19 agosto 2016

Las felices Navidades de Rajoy

Este país nuestro es de lo más imaginativo. Se trata de conseguir lo que se quiere como sea. Y así es cómo actúa nuestro gran Mariano, el as de la cara dura. No sólo echa la culpa a los demás del rechazo generalizado que ha provocado su gobernanza, sino que además en el colmo del ingenio amenaza con unas votaciones en Navidad. “O me querísh o sush hago votar en Navidá”

De todas formas la cara dura no es sólo del gran capo pepero, se extiende también a los demás miembros de su partido, que incapaces de encontrar socios necesarios para la investidura, no hacen sino decir que la fecha elegida es aleatoria.

Se creen que la gente es gilipollas, y que va a creerse que no hay intencionalidad en la elección de la fecha. Ya está bien de mentiras, trampas, chantajes y demás inmoralidades. El Partido Popular, con el aval de su partido subsidiario, Ciudadanos, nos quiere colocar otros cuatro años a Rajoy, el rey de los recortes y de la corrupción, y parece que decir no a este tramposo es un delito, mientras que el presidente en funciones se dedica a cabrearse con los periodistas y a tratar de dejarles por mentirosos cuando el gran falsario y trilero de la película es él.

Rajoy ha elegido esta fecha porque quiere hacer ver a la gente que el PSOE es quien ha provocado, con su negativa a investirle, que se vote en Navidad. Pues no, tendría que explicar por qué no ha convocado antes las elecciones cuando ya hace más de veinte días que ha recibido el encargo del Jefe de Gobierno de presentarse a tal acto, y todavía quedan once para que se presente en el Congreso.

A sabiendas de que quería ganar tiempo, y de que quería culpar al PSOE del delito de no votarle, ha ido retrasando la fecha de la investidura hasta hacerla coincidir, en el caso de que ésta falle, con el día de Navidad. ¡Hay que ser maquiavélico y canalla!

Espero que el PSOE mantenga su decisión de votarle negativamente, y de demostrar así una coherencia que en otros momentos le ha faltado. La coherencia de Ciudadanos ya ha quedado demostrada. Lamentablemente ha ido cambiando de posición hasta conseguir lo que siempre ha querido: apoyar a Rajoy y a su equipo. De forma absurda y preparada ha dado sus pasos desde el “no definitivo” al “si te quiero”, pasando por la abstención. Estos muchachos joseantonianos han quedado inscritos en la historia de la parodia y el disparate nacional. Solo les falta cumplir su último deseo, aunque también lo nieguen: entrar en el gobierno con su capo Rajoy. Todo por el poder, todo por los sillones, eso sí ellos a esto lo llaman “patriotismo”.

Es el momento del cambio de verdad. El No a Rajoy no puede conducir a unas elecciones sin antes haber explorado las posibilidades de un gobierno de izquierdas. Sánchez no puede sentarse a esperar las próximas elecciones sin haberlo hecho. Porque de ser así, entonces sí, tendría bastante responsabilidad en la repetición de los comicios. Y Rajoy se frotaría las manos, porque diría que la culpa es de Sánchez, mientras que las elecciones en Navidad, con una tremenda abstención, podrían dar una clara ventaja al Presidente en funciones. Ya lo hemos visto el 26-J, hay todavía muchos españoles que sufren del síndrome de Estocolmo, y siguen presos de quién les ha hecho un daño irreparable. Entre fanáticos de derechas, masoquistas y sufridores del síndrome, le pueden dar una mayoría absoluta, que es lo que busca Rajoy, y no otra cosa.

Espero que el PSOE, junto a Unidos Podemos, y otras fuerzas le chafen las felices vacaciones que se ha preparado el capo Rajoy, por el bien de todos.

Salud y República

2 comentarios:

Genín dijo...

Estos chulos, como sigan así, van a lograr que la gente les de la espalda a las elecciones y voten ellos solos...
Salud

Kina Fernández dijo...

Más claro y exacto, imposible. Comparto en RRSS