El presidente brasileño ha firmado un decreto por el que se salta la patente del fármaco antisida “efavirez”. Hace dos meses el gobierno indio había puesto en cuestión la antigüedad de un medicamento con el fin de poder fabricar su genérico correspondiente, lo que todavía está siendo estudiado por los tribunales. Esta punta de flecha que dio en la diana de la multinacional Novartis, ha abierto un camino por el que se cuestiona las patentes de las grandes multinacionales por cuestiones de interés general de salud.
Lula, después de constatar la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la Merck Sharp & Dohme (el tercer laboratorio farmacéutico del mundo), ha ido más lejos y simplemente se ha saltado a la torera la patente del fármaco enunciado, aplicando un acuerdo contemplado por la OMC, según el cual, un país puede ignorar las patentes en casos excepcionales de emergencia.
Son 75.000 brasileños los enfermos de sida que consumen este medicamento y que se beneficiarán del mismo a un precio justo. Además, el presidente brasileño ha anunciado que no será un único caso: “Estamos dando un paso importante que vale tanto para este medicamento como para cuantos otros fuera necesario”
El poder de estas multinacionales es inmenso y un boicot a un Estado puede hacer que éste se tambalee. Por eso, esta medida valiente sólo dará resultados definitivos si a Brasil se unen otros países del tercer mundo y combaten juntos a estos depredadores económicos que utilizan la vida como moneda de cambio de sus mercancías.
Lula, paso a paso, denota que hay otras formas de hacer política. Claramente ha apostado por la vida, enfrentándose al becerro de oro del capitalismo: los beneficios empresariales. Adelante Luiz Inácio.
Salud y República
1 comentario:
Por fin vemos a Lula dar un paso de importancia trascendental.
Lo es en sí mismo y por la importancia del país que adopta la iniciativa.
Si los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que suponen - con el resto del Tercer Mundo - el contrapeso a la influencia del mundo industrializado en la era de globalización, dan más pasos en este sentido, pueden cambiar a mejor muchas cosas en este mundo injusto.
Al loro con las reacciones contrarias. Las multinacionales farmaceúticas, que acumulan una plusvalía en sus productos infinitamente superior al resto de la industria, son enemigos venenosos.
A quienes no lo conozcan, les recomiendo El Jardinero Fiel, de Jhon Le Carré, mejor el libro, pero en la película se ve también como las gastan estos enemigos del pueblo.
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