11 julio 2015

Dancausa y la Memoria Histórica

Son muchos, demasiados, los peperos que utilizan, a su favor, a las víctimas del terrorismo de ETA y, sin embargo, desprecian a otras víctimas del terror. Y que conste que no me refiero sólo a las víctimas franquistas, y si no que se lo pregunten a Pilar Manjón.

Bueno, pues resulta que a Madrid han llegado nuevos aires, nuevas formas, nuevos gobernantes cuya pretensión –fíjense que osadía— es cumplir y hacer cumplir las leyes. Algo que no se había hecho hasta este momento: Es el caso de la ley de la Memoria Histórica.

Bien, pues basta que Manuela Carmena y su equipo hayan decidido cumplir dicha ley y cambiar el nombre de unas cuantas calles de reminiscencia franquista, para que peperos de pro se rasguen las vestiduras. Ese es el caso de Espe Aguirre y de otros más, entre los que destaca la nueva delegada del gobierno en Madrid: Concepción Dancausa. Precisamente, ésta última dijo hace poco más de un mes, en relación a unas declaraciones de Ada Colau: 

“La ley hay que cumplirla por encima de todo y seamos quien seamos”.

Está claro que para esta señora la Ley de la Memoria Histórica no es una ley. Sólo es ley aquello que a ella y a los suyos les conviene. Una nueva fórmula para aplicar las leyes.

Este partido posfranquista que se ha negado sistemáticamente a cumplir la ley de la Memoria Histórica, es el que nos trata de dar lecciones y de decirnos constantemente, cuando de desahucios, manifestaciones, okupaciones y criticas se trata, que hay que cumplir la ley, por encima de todo.

Como siempre vuelve a funcionar la ley pepera del embudo. Y hay algunos de ellos que en vez de tener la boca cerradita dicen disparates con el “loable” fin de defender a los suyos y evitar que se cumpla la sustitución de calles con nombres que nos revuelven las tripas a los demócratas.

callejero franquista de Madrid

Y fíjense lo que ha dicho la nueva delegada del gobierno en Madrid, Concepción Dancausa:

"La historia de este país es la que es y ha tenido periodos extraordinarios y periodos probablemente más oscuros, pero yo creo que ignorar lo que ha pasado, eliminar los símbolos, tratar de borrarlo, a mí me parece un error". "La realidad es que si no aprendemos de lo que ha pasado, volveremos a caer en los mismo errores"

Total que esta señora entiende que hay que mantener los símbolos de cualquier tipo con el fin de no borrar la historia, aunque eso signifique saltarse la ley. Es curioso que no se dé cuenta de que es difícil entender que a pesar de que nuestras ciudades –no es sólo Madrid, ni mucho menos— estén llenas de símbolos guerracivilistas y franquistas, no se pueden encontrar calles en Madrid que recuerden a Negrín o a Santiago Carrillo o a Durruti, por poner un ejemplo, con lo que de esta forma se ha borrado una parte de la historia, “la de los malvados”.

Y se podría ir más lejos, si se trata de mantener viva la memoria, recordando personajes históricos, sean del signo que sean, para que no se vuelva a repetir la historia, deberíamos llenar nuestras calles con nombres de etarras.

Total, que lo que ha dicho esta señora, por muy delegada del gobierno que sea, no deja de ser una solemne gilipollez, por muy pronto que se levante. Lo que es difícil de saber es de dónde sacan a estos personajes. Es como si abrieran el baúl franquista y salieran después de haber estado durmiendo durante cuarenta años. Y es que son lo que son, por ejemplo, Dancausa es hija de falangista que fue alcalde franquista de Burgos durante los años sesenta, y claro, este insignificante detalle imprime carácter en defensa de los suyos.

Esa es la pura verdad que no nos venga con estupideces de “recordar la historia”, en todo caso que hable de recordar su historia, sus héroes. Esos asesinos, criminales y psicópatas franquistas que nos colocaron durante cuarenta años en el cadalso de la miseria, la represión y la muerte.

Y si no, fíjense ustedes en los nombres de algunos de estos personajes deleznables que están entre los que hay que cambiar. Todos ellos dignos de “honor” a la más repugnante de las dictaduras:

Martín Artajo, Arias Navarro, Arzobispo Morcillo, Plaza del Caudillo, General Millán Astray, General Mola, General Moscardó, General Varela, General Yagüe, Girón de Velasco, Muñoz Grandes, Primo de Rivera.

O también, además de personajes, símbolos tan franquistas como el que trata de recordar la Plaza de Arriba España o la Calle de la Liberación (sustituyó a la calle de la Libertad, aludiendo al término de la guerra civil).

En fin, esperemos que esta decisión justa, que llega tarde, se lleve a cabo lo antes posible, y nos permita vivir a todos en una ciudad más decente y haga justicia borrando de nuestro callejero a personajes y símbolos criminales que nunca debieron ser ensalzados en una democracia.

Salud y República

2 comentarios:

Genín dijo...

Tienes razón, pero hay que entenderles, "ellos", los suyos, durante esos 40 años vivieron de puta madre pisando los derechos mas elementales a todo el que se movía pensando diferente ... :(
Salud

Kina Fernández dijo...

Pues sí. Frente a tanta tontería y demagogia -o protestas que reivindican el derecho al pataleo y no aclaran las cosas de una vez- por fin un artículo que pone las cosas en su punto. No puedo estar más de acuerdo. Y eso de la gente que sale del baul donde ha pasado cuarenta años apolillándose tiene un vigor expresivo de lo más elocuente.

Pero, mira: por ahí se está intentando soliviantar a la opinión pública (como están haciendo desde que Podemos apareció en el horizonte) sacando a la luz nombres que, por lo visto, también están en esos archivos, pero que aún no está claro si Carmena decidirá eliminarlos o no. Científicos, escritores... Pienso que a estos debería dejarlos, es gente válida por otros motivos y para qué dar argumentos a quienes los van a usar en provecho propio. Si estuviera en mis manos, quitaría a todos los militares, políticos y adláteres, además de los símbolos y expresiones de evidente contenido fundamentalista (¡arriba! y cosas así), lo cultural lo dejaría como está.

¿Qué opináis vosotros?