16 enero 2017

El rey Felipe insiste en cambiar sangre por dólares en Arabia Saudí

A pesar del silencio o la autocrítica que muchos medios han practicado, nos hemos enterado de que Felipe VI ha viajado, por segunda vez, a Arabia Saudí. Un país maravilloso donde las adúlteras, los homosexuales y los disidentes son objetivos prioritarios de pena de muerte.

¿Qué importan los DD.HH.?, lo importante es la economía, los negocios. La sangre está devaluada según estos dignatarios déspotas, salvo que sea azul. Y no importan las muertes ni la falta de humanidad cuando se trata de hacer negocios. ¡Menos remilgos y más dólares! Se trata de vender cinco corbetas por valor de 2000 millones de dólares, aunque éstas sirvan para la guerra contra Yemen.

Que Arabia Saudí ha bombardeado blancos civiles, como escuelas, hoteles, clínicas u hospitales en Yemen, es un hecho. En total según la ONU, más de 1200 muertes están cargadas en sus espaldas, este último año. Que armas de Arabia Saudí, vendidas por España, han acabado en manos del Estado Islámico, es otro hecho. Que este país árabe ha utilizado bombas de racimos, estando prohibidas por la Comunidad Internacional, también es incontestable. Como lo es, que en los últimos tres años, 350 personas han sufrido la pena de muerte, por motivos ‘tan indignos’ como la homosexualidad, el adulterio, o la “crítica o manifestación subversiva” contra el gobierno.

Está claro que aquí vale todo. Y Felipe VI, tan amigo de la familia saudí como lo fue su padre --quién llamaba al rey saudí, hermano--, sigue haciendo negocios con este país terrorista, y poco importa si lo está haciendo con sangre yemení o siria, si la recompensa es obtener 2000 millones de dólares.

Como premio por su pleitesía a la monarquía saudí, a Felipe VI le han otorgado la más alta condecoración de Arabia Saudí. Lo que seguramente le hará sentirse orgulloso y olvidar esas ‘menudencias criminales’ de este país terrorista y dictatorial.

Poco parecen importarle –mejor dicho nada— al Borbón. los Derechos Humanos, y es comprensible sabiendo que ha heredado un trono que fue marcado con el dedazo de un dictador genocida, y que parece impasible ante el hecho de que todavía muchos cadáveres españoles sigan enterrados en las cunetas, sin que mueva un dedo para remediarlo.

El PP está encantado, al PSOE le gusta este rey joven, Ciudadanos cree en su preparación como antesala de su buena gestión. Y es que no hay más cera que la que arde. Sólo Unidos Podemos y otros grupos nacionalistas minoritarios son críticos ante la Monarquía, eso sí, muchos son los que sacan la bandera republicana pero sólo para las fiestas íntimas, y aguantan día a día este bochorno real que nos acogota desde hace cuarenta años.

Salud y República

4 comentarios:

Genín dijo...

Ya se sabe, como decían los catalanes cuando eran españoles, "la pela es la pela", maricones hay muchos, que se jodan unos pocos, ¿ A quién le importa? aparte de a ellos, claro... :(
Salud

Unknown dijo...

Que bueno su post, Don Rafa, que bueno. Un saludo.

Anónimo dijo...

Siguiendo la estela paterna. Yo la verdad es que no tenía esperanza en que este Borbón, fuera distinto.

Saludo

natali dijo...

buen contenido en esta pagina gnula.mobi