30 enero 2017

Pedro Sánchez vuelve al redil

No se ha rendido. Muchos esperaban que lo hiciera, pero ha aguantado. Quizás se ha montado en el coche un poco tarde. De haberlo hecho antes, es posible que López y los otros traidores no hubieran salido a la palestra.

Ahí está, ensalzando la bandera de la izquierda. Lástima, que prefiriese el pacto con Ciudadanos antes que con Izquierda Unida y Podemos. Pero sigue defendiendo todavía el no a Rajoy, mientras que Patxi y Susana le siguen concediendo oxígeno.

La cosa quedará clara, los traidores, con Patxi López a la cabeza, caerán descabalgados, en medio de una Susana prepotente, apoyada por los grandes divos socialistas, y un Sánchez que mantiene, al menos lo parece, a su lado, a gran parte de la militancia.

La izquierda necesita un partido socialista de izquierdas, un partido que represente la dignidad y no apoye a la derecha. Un partido que piense en aplicar políticas de izquierdas que saquen del abismo a muchos ciudadanos que padecen decisiones de Rajoy y Cía. Hoy, todavía está por ver si Sánchez lo representa, pero está visto que Susana y sus barones lo que quieren es ampliar el 'statu quo' y si es posible volver a su bipartidismo, que tantos resultados positivos les ha generado.

Si Pablo Iglesias se mostró altanero y prepotente cuando se ofreció como vicepresidente hace un año, la respuesta de Sánchez no debería haber sido pactar con Ciudadanos –cada vez más a la derecha y ayudando al PP sin contemplaciones— sino que debería haberse puesto en su sitio y atemperar la arrogancia de Pablo Iglesias para así, llegar a un acuerdo. Todo menos renunciar a un gobierno posible de izquierdas.

Francamente, no estoy muy seguro de que Sánchez, en el caso de salir vencedor en el PSOE, propugne políticas de izquierdas y se alinee con Unidos Podemos. Pero sí que lo estoy de que Susana, o López –ese que fue lendakari y después presidente del Congreso, gracias al PP— no lo harán. Seguirían, en su afán de ganar electores con su política de ‘soplar y sorber’, del sí pero no, de no atajar los problemas de fondo y de plegarse a la derecha con el fin de alcanzar el poder que tanto desean.

Una nueva etapa se abre en el PSOE. Su militancia tendrá que elegir, y es ahí donde Sánchez tiene posibilidades. El apoyo que recibirá Susana será muy importante. No sólo estarán a su lado los barones y algunos traidores como Hernando –que ha caído del caballo como Saulo--, también contará con el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación que prefieren que nada cambie –donde Cebrián jugará una baza importante a su favor—, sin olvidarnos de los viejos líderes –encabezados por González-- que ven que se puede ir por la taza del váter aquello por lo que ellos lucharon, el bipartidismo y las ventajas que ello les proporcionó –beneficios que todavía hoy siguen existiendo y que tanto daño han hecho, como las puertas giratorias, entre otros--. Mientras, Sánchez que ya ganó unas primarias, tendrá que ofrecer una alternativa a la izquierda, rompedora con la línea de esa gestora que le ha tratado de fulminar y de direcciones anteriores, capaces de apoyar a Rajoy, a cambio de un plato de lentejas.

Se presenta un año de pronóstico reservado, pero que cada vez necesita más unas políticas de izquierda capaces de revertir el daño que hemos sufrido durante estos años. No sé si Sánchez estará dispuesto si gana las primarias, pero sé que los otros seguro que no lo están.

Salud y República



P.D.: Ciudadanos romperá el pacto con el PSOE en Andalucía si Susana Díaz se va a Madrid. Más claro: agua

1 comentario:

Genín dijo...

Después de ver a Trump en el poder, me creo cualquier cosa...
Salud