07 octubre 2016

El PSOE se hace el harakiri y le pone la alfombra roja al PP

Nunca nada se pudo hacer peor. Tenían prisa por apoyar al PP y no querían que un principiante como Sánchez les fastidiara la jugada. Ya habían anunciado que había que dejar que gobernara el PP.

Y lo han hecho de la forma más dañina y desfavorable para su partido. Se lo han cargado y dividido, cuando podían haber esperado a un Congreso, donde votaran los militantes. Pero eso era peligroso. Susana y sus muchachos no podían permitir que Sánchez mantuviera el poder y, para evitarlo, no han dudado en cargarse el partido.

La responsabilidad de la situación actual es de quien decidió, a tres días de una reunión definitiva, dimitir para que no votaran los militantes, dimitir para que Rajoy tuviera la alfombra roja puesta en su investidura. No hay otras razones. No se puede entender nada más. Si la cuestión hubiera sido que Sánchez es un perdedor de elecciones, por qué esperar ni un día después de las últimas elecciones. Nadie pidió su cabeza hasta que Sánchez se empeñó en mantener lo que había ordenado el Comité Federal: el NO a Rajoy.

Nada hubiera ocurrido, ninguno del sector susanista hubiera llamado perdedor a Sánchez si éste hubiera cedido a las presiones y hubiera decidido abstenerse para que gobernase Rajoy, Susana ya había decidido que Sánchez no podía interponerse en sus planes. Su ambición apoyada por varios barones y personajes socialistas del pasado –que Sánchez estuviera en la oposición, para entrar ella a dirigir el partido--, estaba por encima de cualquier cosa. Los mindundis como Sánchez, que no se someten al poder oficioso de los rebeldes, debían ser castigados.

Bien, todo por la patria, que todavía dicen algunos de ellos. Y la situación ya se sabe cuál es, después de la rebelión de los diecisiete. No hay nada que hacer sino servir al amo Rajoy. Todo menos intentar un gobierno progresista. El PP y Ciudadanos están descojonándose con la operación, mientras el PSOE se desmorona.

Han perdido hasta la posibilidad de pedir contraprestaciones a esa abstención. Hoy, con el partido hundido, es el PP quien pide a cambio algo más. No se va a conformar (como han dicho algunos de sus miembros, aunque Rajoy lo haya negado) con tener sólo la presidencia. Ya están hablando de no mover un dedo de la gestión de la última legislatura y además pretenden que el PSOE apoye sus presupuestos. Y el PSOE sabe que de no hacerlo y haber elecciones generales en diciembre, el resultado les puede dejar totalmente fuera de juego.

Susana y sus muchachos han conseguido lo que parecía imposible: El gobierno del PP a costa de destrozar su propio partido. Ya no sólo no podrán pedir nada a cambio de su apoyo a la investidura, como derogar alguna de las leyes que tanto daño han hecho a los ciudadanos (ley Wert, ley Mordaza, Reforma laboral), sino que además tendrán que decir “si-bwuana” a lo que les pida el PP para evitar que les conduzca a unas terceras elecciones en las que podrían despeñarse del todo.

Imagínense unas elecciones en diciembre con Susana al frente y con un resultado desastroso, eso no lo va a permitir el cerebro de esta operación. Ella quiere el poder en el PSOE a cualquier precio y que gobierne el PP, y mientras tanto tratará de reanimar al PSOE para ser ella la próxima candidata en unas futuras elecciones.

Nunca una operación desde dentro de un partido ha sido tan dañina. En vez de haber actuado de forma democrática han preferido una asonada que ha coronado a Rajoy, a cambio de dejar a Sánchez fuera de juego. Lo que se dice una traición en toda regla.

Sin duda, ha sido una voladura calculada del partido, y una pérdida irreparable para la izquierda de este país, que ve con estupor cómo el PP se afianzará, con más fuerza en el poder. Eso sí, es posible que Susana pueda hacerse con las riendas de un partido destrozado, diezmado y residual.

Salud y República

2 comentarios:

Genín dijo...

Yo lo que veo es que Rajoy es un suertudo...
¿O es algo mas que suerte?
Pues si que estamos jodidos... :(
Salud

Jose Aleman dijo...

Prisa???? Jaajjjaajjojojoijjjhaaa