Me gusta seguir jugando con palabras. Mayúsculas, usadas con la boca llena. Nombres grandilocuentes, indiscutibles, aparentes paradigmas universales, cargados de valores y usos no necesariamente democráticos, cuando no, absolutistas o totalitarios, y que tienen, bajo mi punto de vista, su antónimo democrático, por cierto, en muchos casos, peor visto. ¿Por qué?
Hoy voy a hacer una apuesta por mujeres. Mujeres que se baten el cobre el próximo día 27. Unas populistas y poderosas. Otras cultas y trabajadoras. Unas demagogas impenitentes, otras ciudadanas ejemplares. Unas merecen perder por su pésima gestión, otras merecen gobernar porque nos dan confianza.
Ahí van dos antónimos, como siempre, coloreados como un semáforo:
Esperanza Aguirre --- Inés Sabanés
Rita Barberá --- Carmen Alborch
¿Hay que explicarlo?
Salud y República
2 comentarios:
Madre mía! Vaya par de dos ...
Búscame uno para mi adorada Rosa Aguilar.
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