas, a corto plazo, parece que sólo han sido eficaces en parte. Es verdad que las mujeres denuncian más, es verdad que se han creado instituciones para tratar de evitar estos crímenes, es cierto que hay mayor sensibilidad y que se utilizan más medios, pero los crímenes machistas siguen su curso.

Hay pruebas de que desde las instituciones más importantes todavía se denuesta a las mujeres. Ahí han quedado las declaraciones de algunos prebostes. Por ejemplo, las de Juan Rosell, presidente de la CEOE, quien en un ejemplo de machismo puro dijo que la incorporación de la mujer supone un problema. O, cuando hace un año, una representante de Ciudadanos, Marta Rivera (a la que apoyó su líder, Rivera), equiparó la violencia del hombre a la de la mujer, sin entender que una cuestión es la violencia en general y otra la de una violencia que se basa en una sociedad machista que se ha perpetuado interesadamente.

Y ahí quedan hechos objetivos de este país:

  • Las mujeres cobran un veinte por ciento menos que los hombres, el número de mujeres en los consejos de administración del IBEX, no llega al 5%.
  • A pesar de haber mayoría de licenciadas, hoy, a las mujeres, les sigue costando más llegar a puestos de alta responsabilidad –hay muchos más catedráticos que catedráticas--.
  • El paro femenino es tres puntos superior al masculino, y eso que las mujeres tienen acceso a puestos de peor calidad.
  • Los partidos políticos que están en las instituciones tienen todos como cabeza visible un hombre.
Sólo con la colaboración de toda la sociedad, hombres y mujeres, podremos superar este daño. Todos debemos denunciar, todos debemos eliminar cualquier indicio de machismo propio o ajeno. Y todos debemos estar dispuestos a ser solidario con las mujeres que necesiten nuestra ayuda. De no ser así, mañana tendremos que volver a indignarnos y a volver sobre este abominable hecho.

Salud y República

1 comentario:

Genín dijo...

Es terrible, como dices no se da con la tecla, es muy difícil cuando se está dispuesto a morir después de matar a su pareja quitándose a menudo la vida después de cometer el crimen...
Salud