24 julio 2013

Políticos en boga: miento, luego existo

La mentira forma parte sustancial del ser humano. Seguramente nadie podrá decir que nunca mintió. Pero, de eso a hacerlo por placer, como deporte, pudiendo evitarlo, va un abismo.

Y es que hay cuestiones que son incomprensibles. Supongo que se puede mentir para ocultar algo, que quien lo hace no quiere que se sepa. Esto podrá estar bien o mal éticamente, ahí no entro. Lo que sí me parece estúpido es mentir a sabiendas de que esa mentira se va a descubrir más pronto que tarde.

Bueno, pues esta forma de proceder parece que se ha instalado en políticos con poder. Y lo grave no es que mientan, sino que al descubrirse su mentira no ocurre nada –quizá alguna crítica— que les haga pagar por su actitud. Es como si en la Constitución, esa que tanto defienden a capa y espada, les permitiera mentir impunemente y se acogieran a ese derecho. Mientras una mentira en otros países puede hacer dimitir al mentiroso, en España parece que da empaque y que no daña a quien la practica.

Casos palmarios tenemos entre muchos políticos, todos los días nos ofrecen un reportaje que al cabo de poco tiempo, la realidad se encarga de desmentir. Es como si fuera una obligación para estar en línea con lo que se lleva, con la moda que impera.

Gallardón

Como ejemplo pondré dos casos. El faraón Gallardón, recuerdo que dijo, cuando se presentó a Alcalde, en las últimas elecciones de 2011, que pasara lo que pasara terminaría la legislatura como tal, que completaría los cuatro años de alcalde. Y todo ello cuando ya había fundados rumores de que si ganaba las elecciones generales Rajoy, le nombraría ministro. Pero él, erre que erre, anunció a bombo y platillo que seguiría en su cargo electo.

Pues bien, mentira podrida, el gran faraón que se le hacía la boca agua pensando en ser ministro, traicionó su palabra y acepto inmediatamente la cartera de Justicia que Rajoy le ofreció, dejándonos en manos de Botella, ni más ni menos. ¿Por qué mintió a sabiendas de lo que iba a ocurrir? Es más, yo preguntaría, ¿alguien se puede fiar de lo que acaba de decir, “que dejará la política apenas deje de ser ministro”, después de ver cómo ha mentido sin escrúpulos cuando era alcalde? Allá películas si alguien se fía, yo desde luego no creeré más a un tipo que se desmiente a sí mismo como el que se viste, con una facilidad pasmosa y sin pestañear.

Griñán

Bueno, pues el otro caso es muy reciente. Se refiere a Griñán, presidente de Andalucía. Y este caso es de record Guinness. Porque en poco más de un mes ha sido capaz, de forma imprevista, de renunciar a la próxima candidatura a la Junta de Andalucía, de proyectar una candidata única, sin dar tiempo a que se pudieran presentar otros, y de desmentirse a sí mismo.

Y es que Griñán dijo que renunciaba a ser el próximo candidato, pero que seguiría de presidente de la Junta hasta el final del periodo (2016). Pues bien, al mes y medio ha decidido descubrir que mentía y anuncia ahora que renunciará también al cargo de Presidente, en el próximo mes de septiembre. Pero, ¿no se habrá dado cuenta de que es una mentira zafia de la que todo el mundo se ha dado cuenta? ¿Por qué mienten a sabiendas de que les van a pillar? ¿Es tan poca la estima que tienen por los ciudadanos que les engañan sabiendo que se van a dar cuenta y no les importa? ¿Es que no podía haberlo evitado?

La verdad es que llego a la conclusión de que mentir para algunos políticos es reafirmarse como tales. Como si fuera una obligación para definirse como político. Mentir como bellacos les da crédito, justo lo contrario de lo que debería ocurrir. Y lo más grave es que no van mal encaminados, porque todavía entiendo menos las tragaderas de los ciudadanos que los creen y vuelven a votar a los partidos que los avalan, confirmando la tesis de que los políticos pueden engañarles sin que por ello afecte a su credibilidad. ¿No es increíble?

Salud y República

2 comentarios:

Toni dijo...

Pues si, y que hacemos?, vasta de lamentarnos! es hora de la lucha, de la desobediencia civil. Todavía tenemos internet!!, hay que transmitir positivismo y no lamentarnos ni acusar tanto, mas efectividad. En nuestro entorno mas cercanos hemos de darle la vuelta a esta situación, solo desde abajo y entre todos lo conseguiremos!!!
Salud

Genín dijo...

Si claro, tu lo has dicho, mienten porque les importamos una mierda, solo se acuerdan de nosotros cuando llegan las elecciones, y entonces mienten mas aún, esto no tiene remedio...
Salud