09 noviembre 2013

La basura de Ana Botella

Una huelga de limpieza ha convertido a Madrid, que ya estaba poco limpia, en un estercolero, donde la basura acumulada en cinco días empieza a ser un problema serio por falta de higiene y peligro para la salud de los ciudadanos.

Yo me adhiero a esa huelga. Una huelga provocada por unas empresas insaciables que pretenden realizar EREs y empeorar los salarios y las condiciones de los trabajadores, cuestión que conocían antes de optar a una subasta de adjudicación, mientras que el Ayuntamiento trata de lavarse las manos como si no fuera el responsable último del servicio. Lo desempeñe quien lo desempeñe es un servicio municipal, cuyas tasas se pagan por parte de los madrileños al Ayuntamiento.

Como todo el mundo sabe, el Ayuntamiento de Madrid es el ayuntamiento más endeudado de todas las grandes ciudades europeas. Y ello hace que por amortización e intereses de la deuda a cada madrileño le suponga 300 euros anuales. El pago total 992 millones en 2012 representa el triple de lo que se ha gastado en protección y promoción social (386 millones de euros).

Esta deuda influye en que se destine menos recursos a limpieza y que las adjudicaciones sean más ajustadas y de menor montante. Lo que no quita para que las empresas que acceden y ganan el concurso tengan que cumplir con su deber, y si fuera preciso obligadas por el Ayuntamiento.

Pero siendo las empresas las que han provocado esta huelga, la responsabilidad del servicio es del Ayuntamiento, las empresas son intermediarias. La tasa de basuras, cada vez más alta, se paga al ayuntamiento y no a las empresas. Por lo tanto, no hay duda, la responsabilidad del servicio es de Ana Botella y sus secuaces. Y son ellos, el gobierno municipal, quienes tiene que tomar medidas para que se cumpla con el servicio adjudicado.

Basura en Madrid

Es el Ayuntamiento quien debe intervenir para evitar una huelga que pone a los madrileños al borde de una emergencia higiénica por mor de unas empresas que pretenden hacer EREs y bajar sueldos después de tener el contrato atado.

Mientras tanto el Ayuntamiento se hace la víctima, y ante esta huelga dice que los trabajadores son guerrilla urbana o vándalos descontrolados, o que los madrileños están acostumbrados a tener una ciudad muy limpia (¿?), sin que tome las medidas para que las empresas cumplan con su obligación o las anulen el contrato por incumplimiento manifiesto.

Cabe añadir que se trata de una huelga donde se pretende que haya un 40% de servicios mínimos –¡increíble!— y que la reivindicación de los trabajadores no es tratar de conseguir mejores sueldos o condiciones, sino de mantener lo que hasta ahora han conseguido.

Esperemos que los trabajadores –bueno es recordar que durante estos días no cobran y que su sueldo medio es de 900 euros mensuales— consigan mantener sus condiciones y que si las empresas no ceden, sea el Ayuntamiento quien las obligue a cumplir.

Y es que en este municipio ya tenemos bastante basura, porque:

  • Basura es bajar los impuestos una miseria y subir las tasas una barbaridad, y encima alardear de que se bajan los impuestos.
  • Basura es la gestión que hoy se está juzgando, la del Madrid Arena, donde la señorona de Aznar no admite ninguna responsabilidad de la alcaldía, y mientras las cinco jóvenes acababan de morir, ella se fue a celebrarlo a un SPA portugués.
  • Basura es dedicar cada vez menos a actos culturales y a actividades sociales.
  • Basura es tener que ver cómo se han gastado los millones para un acto fallido como la candidatura olímpica. De lo que sólo ha quedado para la eternidad, el relaxing cup of café con leche en la Plaza Mayor, cantado por Anne Bottle en un inmejorable inglés.
  • Basura es que cada madrileño tenga que pagar por una deuda indecente, 300 euros al año.
  • Basura es votar a un alcalde que cuando le ha venido bien ha abandonado para ser ministro y ha dejado como heredera –cual monarquía— a una concejala que no se había presentado para el máximo cargo.
  • Basura es la gestión de este ayuntamiento, comandado por una alcaldesa no elegida, cuyo único mérito –y me temo que no lo sea— es ser la mujer de…

Así es que, si hay basura no caigamos en la trampa que están poniéndonos, la de enfrentar a los trabajadores con el resto de ciudadanos. La responsabilidad es de quien debe cumplir con ese servicio, el Ayuntamiento que, habiendo adjudicado un servicio a unas empresas, debe obligarlas a cumplirlo, o, en su defecto, anular dicho contrato y tomar decisiones concluyentes, por ejemplo municipalizar el servicio.

Salud y República

3 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Si una empresa participa en un concurso y lo gana, se compromete a mantener limpia la ciudad. No a costa de los trabajadores, bajadas de salario y ERES, sino sabiendo que en la oferta, gana.
Y el ayuntamiento tiene que obligarle a cumplir , sacar un nuevo concurso o darle la concesión a otro que haya pujado , aunque sea un poco más caro.
De no ser así, después de que te adjudiquen un servicio puedes hacer lo que te dé la gana...

Genín dijo...

Pues a mi me parece que ahora los políticos hacen juego con la ciudad: basura!
Salud

Antonio Rodriguez dijo...

Ella es la máxima responsable dde que despidan a mas de 1.000 trabajadores y les bajen el sueldo un 40% y solo se le ocurre pedirle a la Virgen de la Almudena que "debe proteger a quienes cargan hoy con las cruces que la crisis ha puesto sobre sus hombros". Encima con recochineo.
Salud, República y Socialismo