Hoy se celebra el Día Internacional contra la Homofobia. Con este motivo, la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) y la Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya (CGL) han presentado una lista en la que se encuentran ocho países cuya legislación condena a la pena de muerte a los homosexuales: Afganistán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Sudán y Yemen. Además hay otras ochenta y cinco que castigan la homosexualidad con penas que van desde la cárcel a las torturas o al internamiento en campos de trabajo o en hospitales psiquiátricos.
Ahí no acaba la cosa. También hay otros países que no estando en la lista mantienen actitudes homófobas, y se trata de países muy cercanos, por ejemplo dentro de la Unión Europea se encuentra Polonia, en el que se está investigando a homosexuales y donde se prohíbe cualquier información en las escuelas por considerarse proselitismo peligroso y una amenaza para la nación. Tampoco quedan atrás Rusia y Moldavia donde se prohíbe la marcha del Orgullo Gay por tratarse de una actividad satánica. También Israel es un ejemplo claro de homofobia. Aquí, las tres religiones monoteístas, que acumulan enfrentamientos en casi todos los aspectos y son símbolo de desencuentros continuos, se han unido para impedir que la marcha gay recorriera el centro de la ciudad, haciéndola transcurrir por lugares inhóspitos y deshabitados.
Está claro que la situación mundial deja mucho que desear. Es obligado reconocer que en nuestro país se ha conseguido legalmente una situación ejemplar, sin embargo, ¿corresponde la situación legal a la social? Estimo que no. Basta oír comentarios que se hacen. Basta con ver la actitud de diversas instituciones (la Iglesia, algunos partidos políticos) y autoridades (algunos agentes de orden público, algunos jueces, bastantes diputados) para darnos cuenta que, al contrario de lo que suele pasar, en este caso la ley se ha adelantado a la sociedad. Mientras la igualdad no entre desde la escuela y la familia y se aprehenda desde la infancia, no se habrá ganado la batalla. ¿O no vemos todavía cómo se llaman marica o maricón entre los más jóvenes, y los menos, como uno de los insultos más ofensivos que hay?
Salud y República
3 comentarios:
Se que lo que voy a decir está cargadito de tópicos y que seguramente hay casos aislados que pervierten lo que le quiero comentar. Catalunya, este país extraño y a veces incomprensible y muchas incomprendido, es, en temas de libertades sociales un espejo en el que muchas comunidades deberían mirarse.
Es curioso, porque esto no sólo afecta a Barcelona como cabría esperar, esto lo he visto y vivido en los rincones más perdidos de la geografía catalana...Ah..pero cuando salgo de aquí...
Le prometo que en ningún lugar de España he visto pasear a dos gays o lesbianas-en actitud cariñosa, quiero decir-. En ninguno, excepto en barrios que son como guetos.
Seguro que habrá sido casualidad, lo sé, pero choca...
un abrazo!
Nunca entenderé que se discrimine a la gente por algo tan privado como la tendencia sexual. Pero tengo la impresión de que eso, poco a poco, irá cambiando, al menos aquí en España. Cuanto más visibles se hagan los homosexuales más aceptación tendrán. A lo mejor soy muy optimista, pero tengo esa ilusión.
Yo creo que los dos lleváis razón. Dani: Catalunya y Euskadi (dos autonomías malditas para muchos)son un ejemplo en el tema de la libertad sexual.
Scout: es verdad, cuanto más se hagan visibles más natural se verá. Pero habría que empezar en edad temprana con la socialización de los niños.
Salud y República
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