05 julio 2017

Antonio Aramayona sigue vivo

Hoy, cinco de julio de 2017 se cumple un año desde que mi amigo Antonio Aramayona tomó su última decisión y la cumplió. Fue un adelantado y como tal, decidió en libertad, dejar este mundo, con plena conciencia y con valentía. Ojalá, que siguiendo su ejemplo, la eutanasia sea legalizada en un futuro cercano.


Ya no me queda más que recordarle y homenajearle por haber sido como fue, por haber hecho lo que hizo y por dejarnos un ejemplo de vida digno de seguirse. Aquí dejo unas reflexiones que no son sino una clara manifestación de amistad, de cariño. Porque Antonio siempre estará conmigo, Antonio está vivo.

Querido Antonio:

Necesitaría decirte tantas cosas hoy, y lamentablemente no puedo hacerlo a la cara. Sin embargo, aquí las dejo para que desde esa estrella que brilla, hoy más que nunca, las recojas si lo crees oportuno.

No tuve la suerte de conocerte hasta hace unos diez años. No obstante, desde ese momento, seguí tus pasos, esos pasos siempre seguros, decididos, coherentes. Siempre persiguiendo la Justicia, la Solidaridad, la Verdad.

Demostraste valentía siempre. Con tu escasa salud fuiste capaz de recorrer un camino difícil y largo. Y lejos del exhibicionismo que otros pretenden, simplemente actuaste a conciencia, porque así lo sentías. Fuiste un agitador rebelde pero pacífico.

Aunque casi siempre he estado lejos físicamente de ti, no he dejado de leerte, de seguirte, de admirarte. Hemos coincidido en varias ocasiones, siempre en actos solidarios y laicos.

Te recuerdo muy a menudo, tu lucha pacífica fue siempre para mí un ejemplo. Tu defensa del laicismo, tu rechazo a los recortes, tu entrega solidaria, tu constante servicio a los más débiles. Tu corazón de oro. Siempre estuviste en donde se necesitaba arrojo, dando la cara aunque fuera para que te la partieran. Donde se podía intentar cambiar el mundo un poco, sólo un poco. Nunca fuiste pretencioso, sino afanoso trabajador de un cambio esperado.

Como ocurre con los grandes personajes, sigues ahí, yo te busco frecuentemente y trato de encontrar qué hubieras dicho tú ante algunos acontecimientos sombríos. Siempre reflexivo, con ironía y con fuerza. Tus denuncias constantes, tus críticas feroces contra el poder siempre tuvieron un denominador común: el pacifismo. Jamás utilizaste la violencia. Al contrario fueron otros, los poderosos, los que trataron de utilizarla contra ti, aunque poco pudieron.

Si dijera que lamento no poder verte más, no mentiría, pero también te digo que estoy orgulloso de que hasta el final hayas tomado la decisión que, libremente elegiste. No me queda sino agradecerte todo lo que hiciste por todos los necesitados, en contra del famoso establishment cruel y sectario. Y, buscando respuestas, vuelvo a tu recuerdo y a tus escritos, tus libros, tu blog, tu gente.

Siempre en mi memoria y en la de la buena gente que pretende continuar un camino de solidaridad y de activismo. De nuevo gracias, hoy, que no puedo estar en tu homenaje, desde aquí quiero decirte que estás con nosotros.

Salud, compañero, y República Laica.


P.D. A quien no sepa quién era Antonio Aramayona, le sugiero que entre en su blogLa Utopía Necesaria’: y encontrará razones para reflexionar y respuestas a tantas preguntas…

3 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Siempre presente.

Un cordial saludo

Genín dijo...

Que descanse en paz
Salud

Unknown dijo...

Si señor, grande donde los haya. Un saludo.