28 febrero 2017

El pacto PP—Ciudadanos: un timo con premeditación

Ya se conoce como el pacto de las lentejas. Al menos así lo ha reconocido el nuevo hombre fuerte del PP, Martínez-Maillo, quién, con una caradura y una impostura propia de un pepero de pro, ha manifestado que el PP firmó el pacto de investidura con C’s porque eran lentejas –o las tomas o las dejas--, y tuvieron que aceptar cuestiones que sabían que no podrían cumplir. Lo importante era gobernar. Y, naturalmente, ellos estaban locos por hacerlo.

Mientras tanto, Ciudadanos –que parece que se pone digno y lo que hace es arrodillarse cada día un poco más ante sus capos naturales— no ha hecho sino tragar, sin conseguir hasta ahora nada más que migajas, sólo las migajas que ya pensaba adoptar el PP debido a la presión social contra la corrupción.

Hoy parece que los dos partidos se van a ver para hablar del pacto –un paripé más--, pero no se preocupen, que la sangre no llegará al río. El PP cederá en alguna cosilla para que sus chicos de C’s sigan pareciendo que sirven para algo, pero como era previsible, y ya habíamos anunciado, fallará en lo fundamental y no se adoptaran apenas cambios por ese acuerdo, que pasará de ser el pacto de las lentejas al acuerdo de “agua de borrajas”.

Hay que tener cara, montar este pacto, que es un numerito, tan pomposo como inocuo, para aparentar un apoyo de gobierno que estaba cantado, pero que había que disimular. Estos chicos de Ciudadanos, ya lo he dicho en varias ocasiones, terminarán colocados en el PP, y si no al tiempo.

En principio les han ayudado y le siguen ayudando a gobernar, aunque, de forma interesada, disimulen y parezca que tienen cierta autonomía, pero cada día se ve su actitud más clara y su posición más cercana al PP. Recordemos el congreso de C’s de hace un mes –que, por cierto, pasó desapercibido—y cuyo único resultado fue que pasaron de ser socialdemócratas a liberales, un primer paso, que terminará, cuando vean que es el momento propicio con la absorción de Ciudadanos por el PP. Eso sí, salvándose sus dirigentes y sus altos cargos, que pasarán a ingresar como peperos de alto rango, y dejando a sus electores con el culo al aire.

En fin, que no nos tomen el pelo, que si queremos ver una comedia, todavía en este país hay teatros mejores que el parlamento. Y aunque tengan entre sus filas a artistas como Tony Cantó y Felisuco, su mediocre calidad hace que su interpretación parezca más falsa que una peseta de madera.

Salud y República

2 comentarios:

Genín dijo...

Veremos a ver, el paso del tiempo es lo que tiene, todo lo deja al descubierto, tarde o temprano se les verá el plumero y se joderán, dejarán de votarles, como ya les viene sucediendo a tantos otros antes de ellos, no olvidemos los partidos desaparecidos, o las uidas, como el caso fragrante de la Tania de IU a Podemos a pesar de que estuvo diciendo que no lo haria jamás de los jamases hasta el ultimo dia...
Salud

Genín dijo...

Perdón, "huida" :)
Salud