20 diciembre 2008

Comer o votar, he ahí la cuestión

No hay color. Puede uno dudar entre Pinto y Valdemoro, o entre Ramón o Cajal, pero no me digan ustedes que comer no es, mayormente, más mejor que votar. ¡Queremos de comer!

Votando uno no alimenta el cuerpo, simplemente levanta la mano o mete un papelito en una urna. ¡Dónde va a parar! cuando se come, uno puede llegar al éxtasis. Y no es para desaprovecharlo.

Así es como se demuestra cómo es una persona. Quien prefiere votar es un pusilánime, un flojo, un "idealista". Sin embargo, el que le da por comer, es un vitalista, un tipo que demuestra su humanidad, su cultura y su savoir faire.

Este buen hombre llamado Rajoy lo ha demostrado. Es un político de tomo y lomo, al que su partido sigue, sin decir ni mu. Un carismático varón o barón (que también podría ser) capaz de saber en cada momento lo que hay que hacer.

Al fin y al cabo cambió un voto por un plato de lentejas o de caviar, qué más da, demostrando que comer es vivir y votar es una rutina. Rajoy 4

Lo que pasa es que los rojos tienen mala leche, resulta que empiezan a decir que si era el pleno más importante del año, el de presupuestos, que si el líder de la oposición debe dar ejemplo, que si había dicho hace un par de meses que pasaría lista, que qué más da si la votación estaba perdida.

Lo que no saben estos rojos del demonio es que le esperaba su amigo franquista Mayor Oreja, uno de los líderes del ala dura del partido, para comer en un magnífico restaurante como Zalacaín, y tratar con él la lista de las europeas que Mayor se empeña en liderar y Rajoy en excluirle.

Lo que no saben estos descamisados es que no se reconoce su carisma --¡tamaña injusticia!--, que se está cuestionando su liderazgo en el partido desde todos los lados. Lo que no quieren saber es que como se descuide no va a durar tres telediarios. Lo que no les interesa saber es que es más importante mantener el poder como sea que representar a los ciudadanos votando inútilmente. Lo que sucede y no quieren ver es que la Espe-rancia, el Albertito y algún otro está loco porque caiga.

Y es que los rojos son así. Si viviéramos en los tiempos que añora su compañero de mesa, D. Javier, no pasarían estas cosas. Pero, hay que pagar el peaje de la modernidad. Qué le vamos a hacer. Desde luego Mariano no pasa por sus mejores momentos. Pero el caso es sobrevivir a cualquier precio. Como para pensar en votar, con la que está cayendo.

Señor, haz que pase este cáliz de sufrimiento que envuelve a D. Mariano. Y con suerte que vuelva a votar aunque pierda como siempre. Por los siglos de los siglos...

Salud y República

9 comentarios:

Anónimo dijo...

...amén.

Anónimo dijo...

¡Caray don Rafael!

¿La votación está deconstruída?

Anónimo dijo...

Perdone que me cuele así sin avisos ni presentaciones en su blog, pero me han hablado tanto de él que no he podido evitar la tentación de darme un paseo por aquí. Y me gusta, me gusta.
Como comprenderá, viniendo del blog que vengo, la disyuntiva para mí es sencillita.
Una petición... ¿puedo tutearlo?
Ha sido un placer

Blanca dijo...

Deberían irse a comer todos, la verdad.

Por cierto, enhorabuena, porque ser finalista de un premio bloguero tan importante como el "Enrique Padrós" no está al alcance de cualquiera y, desde luego, merecimientos te sobran.

Un beso.

RGAlmazán dijo...

Virgen: Ave María, bienvenida. Eso de tutearme con una virgen que además está o es sobrecogida me impone mucho respeto, por lo que con su permiso seguiré con el usted, ahora bien, no se me prive yo soy tú para usted, que para eso es virgen y quien soy yo, humilde humano, para negarme.
Oiga quiero de saber, ¿cómo una virgen se ha metido a bloguera? ¿es que no ascendió del todo y se quedó en el limbo de Internet? ¿o acaso es que se aburre con esos pios pero tristes y serios personajes que deben habitar en el paraiso?
Desde luego, parece, no sé por qué, que la conozco desde toda la vida y es que uno ha tenido, a su pesar, una educación nacional-católica, lleno de vírgenes de todo tipo, que me ha marcado.
En fin espero que siga visitando esta humilde y humana morada y sin duda yo la visitaré en la suya. Aunque he de decirle la verdad, me gustan las vírgenes pero prefiero las aristócratas, ya ve usted, que son las que me privan y me roban el corazón.
Beso piadosamente su mano.

Blanca, gracias guapa. Y no me halagues mucho que luego me crezco. Un beso.

Salud y República

Anónimo dijo...

Rafa, solo para felicitarte por la nominación al premio "Enrique Padrós".

RGAlmazán dijo...

Gracias Júcaro, amigo.

Salud y República

Anónimo dijo...

El tristón Oreja es el que no ha mucho dijo aquello de que con Franco la gente vivía muy bien o algo así.

Un hombre muy euro-peo. Si señor.

Saludos.

Antonio Rodriguez dijo...

Es que tiene Vd. unas cosas D. Rafael. Es que no hay comparación entre una buena comida y perder el tiempo en el Parlamento para una votación que ya sabía previamente perdida. Ahora a mi se asalta una duda ¿Sancionará el P.P. a D. Mariano por ausentarse de tan importante votación?
Salud, República y Socialismo