Hace siete meses se cumplieron treinta años desde la implantación de la dictadura en Argentina. Una dictadura violenta, torturadora y asesina. Se empezó a hacer justicia con el presidente Kichner con la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final; sin embargo, todavía dos de los máximos responsables: Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera tenían un indulto concedido por el ínclito expresidente Menem que les exculpaba.
Hoy, es un día grande en Argentina y en todo el mundo. Se ha impuesto la Justicia. La Cámara Federal argentina ha decidido, por unanimidad, declarar inconstitucionales los indultos a estos dos asesinos. El daño fué irrreversible pero la tardía reparación es posible. Hoy tanto Videla como Massera serán juzgados acusados de genocidio.
Yo, que quiero a Argentina, de forma especial, estoy contento. 30.000 desaparecidos no volverán a vivir, pero se están haciendo visibles en la conciencia de la gente de bien.
Aquí os he traído uno de los vídeos que hay sobre el tema en Youtube (quien esté interesado puede ver varios que amplían información sobre las consecuencias de esa dictadura).
Nunca más dictaduras
Termina con el final del juicio de Miguel Etchecolaz, policia, torturador y asesino. Como habéis comprobado "muy querido por el pueblo".
Y nosotros, ya lo veis, se quiere armar el pifostio por una ley que no va a juzgar a nadie, y que sólo pretende reconocer el honor y dignidad de nuestros mayores. Aquellos que lucharon contra la dictadura franquista y la sufrieron en sus propias carnes. Por cierto, Fraga sigue en el Senado.
Salud y República
2 comentarios:
Pues sí, Kabila, yo tambien tengo un especial interés y amor por Argentina (estoy casada con un argentino) y del tema podría escribir tomos como el libro gordo de Petete.
El que regaló el país al mundo entero y firmó la ley de punto final, tan infausta, todavía se sigue presentando a las elecciones para senador, el innombrable que empieza por M y termina por M, al que no nombro porque trae mala suerte, se pasea por las calles y tiene una fortuna inmensa, porque el resultado de la "venta" de la nación argentina se lo embolsó junto con los corruptos de los que se rodeó, dejando al país en bancarrota y sin recursos propios... y lo peor es que miles de argentinos le votan...
Como ves, no solo en España se vota a indeseables...
EL “¡VIVA VIDELA!” GUARANÌ
(Luis Agüero Wagner)
“Los pies del hombre descansaron de noche, junto a los pies del àguila, en las altas guaridas carniceras y en la aurora/ pisaron los pies del trueno, la niebla enrarecida/ hasta reconocerlas en la noche o la muerte” (Pablo Neruda)
En los primeros días de marzo de 1977, las fuentes oficiales divulgaron en Asunción que en pocas semanas el Paraguay recibiría a quien algunos consideraban por entonces un ilustre visitante: el presidente de facto argentino, el General Jorge Rafael Videla. Como medida profiláctica, los grupos de tareas de Pastor Coronel habían iniciado con anticipación una cacería de militantes contestatarios que fueron apiñados en dependencias policiales sin orden de detención ni justificación alguna. Se encontraba entre ellos el conocido activista por los derechos humanos y militante febrerista Julián Cubas, considerado por la policía política paraguaya como una amenaza para el Operativo Cóndor y los comandos radioeléctricos de la Policía Federal Argentina, a pesar de su pacifismo y carencia de peligrosidad, dado que quienes tenemos el placer de conocerlo sabemos de su incapacidad para matar una mosca.
Por las mismas fechas, el escritor Rodolfo Walsh hacía conocer su famosa carta abierta a la Junta Militar de Videla y sus compañeros de ruta, después de cuya publicación desaparecería devorado por la vorágine del terror. “Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas” recriminaba Walsh el 24 de marzo de 1977 a quienes en pocas horas serían sus verdugos. Al día siguiente, un pelotón especializado lo emboscó en las calles de Buenos Aires y no volvió a saberse de él.
Casi simultáneamente, eran aprehendidos en Asunción Alejandro Josè Logoluso y Marta Landi(Archivos del Terror, libro W48, 29 de marzo de 1977), quienes luego sufrirían en Argentina un destino similar al de la bioquímica paraguaya y militante febrerista Ester Ballestrino, madre de la plaza de Mayo, arrojada al mar a fines de ese mismo año en los célebres vuelos de la muerte con que se pretendía eliminar “ a todos los que hagan falta”.
Mientras estas iniquidades se sucedían en la semipenumbra, el luchador por la libertad de expresión Aldo Zucolillo publicaba un editorial titulado “Es Fácil pontificar lejos del problema”(ABC, 4/III/77). El paladín de la democracia citado, justificaba en esas memorables líneas todos los asesinatos y desapariciones del Proceso argentino y pedía a los críticos –entre ellos el presidente norteamericano James Carter- que hagan “un sincero esfuerzo por ubicarse en las circunstancias y pensar, con justicia y sin pasión, qué haría uno mismo en su lugar”. Se deduce, pues, que este gran defensor de la libre expresión hubiese actuado exactamente igual que Videla de encontrarse en su lugar.
No seríamos inoportunos si recordáramos al respetable público que Zucolillo contó con el padrinazgo de Stroessner para prosperar en múltiples emprendimientos, así como del general Andrès Rodríguez que alimentó inusitadamente sus finanzas en épocas en que la prensa de más de cien países se hacía eco de sus vinculaciones con el tráfico de heroína marsellesa a Estados Unidos. Y que prodigó tantos elogios al dictador en editoriales y notas de su diario, que se podría empapelar con una copia de cada uno de ellos todo el Palacio de López y el horroroso edificio del Parlamento.
Conociendo a su pueblo “ignorante y supersticioso”, fácil resultó después mencionar en su diario que “la sola presencia de las caperucitas (camionetas de la policía) en los barrios resultaba traumàtica para cualquier ciudadano”(ABC, 29/VII/97). Olvidò mencionar que era precisamente èl, Aldo Zucolillo, quien vendìa a travès de sus concesionarias de automotores esas camionetas Chevrolette a la policía de Stroessner.
El 12 de Diciembre de 1996 el mismo empresario de la prensa declarò a radio Ñandutì que “Yo querrìa que alguien me niegue que los primeros 20 años de gobierno de Stroessner fueron muy constructivos. De que fueron constructivos lo fueron y nuestros editoriales descifraban eso, 20 años de construcciones”.
La pregunta que se impone es: ¿Cuándo empezó la dictadura de Stroessner para Aldo Zucolillo? ¿Vivía bajo una dictadura cuando el 15 de junio de 1974 participó de los festejos del casamiento entre Hugo Fernando Zucolillo con María Oliva Stroessner Mora, o cuando se enorgullecía de la vista de Stroessner “en nuestra casa”(ABC, 9/VII/77)?
Lo más probable es que la dictadura haya empezado cuando se perdieron ciertos privilegios y cuestiones impositivas, sumadas a otras nimiedades. Entonces hizo falta un buen equipo de asesores en materia de “Fè de erratas”, pues como decía Jacobo Timerman, se necesitan a los mejores periodistas de la izquierda para hacer un buen periódico de derecha.
Quienes no creían en el retorno de los brujos, ya ven hoy al nieto de Stroessner creciendo en la política paraguaya y poniendo el pié firme en cada escalón, sin mayores sobresaltos, favorecido sobre todo por la hipocresía de sus detractores, los verdaderos culpables de que ello suceda. Valga este discernimiento, parafraseando a Zucolillo, para que la memoria colectiva no se deje confundir por la inversión de culpas y responsabilidades difundidas por quienes confían en que, de tanto falsear el pasado, la memoria del pueblo flaquee, se desoriente y acabe por absolver a los verdaderos culpables de nuestros males presentes. LUIS AGÜERO WAGNER.
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