Cuando he estado perdido, me encontraste;
si no me fue bien el día, me esperabas;
en los momentos difíciles, aparecías;
en las noches profundas, me acompañaste.
Siempre guardaste un instante, un momento,
nunca dijiste no puedo, es difícil o imposible.
Estabas allí, no sé cómo lo hacías pero estabas allí. ¡Siempre tú! Y así, cuarenta años, soportándome. Y qué poco te lo he dicho: Gracias.
Como parece que se trata de seguir la bola se lo envío a Corpi y a Sade que seguro que sacarán mucho más provecho que el que subscribe.
Salud y República
Esto es precioso, Rafa!
ResponderEliminarQué suerte tenéis Lola y tú!!
Un beso para los dos
Conociéndote a ti... y conociendo a Lola, hermosa, entrañable mujer, la más amorosa y pendiente... no me extraña tu amor eterno.
ResponderEliminarOs quiero mucho... a los dos...
Y yo que también tengo la suerte de conoceros a los dos, aunque sólo sea un poquito...apoyo la moción de Maripuchi: ¡qué enorme suerte tenéis los dos!
ResponderEliminarUn beso muy fuerte
Precioso, Rafa.
ResponderEliminarUn besote.
¡Ay!Corazón,corazón,que bueno que lo dijiste,ya sabes que soy bruja y
ResponderEliminarlo daba por hecho,porque si no a santo de que me ibas a aguantar todas mis incoherencias y subebaja
con lo brutísima que soy y lo narcisista de verdad que yo cada vez siento el repurpujeo del primer
beso¿te acuerdas? que urticaría me salió.
El comentario anterior es mío, no tuyo, perdona que he utilizado tu firma que estaba puesta.
ResponderEliminarPues eso... que si no no se entiende.
Que bonito es el amor mientras dura.
ResponderEliminarEl mío duró hasta hace dos años que él se fué para siempre,pero i corazón sigue con él y lo querré mientras viva.
De hecho,no me importaría ya irme con él ahora mismo.