Ataque desesperado del PP

Una de las principales sucursales del PP: el Foro de Ermua ha convocado una manifestación "espontánea" ante los ayuntamientos, como protesta por la prisión atenuada al etarra De Juana Chaos. Creen haber encontrado su razón de vivir, vamos cómo si se les hubiera aparecido la virgen.

Unos cientos de personas han acudido a la llamada. En la Plaza de la Villa se han concentrado todas las fuerzas reaccionarios de ultraderecha de esta ciudad. En las noticias de la Cuatro he podido ver bastantes banderas con el gallifonte y oir gritos y prendas (también en la cadena SER) como: Zapatero asesino - Rubalcaba sinvergüenza - Partido Socialista ladrones y terroristas - Estos traidores no son españoles, y tantas otras joyas.

Allí estaba la flor y nata de la extrema derecha. Por cierto, llegó Ana Botella y la llamaron valiente. Sí, esos que escondidos en el anonimato, muchos de ellos con camisas azules, insultaban y coreaban gritos y cánticos obscenos y anticonstitucionales, se atrevieron a aclamar a la esposa de su caudillo: la Duquesa de las Peras y las Manzanas. Después llegó el Faraón Gallardón, el Alcalde, ese que tanto presume de ser de centro, junto con los del Fundación para la Defensa de la Nación Española (como todos saben, una organización tan democrática que añora a Franco y ensalza la guerra civil, además del famoso: queremos saber...).

Bueno, pues ya están todas las cartas boca arriba. Ahora Rajoy amenaza con convocar una manifestación --como si fuéramos gilipollas y no supiéramos que, a pesar de ampararse en sus sucursales, han sido ellos quienes han manejado el cotarro en las anteriores.

Suma y sigue. No hay nada distinto, en todo caso más intenso, pero es la única forma que el PP, con su política de crispación que no consigue los resultados que quisiera --el último sondeo conocido da seis puntos de diferencia a favor del PSOE y con el líder de la oposición con la valoración más baja que nunca--, trata de llevarla al punto más álgido en puertas de unas elecciones importantes.

Calma y paciencia. No nos pongamos nerviosos, eso es lo que quisieran. Aguantemos el tipo porque ha llegado el momento de defendernos de la infamia y la indecencia con tranquilidad, con la razón y dentro de la legalidad

Éste es uno de los último cartuchos que les quedan. Que no nos den.

Salud y República